Las secretos para manejar seguro en la ruta
Claves para que cada viaje sea más tranquilo y sin sobresaltos. Los detalles a tener en cuenta para hacer sobrepasos y los cuidados con lluvia al manejar.
Salir a la ruta siempre implica un cambio de chip respecto a manejar en ciudad. La velocidad es mayor, las distancias más extensas y las constantes curvas y los sobrepasos que hay que realizar obligan al conductor a prestar máxima atención en todo momento. En este contexto, hay hábitos simples que reducen muchísimo el riesgo y ayudan a la seguridad vial.
Manejar de manera segura no es solo responsabilidad de quien está al volante: cada acompañante también tiene un rol importante. La postura en el asiento, el uso del cinturón de seguridad, la forma en que se ubican los chicos y hasta cómo se carga el equipaje influyen en la estabilidad y en la reacción del auto.
Distintos especialistas coinciden en que gran parte de los accidentes en ruta podrían evitarse con prevención, planificación y paciencia. Y aunque muchos piensan en estos consejos solo en vacaciones, lo cierto es que aplican durante todo el año.
Preparación antes de salir
Un viaje seguro empieza mucho antes de prender el motor. Planificar el recorrido permite calcular tiempos, elegir paradas y evitar apuros que después se traducen en exceso de velocidad o maniobras peligrosas.
También es clave chequear el estado del auto: presión de neumáticos, frenos, cinturones de seguridad, limpiaparabrisas y luces. Son elementos básicos pero determinantes cuando surge un imprevisto. Es importante recordar que las cubiertas son el único contacto del vehículo con el suelo: si están gastadas o mal infladas, la estabilidad se ve afectada.
Dormir bien la noche anterior es otra recomendación sencilla que hace la diferencia. El cansancio al volante disminuye los reflejos de la misma forma que el alcohol. Lo ideal es parar al menos cada dos horas para estirar las piernas y recuperar energía.
La seguridad de todos los ocupantes
Nadie debería viajar sin cinturón de seguridad. No importa si el trayecto es corto o largo, o si se va adelante o atrás: estar sujeto reduce drásticamente el riesgo de lesiones. En el caso de los niños, siempre tienen que ir atrás, en su butaca o sistema de retención infantil adecuado a su edad y peso.
Las mascotas también necesitan viajar seguras. No solo por su protección, sino porque sueltos en el habitáculo pueden distraer al conductor. Existen arneses diseñados para el auto que ayudan a que vayan cómodos y sin riesgos.
Respetar la cantidad de plazas es otra norma básica que muchas veces se pasa por alto en vacaciones o viajes familiares. Si hay más pasajeros de los que permite el vehículo, nadie viaja protegido y las consecuencias en un siniestro pueden ser mucho más graves.
Cómo llevar el equipaje en rutas
La estabilidad del auto depende en buena forma de cómo se distribuye el peso. Lo ideal es cargar todo en el baúl y ubicar los objetos más pesados en el fondo, cerca del centro del vehículo. Esto ayuda a que el auto se comporte mejor tanto en rectas como en curvas.
Si se necesita usar un portaequipaje en el techo, lo recomendable es llevar solo lo liviano y asegurarlo con sistemas homologados. Una carga pesada arriba cambia el centro de gravedad y puede hacer que el auto se incline más al doblar, tarde más en frenar y acelere con menos respuesta.
Nunca hay que llevar objetos sueltos en el habitáculo. En caso de una frenada brusca, cualquier valija o bolso se convierte en un proyectil que pone en riesgo a todos los pasajeros.
Seguridad vial y documentación obligatoria
Circular por la ruta también exige tener los papeles al día. Estos son los básicos que siempre hay que llevar en el auto:
- Licencia de conducir vigente y habilitante.
- DNI
- Cédula verde o azul del vehículo
- Oblea y certificado de la Revisión Técnica Obligatoria (RTO)
- Comprobante vigente de seguro
- Patente colocada y legible
- Comprobante de pago de patente
- En caso de tener GNC: oblea y habilitación correspondiente
Tener todo esto a mano evita multas, pero sobre todo permite continuar el viaje sin sobresaltos en controles de ruta.
Técnicas de manejo seguro
En la ruta, las decisiones se toman a más velocidad y con menos margen de error. Por eso conviene tener en cuenta algunos hábitos clave:
- Velocidad adecuada: nunca superar los máximos y evitar circular demasiado lento, porque también es riesgoso. Lo ideal es mantenerse cerca del flujo promedio.
- Distancia de seguridad: al menos dos segundos respecto del vehículo de adelante. Una referencia práctica: elegí un cartel o poste del camino; cuando el auto de adelante lo pasa, deberían transcurrir dos segundos hasta que lo cruces vos.
- Uso de luces: siempre las bajas encendidas en ruta. De noche, alterná entre altas y bajas para no encandilar. Las antinieblas solo se usan con niebla o lluvia intensa.
- Frenado progresivo: mejor empezar a frenar en la recta previa a la curva y nunca dentro de ella. Las maniobras bruscas rompen la estabilidad del vehículo.
- Sobrepasos responsables: solo si hay espacio suficiente y señalizando con tiempo. El carril izquierdo es solo para pasar, no para circular de manera constante.
Cuando el clima complica
La lluvia, la niebla o el viento fuerte pueden aparecer en cualquier época del año. Lo fundamental es bajar un poco la velocidad y aumentar la distancia de frenado. Con agua en el asfalto, las cubiertas tardan más en frenar y el riesgo de aquaplaning es mayor.
Si el auto empieza a perder agarre en una curva, nunca hay que frenar de golpe. Lo correcto es soltar suavemente el acelerador y dejar que el vehículo recupere equilibrio. Los autos modernos cuentan con ayudas electrónicas como ABS o control de estabilidad, que ayudan en este contexto.
En días de niebla, se deben usar las luces bajas y, si es muy intensa, las antinieblas delanteras y traseras. Lo que nunca hay que hacer es encender las balizas mientras se circula: se usan solo con el vehículo detenido o a muy baja velocidad.
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