El presidente de Estados Unidos anuló la orden de emergencia nacional utilizada para financiar la polémica obra.
En una carta dirigida al Congreso este jueves, Biden escribió que la orden era injustificada y dijo que no se gastará más dinero de los impuestos en el muro.
Donald Trump declaró el estado de emergencia sobre la frontera sur en 2019, lo que le permitió eludir al Congreso y utilizar fondos militares para su construcción.
Cuando Trump dejó su cargo, se habían gastado unos 25.000 millones de dólares en el proyecto.
El anuncio del presidente Biden es el último de una serie de órdenes ejecutivas que han hecho retroceder partes clave de la agenda del anterior presidente.
La semana pasada, Biden firmó órdenes para reunir a las familias migrantes separadas por las políticas de la era Trump y ordenó una investigación de la agenda de inmigración de su predecesor.
En una carta de este jueves, Biden escribió que también buscaría una revisión de "todos los recursos apropiados o redirigidos" a la construcción del muro.
La construcción de un muro fronterizo fue una de las principales promesas de la campaña presidencial de Trump en 2016.
Pero el proyecto se enfrentó a una fuerte oposición en la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, y el presidente republicano anunció que utilizaría poderes de emergencia para financiar su construcción.
Una declaración de emergencia permite a los presidentes estadounidenses eludir el proceso político habitual y acceder a la financiación militar.
Varios tipos de vallas que suman 654 millas (algo más de 1.000 km) ya estaban en marcha antes de que Trump llegara a la presidencia en 2017.
Durante su mandato, se construyeron 80 millas de nuevas barreras donde antes no las había, y casi 400 millas sustituyeron partes de la estructura existentes.
La emergencia nacional de Trump nunca tuvo que ver con la seguridad", escribió en Twitter el congresista demócrata por Arizona Raúl Grivalva tras el anuncio de Biden. "Ahora debemos cancelar los contratos y asegurar que no se construya ni un pie más del muro fronterizo".
El ex asesor de la campaña de Trump, Jason Miller, también acudió a Twitter para comentar la decisión, escribiendo "Biden ama la inmigración ilegal".
Pero algunas partes de la política migratoria de la administración Trump se mantendrán.
En una conferencia de prensa el pasado miércoles, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, pareció confirmar que la nueva administración mantendría una política de la era Trump que permitía a los funcionarios fronterizos expulsar sumariamente a los inmigrantes indocumentados en medio de la pandemia de coronavirus.
"Debido a la pandemia y al hecho de que no hemos tenido tiempo, como administración, de poner en marcha un proceso humano e integral para procesar a los individuos que están llegando a la frontera", dijo. "Ahora no es el momento de venir, y la gran mayoría de las personas serán rechazadas"
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