¿Chau COVID-19? Científicos logran frenarlo definitivamente

Un grupo de científicos de la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) ha logrado desarrollar una herramienta terapéutica capaz de inhibir la proliferación del SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19. El avance fue dado a conocer recientemente en la revista The Journal of Biological Chemistry.

El hallazgo presenta un potencial importante para frenar no solo la propagación de este virus, sino también de otras enfermedades virales que carecen de tratamientos eficaces.

La herramienta desarrollada se basa en el uso de moléculas de ADN denominadas PPRH, que tienen una alta afinidad por secuencias específicas de ARN. Estas secuencias, conocidas como pinzas de polipurinas, son capaces de bloquear la actividad del ARN viral. Al hacerlo, impiden la replicación del virus dentro de las células del organismo.

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El virus del covid-19 ampliado en un microscopio. (NIH)

Instituto Nacional de Salud (NIH)

El proceso de inhibición se logra a través de dos variantes de las moléculas PPRH, conocidas como CC1-PPRH y CC3-PPRH. Estas se unen a regiones específicas del virus con el fin de interferir con la replicación al dirigirse a la enzima replicasa y bloquear la proteína Spike, que desempeña un papel esencial en la infección de las células. De este modo, se frena la capacidad del virus para multiplicarse y propagarse en el organismo.

Un enfoque más eficaz que las pruebas PCR

Los investigadores explican que esta nueva herramienta es más efectiva y rápida que las pruebas PCR, que actualmente son el estándar para detectar la presencia del virus. Las pinzas de polipurinas, debido a su alta afinidad para capturar el ARN del virus, permiten configurar una señal de detección más precisa y eficiente.

En los ensayos realizados con ratones transgénicos, se comprobó que las PPRH tienen la capacidad de inhibir la propagación viral de manera efectiva y segura. Estos resultados confirman el potencial de las moléculas para bloquear la infección en su fase más temprana, evitando que el virus se multiplique y cause daños más graves.

Este enfoque ofrece una ventaja crucial, ya que permite un tratamiento más rápido y dirigido, lo que podría resultar en una disminución notable de la carga viral en pacientes infectados. En comparación con las pruebas PCR, que únicamente detectan la presencia del virus, esta tecnología ofrece una respuesta activa contra la replicación viral.

Aplicaciones más allá del SARS-CoV-2

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El impacto de este avance no se limita al SARS-CoV-2. Los investigadores han señalado que esta tecnología tiene el potencial de ser utilizada contra otros virus que afectan a los seres humanos y que, en muchos casos, carecen de tratamientos eficaces.

Uno de los ejemplos mencionados en el estudio es el virus de la fiebre hemorrágica de Crime-Congo (CCHFV), que actualmente no tiene un tratamiento médico disponible. Los investigadores consideran que las PPRH podrían ser aplicadas en estos casos, abriendo una nueva vía para combatir enfermedades virales peligrosas y previamente intratables.

Además, este avance amplía las aplicaciones de las PPRH, que podrían ser utilizadas tanto en diagnósticos como en terapias para tratar diversas infecciones virales. La versatilidad de esta tecnología podría transformar la manera en que se abordan las enfermedades virales en el futuro, proporcionando nuevas soluciones para la medicina.