El ejercicio de solo 10 minutos que recomienda la NASA y quema más calorías más que correr
Se trata de una alternativa al running que estimula múltiples grupos musculares al mismo tiempo y mejora la circulación sanguínea.
Se acerca el verano y muchos ya buscan verse mejor perdiendo esos kilitos de más ganados durante el año. Una de las rutinas habituales y más populares es salir a correr extensas distancias o por largos períodos de tiempo. Sin embargo, desde la NASA recomendaron un nuevo ejercicio mucho más efectivo y que requiere menos compromiso.
Esta alternativa no solo es divertida, sino que también ofrece una serie de beneficios que lo posicionan como una opción superior al running, ganando popularidad entre influencers, deportistas y expertos en salud. Se trata del rebote en trampolín, también conocido como rebounding, una actividad que combina saltos y movimientos suaves para activar el cuerpo, estimulando múltiples grupos musculares al mismo tiempo y mejorando la circulación sanguínea.
Entre sus ventajas significativas, el rebounding quema calorías, reduce del impacto en las articulaciones y ofrece mejoras musculares y cardiovasculares, además de ser una experiencia más entretenida.
Cuáles son los beneficios de implementar el rebounding como ejercicio
En la investigación realizada por la NASA, ocho jóvenes adultos realizaron sesiones tanto de correr en la cinta como saltar en trampolín, mientras medían variables clave como frecuencia cardíaca (FC), consumo de oxígeno (VO2) y esfuerzo biomecánico. Los resultados determinaron que con solo 10 minutos de rebote se logra más que en 30 minutos corriendo.
Entre los beneficios del rebounding, se descubrieron:
- Quema de Calorías: lo hace en menos tiempo que correr. Esto es ideal para aquellos que desean maximizar su tiempo de ejercicio.
- Beneficios cardiovasculares: la actividad cardiovascular es esencial para mantener un corazón sano. El rebounding aumenta la frecuencia cardíaca y mejorar la salud cardiovascular de manera similar a correr, pero con menos estrés en el cuerpo.
- Fortalecimiento Muscular: el rebote en trampolín trabaja varios grupos musculares, incluyendo piernas, glúteos y abdominales. Esto ayuda a tonificar y fortalecer los músculos de manera efectiva.
- Mejora del equilibrio y la coordinación: saltar en un trampolín requiere equilibrio y coordinación. Estos aspectos mejoran con la práctica, lo que también se traduce en un mejor desempeño en otras actividades físicas.
- Aumento de la energía y el estado de ánimo: como cualquier actividad física, el rebounding libera endorfinas, las hormonas responsables de la sensación de bienestar. Esto puede mejorar el estado de ánimo y combatir la depresión.
Cuáles son las diferencias entre el rebounding y el running
Las diferencias entre el rebounding y correr son notables y pueden influir en la elección de cada persona para su rutina de ejercicios. Algunas de ellas son:
- Impacto en el Cuerpo: correr conlleva un mayor impacto en las articulaciones, lo que puede dar lugar a lesiones, especialmente en personas no entrenadas o con sobrepeso. El rebounding, con su superficie elástica, ofrece una experiencia mucho más suave.
- Variedad en el Ejercicio: cuando se corre, la actividad suele volverse monótona con el tiempo. El rebounding permite incorporar movimientos y trucos, lo que mantiene el ejercicio más interesante.
- Tiempo de recuperación: debido al menor impacto, es más fácil recuperarse después de una sesión de rebounding en comparación con un trote o carrera, lo que permite realizar el ejercicio con más frecuencia.
- Facilidad de acceso: para muchas personas que viven en áreas urbanas, resulta difícil encontrar un espacio seguro para correr.
Cómo comenzar a practicar rebounding
Para quienes quieran comenzar saltando en trampolín como ejercicio, hay algunos consejos para hacerlo de manera eficiente y segura:
- Elegir un minitrampolín adecuado: existen modelos con superficies antideslizantes y que incluyen barras de apoyo para mayor seguridad. Se debe colocar sobre una superficie plana y estable.
- Preparar el cuerpo: calentar 5 minutos antes de arrancar la rutina. Usar ropa deportiva cómoda y tener agua cerca para hidratarse. Si se siente dolor o incomodidad, es recomendable frenar la rutina.
- Empezar con lo básico: comenzar con movimientos sencillos como marchar o cambiar el peso de un lado a otro.
- Aumentar la intensidad gradualmente: a medida que se vaya adaptando al ejercicio, se puede ir aumentando la dificultad y la duración de la sesión.
- Terminar con relajación: al final de la rutina, bajar la intensidad de los saltos para bajar gradualmente las pulsaciones.
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