¡No tires la cáscara de la sandía! Estas son las cosas que podés hacer que aportan a tu salud
La sandía es un alimento rico en antioxidantes y muy hidratante, y su cáscara contiene muchas propiedades que se pueden aprovechar.
Durante el verano, con las altas temperaturas que en estos días se sienten en el cuerpo, la sandía se convierte en una de las frutas más populares del verano. Y no solo por el placer de comerla, sino por ser refrescante, su aporte de vitaminas, su gran contenido en agua y su bajo valor calórico.
Todas esas ventajas la hacen un alimento muy sano y recomendable. Aunque es probable que estés desperdiciando buena parte de sus beneficios para la salud. Es que por ser una de esas frutas de las que desechamos la cáscara y comemos la pulpa, dejamos de lado la corteza de la sandía, donde se encuentran una gran cantidad de nutrientes y elementos beneficiosos.
Los beneficios para la salud que tiene la sandía
La sandía es la fruta por excelencia del verano. Su alto contenido de agua la convierte en una excelente opción para hidratarse en los días calurosos. Además, es baja en calorías y rica en nutrientes esenciales como la vitamina C y la vitamina A, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y promover la salud de la piel.
Además, la sandía contiene licopeno, un poderoso antioxidante que se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades del corazón y otras dolencias. También es una fuente natural de citrulina, un aminoácido que se relaciona con la mejora de la circulación sanguínea y la reducción de la presión arterial.
La sandía es un alimento excepcionalmente rico en antioxidantes, hidratante como pocos gracias a su contenido de agua (91%) y con un importante contenido de vitamina C, que además ayuda a la salud cardiovascular y se puede usar en dietas de pérdida de peso y para combatir el cáncer. Es rica además en vitaminas C, A y B6, y en minerales y elementos como el potasio, el zinc, flavonoides y compuestos fenólicos.
Los beneficios de la cáscara de sandía
La sandía es un alimento con enormes beneficios para nuestra salud, pero si agregamos la cáscara, la fórmula es aún mejor. La corteza contiene un ácido con la capacidad de actuar como vasodilatador, mejorando el sistema cardiovascular y apoyando el suministro de oxígeno a los músculos. Según estudios, puede funcionar como un viagra natural.
La cáscara de la sandía contiene una cantidad significativa de nutrientes, incluyendo fibra, vitamina C, vitamina A y compuestos antioxidantes. Estos nutrientes son beneficiosos para la salud y pueden ayudar en la digestión y el sistema inmunológico.
La cáscara de sandía te sirve para ayudar a conciliar el sueño, mejorar la calidad del descanso y además te aporta energía. Esto se debe a que contiene vitamina B6, un nutriente esencial para sintetizar el magnesio y dopamina, para mejorar la energía.
También es rica en vitamina A, que apoya a la salud visual. La vitamina B6, además, actúa como neurotransmisora que previene trastornos como la ansiedad y el estrés. Finalmente, es rica en vitamina C que refuerza el sistema inmune.
Cómo usar la cáscara de sandía
Comer directamente la cáscara de la sandía puede resultar poco agradable. Su sabor ácido e intenso no es para todos, pero existen varias formas de hacerla más agradable. Las más comunes son usarla como parte de licuados o batidos, en forma de infusión e incluso en escabeche, que le da un sabor muy rico y potente.
Es común también su uso en forma de tónico para el rostro, usando el agua de la cáscara hervida directamente sobre la piel para mejorar su aspecto e hidratación.
Es importante tener en cuenta que, si vas a consumir la cáscara de sandía, tenés que asegurarte de lavarla adecuadamente para eliminar cualquier residuo de pesticidas u otros contaminantes.
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