Por qué los científicos dicen que en 2045 se podrá ver el fin del universo en vivo
Una famosa organización científica europea anunció que gracias a una máquina que construirá en unos años se podrá ver el fin del universo en el 2045.
La Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida como CERN, es un centro de renombre mundial ubicado en Ginebra, Suiza. Su principal objetivo es comprender las partículas más pequeñas que componen nuestro universo y las fuerzas que las gobiernan y en los últimos días hizo un anuncio sorprendente: en el año 2045 podrá verse el fin del universo.
El CERN es el hogar del Gran Colisionador de Hadrones, una maravilla tecnológica que permite a los científicos observar cómo interactúan las partículas subatómicas en condiciones extremas. Pero ahora se embarca en un proyecto aún más grande y poderoso: el Colisionador Circular Futuro (FCC).
Esta organización europea busca comprender el funcionamiento del universo y fueron los responsables del descubrimiento del bosón de Higgs, hace 12 años, una partícula crucial para entender el funcionamiento de otras partículas. Ahora aseguran que podrá verse el fin del universo en 2045 gracias al FFC, que explorará misterios cósmicos y simulará el posible final del cosmos.
El fin del universo de la mano de un nuevo Colisionador
Según la Organización Europea para la Investigación Nuclear, que se hizo famosa por el Gran Colisionador de Hadrones, el fin del universo podrá verse dentro de unos pocos años gracias a esta máquina que ha colaborado a la hora de abordar algunos de los grandes misterios de la física y del universo.
Los científicos que pertenecen al CERN decidieron usar el Gran Colisionador para recrear cómo será el fin del universo y también para evaluar si las condiciones para que esto ocurra están en un futuro lejano o mucho más cerca de lo que imaginamos.
Con el avance de la tecnología, el CERN está dando un paso adelante con la construcción del Colisionador Circular Futuro, el nuevo acelerador de partículas que será tres veces más grande que el LHC y permitirá a los científicos estudiar las partículas con mucho más detalle y precisión.
El FCC tiene como fin abordar algunos de los mayores misterios de la física, como explicar por qué existe más materia que antimateria en el universo, un desequilibrio fundamental que plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la realidad y podría tener implicaciones significativas para nuestra comprensión del cosmos.
El fin del universo podrá verse en el 2045
El proyecto arrancará con la construcción del Colisionador Circular Futuro, que tiene fecha prevista para el 2030 y que se espera pueda estar operativo en el 2045, fecha en la que ya podrá verse en vivo cómo será el fin del universo, aunque las investigaciones durarán varias décadas: se estima que hasta 2070.
El proyecto del FCC requiere un esfuerzo tremendo con una colaboración internacional sin precedentes y un compromiso a largo plazo con la exploración científica. Según las previsiones del CERN el FCC costará 20.000 millones de euros y tendrá tres veces el tamaño del Gran Colisionador de Hadrones.
Este nuevo Colisionador no solo permitirá ver qué condiciones deben existir para que se produzca el fin del universo, sino que permitirá desentrañar algunos de los muchos misterios que tiene el cosmos y que desvelan a la comunidad científica de todo el mundo.
Será capaz de producir nada menos que 40 millones de colisiones por segundo y la cantidad de información que generará será tan enorme que será necesario poner a punto un sistema que sea capaz de analizar los datos en tiempo real y tomar una decisión respecto a la colisión que se acaba de producir.
El Colisionador Circular Futuro y los misterios del universo
El bosón de Higgs, un tipo de partícula elemental que explicaría cómo se origina la masa de todas las partículas del universo y que fue hallada en 2012, seguirá siendo una parte central de la investigación en el FCC.
Este nuevo acelerador podría producir millones de bosones de Higgs, lo que permitiría a los científicos estudiar sus propiedades en detalle y comprender mejor su papel en el universo.
Este nuevo descubrimiento trascendental será un avance significativo en la búsqueda de respuestas a algunas de las preguntas más profundas sobre el universo que la humanidad ha perseguido durante siglos.
Es por eso que se espera con ansias que el trabajo del bosón de Higgs y la simulación del posible destino final del cosmos nos acerquen cada vez más a comprender nuestra propia existencia y el lugar que ocupamos en el vasto tejido del espacio-tiempo.
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