El entrenador de Boca tiene números digno de admiración en La Bombonera. De visitante, estadísticas alarmantes.
Boca tiene dos caras. Lo saben los jugadores, el entrenador, los hinchas, y todo aquel fanático del fútbol que sigue a diario lo que sucede con el fútbol argentino. Las dificultades para caminar por el torneo doméstico y la solvencia en Copa Sudamericana. Las dificultades de visitante y el récord de local. Todo eso es Boca.
Esto último explica por qué está decimoquinto en la tabla de posiciones de la Liga Profesional de Fútbol y actualmente afuera de los puestos que clasifican a los torneos internacionales para la próxima temporada. Esto es de máxima preocupación para los hinchas del xeneize al ver que su equipo no puede hacer pie de visitante a diferencia de lo que exhibe en su casa, La Bombonera, y también deja en la mira al entrenador Diego Martínez que en los últimos días fue el blanco de crítica ante el funcionamiento del equipo.
Los partidos en La Bombonera mantienen en pie su ciclo con un récord digno de admiración: es que en 2024 no sufrió derrotas en su cancha, cosechando 11 victorias y cinco empates. Este domingo buscará acrecentar su racha favorable en el clásico ante San Lorenzo por la Liga Profesional de Fútbol en medio de buenos resultados ante clubes grandes con Boca (tres triunfos y un empate).
Fuera de casa, sin el apoyo de la gente y con cambios en el once inicial, los números preocupan a más no poder. Es que de los 17 partidos que jugó ganó cuatro, empató siete y perdió seis. Seguramente estas estadísticas serán un problema que el xeneize deberá resolver cuanto antes si quiere encaminar la clasificación a copa a través de la tabla anual.
Miramón, el mediocampista con el que Martínez busca equilibrio
Ignacio Miramón fue presentado oficialmente como nuevo jugador de Boca Juniors junto a Agustín Martegani. A pesar de algunos retrasos en su transferencia desde Lille, Miramón expresó su alegría por unirse al club, destacando que su familia está emocionada y que jugar en La Bombonera será un sueño hecho realidad.
Aunque no podrá participar en el próximo partido contra Cruzeiro, se mostró entusiasmado por su nueva etapa en el Xeneize. "Mi familia está muy contenta, cuando firmé el contrato y entramos a la Bombonera mi viejo se largó a llorar. Estoy contento de estar acá".
Además, agregó: "En Francia no jugué mucho pero fue un año de aprendizaje, cuando surgió la oportunidad me puse muy contento. Imagino que jugar en La Bombonera debe ser una locura". Anteriormente, en el fútbol argentino, había jugado en Gimnasia y Esgrima de La Plata donde Diego Maradona lo subió a primera.
"Me gusta jugar de cinco o de doble cinco acompañado. Sé que los chicos lo están haciendo bien pero vengo a tratar de meter y jugar para adelante", expresó el ex Gimnasia sobre el rol que le gustaría ocupar dentro del esquema de Diego Martínez.
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