Drogas, armas, una presunta infidelidad, un robo y un crimen planeado

Fierros, flores, adolescentes, un contrato de palabra, un Ford Escort bordó, un chofer, una supuesta infidelidad, un robo y una premeditación. Son los elementos que describió la fiscalía sobre el crimen de Gustavo Olate ocurrido en diciembre en el barrio Parque Industrial de Neuquén. Tres jóvenes fueron acusados por el homicidio y otros tres están identificados y prófugos.

Para la fiscalía, entre seis asesinaron al joven Olate, de 24 años. Lo buscaron, lo persiguieron, lo golpearon y lo ejecutaron a tiros. Ocho impactos de bala tenía el cuerpo de la víctima, tal como certificó la autopsia forense.

En la audiencia del martes 31 de enero, el Ministerio Público Fiscal acusó a tres jóvenes de 20, 21 y 25 años de “darle muerte a Gustavo Andrés Olate en cumplimiento de un acuerdo previo a tal fin”. Para la fiscalía, los seis jóvenes acordaron asesinar a Olate y para ello llevaron adelante un plan. Los otros tres están identificados y con una orden de captura en su contra.

Planear la emboscada

De acuerdo a lo que pudo reconstruir la fiscalía, se llevó adelante un plan para darle muerte a Olate y, según la teoría que persigue, utilizaron a una adolescente para contactar a Olate y así saber dónde estaba, y le pagaron a otro joven para que los llevara y luego modificara el vehículo.

En esta línea, de acuerdo a la investigación y testimonios relevados, el Ministerio Público Fiscal indicó que la víctima vivía con su pareja hasta una semana antes del crimen en una vivienda de Centenario, que le alquilaba a un familiar de uno de los prófugos. Pero que, por problemas entre ellos, había dejado la casa y se fue dónde su madre en Parque Industrial. Fue la defensa quien luego detalló que el motivo de la pelea, ya que antes se llevaban bien los jóvenes, habría sido una presunta infidelidad de su novia con el prófugo.

Este joven, quien a la fecha está evadido, se dedica a la venta de estupefacientes y dirime sus problemas a los tiros. Así se pudo observar del relato de varios de los testigos entrevistados, inclusive la novia de la víctima y una prima del prófugo. Además, que los tres acusados forman parte de su círculo de amistades y frecuentaban su vivienda.

La fiscalía contó que este joven lo buscaba a Olate por haberse robado algunas cosas antes de irse de Centenario. “Le había robado giladas, flores, fierros”, sostuvo una testigo de 14 años, a quien el prófugo le pidió que contactara a Olate para “asustarlo” y que le pagaría “con flores o plata”. Ella debía avisarle dónde estaban esa noche, así podían encontrarlos.

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Fue así que la chica lo contactó y, la noche del 3 de diciembre de 2022, se reunió con la víctima en el Parque Central, pero no acudió sola sino con dos amigos, una chica y un chico, todos menores de edad.

“De allí se fueron a Parque Industrial y en un momento apareció este joven con los amigos en un auto y empezó todo. Ella dice que los tiros les pasaban por al lado, que se volvieron los tres a la casa de este joven en taxi, porque él tenía que pagarles ya que no tenían dinero”, detalló la asistente letrada Lucrecia Sola sobre el testimonio de la adolescente, quien al igual que todos los menores declararon junto a adultos a su lado. Fue allí que la chica le reprochó lo que sucedió y le dijo que no sabía que llevarían armas.

Una confesión a una familiar

Entre los tantos testimonios que obtuvo la fiscalía, a través de la investigación que llevó adelante la División de Homicidios de la Policía, hay uno muy importante. Es una adolescente de 15 años, a quien se le explicó que podía abstenerse de declarar por ser familiar de uno de los imputados, hoy prófugo y quien tenía el problema con Olate.

Fue ella quien introdujo el tema de la relación que habrían entablado la novia de Olate y este joven, que después buscó a la adolescente para “asustarlo” y que Olate se había “guardado cosas”. Todo su relato se basó en la confesión de su primo de lo sucedido.

Fue así que indicó que éste se dedica a la venta de droga y detalló quienes lo acompañaron esa noche, brindando uno a uno los nombres de los imputados. También quien condujo el auto, que su primo había contactado a una chica menor para que se reuniera con Olate y les diga dónde estaban. Según este relato, uno de los tres acusados en la audiencia fue quien efectuó los últimos disparos con un arma calibre 22, que le dieron muerte a Olate.

Sin embargo, ese fue uno de los puntos más debatidos por la defensa de los acusados. Es que, se trató de una “testigo de oídas” y no directa que pueda ubicar en el lugar del crimen a los jóvenes.

A la fecha permanecen prófugos justamente quien tenía el conflicto con Olate, el dueño del auto y un tercer joven. “El conflicto está suscrito a ellos tres, justo las tres personas que no están aquí”, indicó el defensor Alfredo Ferreyra y agregó que ningún testigo pudo ubicar a sus defendidos en el lugar, salvo la testigo de oídas.

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Maria Isabel Sanchez

Acusados y a la casa

Pese a la oposición de la defensa, tras un largo cuarto intermedio, el juez Gustavo Ravizzoli avaló los cargos contra los tres jóvenes por el delito de homicidios doblemente agravado por el uso de arma y por el concurso premeditado de dos o más personas.

Respecto a la medida cautelar, el magistrado entendió acreditados los riesgos de fuga y entorpecimiento invocados por la fiscalía y les dictó una prisión preventiva por dos meses para dos, ya que el tercero ya cumple esa medida por otra causa. La fiscalía había solicitado seis meses.

Sin embargo, la defensa solicitó revisar el fallo del magistrado y el último viernes volvieron a debatir ante un tribunal de Revisión. En la misma, la defensa insistió en la morigeración de la medida cautelar para dos de sus defendidos. Solicitó la libertad o subsidiariamente una detención domiciliaria.

Pese a la oposición de la fiscalía, esta vez, el tribunal Revisor avaló el pedido de la defensa y le dictó domiciliaria a los dos acusados. El tercero deberá esperar cómo avanza el proceso judicial en la otra causa de fines de diciembre, por un robo armado.

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