Torta mil hojas, una receta que nunca pasa de moda
Aprendé a preparar esta receta exquisita de torta de capas crujientes y dulce de leche que se roba las miradas y los aplausos en cualquier ocasión.
La torta mil hojas es una verdadera obra maestra de la pastelería que combina texturas y sabores de una manera inigualable. Este postre, originario de la cocina europea, se adaptó al gusto argentino, convirtiéndose en un ícono de las mesas festivas. Sus capas finas y crujientes de masa, alternadas con abundante dulce de leche, son un deleite para el paladar y una tentación para los amantes de lo dulce.
Aunque su elaboración puede parecer un desafío, con un poco de paciencia y atención a los detalles, es posible lograr una torta mil hojas digna de las mejores confiterías. A continuación, te compartimos una receta paso a paso para que te animes a preparar este clásico en casa.
El origen de la torta mil hojas
La torta mil hojas tiene sus raíces en el "mille-feuille", un postre tradicional francés también conocido como "napoleón". Su nombre hace referencia a las numerosas capas de masa filo o hojaldre que la componen. En Argentina, esta receta fue reinterpretada, sustituyendo las cremas originales por nuestro amado dulce de leche, lo que le dio un carácter único y un sabor distintivo.
Receta de torta mil hojas: paso a paso
Ingredientes (para una torta mediana)
- 500 g de harina 0000
- 250 g de manteca fría
- 1 huevo
- 150 ml de agua helada
- 1 cdita. de sal
- 1 cdita. de vinagre blanco
- 700 g de dulce de leche repostero
- Azúcar impalpable para decorar
Paso a paso
Prepará la masa de hojaldre: En un bowl grande, mezclá la harina con la sal. Incorporá la manteca en cubos y trabajá con las manos hasta lograr un arenado. Agregá el huevo, el agua helada y el vinagre. Amasá ligeramente hasta formar un bollo homogéneo. Cubrí con papel film y dejá reposar en la heladera por al menos 1 hora.
Estirá y plegá: Dividí la masa en partes iguales. Estirá cada porción sobre una superficie enharinada hasta lograr un rectángulo fino. Doblá en tres partes como un libro y girá 90 grados. Repetí este procedimiento al menos tres veces para generar las capas del hojaldre. Entre cada plegado, llevá la masa a la heladera durante 15 minutos.
Cortá y horneá las capas: Precalentá el horno a 200 °C. Estirá las porciones de masa hasta que queden de 2 mm de grosor. Pinchá con un tenedor para evitar que se inflen y horneá cada capa en una bandeja con papel manteca hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 8-10 minutos.
Armá la torta: Una vez que las capas estén frías, comenzá a armarlas alternando una capa de masa con una generosa porción de dulce de leche. Asegurate de cubrir de manera uniforme para que cada bocado sea perfecto.
Decorá: Espolvoreá la superficie con azúcar impalpable. Si querés un acabado más elaborado, podés usar glasé o merengue.
Consejos para un resultado espectacular
- El hojaldre: La clave está en mantener los ingredientes fríos y respetar los tiempos de reposo entre plegados.
- El dulce de leche: Elegí uno de buena calidad y consistencia firme para evitar que se desborde.
- La presentación: Utilizá un cuchillo filoso para cortar porciones prolijas y mostrá las capas en todo su esplendor.
Variantes para todos los gustos
Aunque la versión clásica con dulce de leche es la más popular en Argentina, existen muchas formas de innovar con la torta mil hojas:
- Rellenos alternativos: Probá con crema pastelera, crema chantilly o una combinación de ambas.
- Toques frutales: Agregá rodajas de durazno en almíbar o frutas del bosque entre las capas.
- Coberturas originales: Reemplazá el azúcar impalpable por chocolate rallado, praliné o un glaseado de caramelo.
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