Además se les sumaría un 5,4% perteneciente a la clausula gatillo del año pasado, por inflación.
Durante buena parte de ayer fue casi un hecho. Pero sobre el final los gremios petroleros y las operadoras entraron en un cuarto intermedio hasta hoy a las 15. Estaba todo listo para la firma de una suba para el 2018 de un 15%, que incluiría una revisión en octubre atada a la inflación, además de dos pagos retroactivos a enero (2,53%) y marzo (5,4%) correspondientes a la inflación del año pasado.
Sin embargo, los gremios de Chubut y Santa Cruz fijaron una postura diferente: querían que el reconocimiento de la inflación del 2017 no fuera remunerativo ni bonificable.
Esto trabó la negociación, ya que el Sindicato del Petróleo y Gas privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, y el ministerio de Trabajo se opusieron.
Según las fuentes consultadas, los gremios del sur del país, al mismo tiempo le reclamaron a las operadoras un bono por lo que dejarían de percibir por una aplicación de la cláusula gatillo del 2017 “en negro”.
En lo que respecta al acuerdo del corriente año, los sindicato de todo el país acordaron una suba del 15%, que se liquidará en dos pagos: el primero de ellos correspondiente a abril, con un 7,5% y la siguiente cuota, idéntica, en octubre.
Así lo informaron fuentes del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa.
La organización sindical sostuvo además que la variación en los salarios, ajustada por inflación, correspondiente al 2017, quedaría tras el acuerdo rubricado ayer en un 25,4%.
Tras la falta de acuerdo, la negociación salarial, clave para la economía neuquina por su impacto en el sector, volverá a reunirse a las 15 en Buenos Aires.
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