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La Mañana Calvario

Es un calvario la vida en el oeste por falta de agua

El servicio funciona mal y deben comprar bidones. Belén, Hibepa y Gran Neuquén, los más afectados.

Sofía Sandoval

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El aire aplastante de la tarde se siente aún con más fuerza en algunos barrios de Neuquén, donde las canillas no responden al intento de los vecinos por buscar algún alivio. Desde hace al menos tres días sufren la falta del insumo o una baja presión que no les permite hacer frente a las altas temperaturas.

En el barrio Belén, ayer, apenas unas gotas salían por la canilla del patio. "No alcanza para nada", se quejó María, que pasaba la tarde refugiada en la escasa sombra del patio de su casa.

Aunque compran bidones con agua para tomar, no tienen el recurso ni para bañarse ni para lavar los platos ni para regar la tierra seca de su terreno, lo que le permitiría refrescar un poco el predio para combatir el calor agobiante.

"A la noche empieza a subir un poco la presión, pero tampoco nos alcanza para regar", se lamentó Romina, otra vecina del sector. En su casa, la baja presión no deja que el agua llegue al tanque, por lo que usan la canilla de afuera, que está conectada a la red, para bañarse. "Sacamos el shampoo afuera, aprovechamos que hace calor", señaló.

Según explicaron, el mismo padecimiento se vive en Hibepa cada verano, cuando la sobrecarga del servicio eléctrico perjudica a la red de bombeo.

A pesar de la costumbre, sufren cada temporada cuando la falta del agua se suma a los calores agobiantes.

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“Nosotros tenemos una bomba en el patio, pero sale muy poquita”, explicó Milagros, que atiende un almacén a pocas cuadras de la casa de María. Para ella, lo peor del problema es que no puede bañarse de noche ni lavar los pisos del local, adonde acuden más vecinos a comprar hielo y bebidas para contrarrestar la carencia.

Desde el EPAS explicaron que el problema se debe a los cortes de energía que se producen por la ola de calor y que paralizan las bombas.

Si bien las plantas potabilizadoras y de reserva están en buenas condiciones, la falta de luz impide el bombeo.

Agregaron que el problema se repite en otras localidades, como Plaza Huincul, Cutral Co y en el norte.

Gran Neuquén

En Gran Neuquén, el agua corría ayer después de varios días de interrupción del servicio.

"Es algo que pasa cada verano, también sufrimos cortes de luz de unos minutos o de horas", remarcó José, un vecino del barrio que siempre guarda botellas de agua en la heladera para que el corte no lo agarre desprevenido.

En La Sirena, mientras tanto, ya llevan dos semanas sufriendo la baja presión de la red.

"Sale muy poco, y lo que sale no se puede tomar", señaló Ana, y agregó que de las canillas obtienen un líquido oscuro que los obliga a comprar bidones para satisfacer el consumo.

"Son muchos días y hay gente que no puede pagar por el bidón", dijo y explicó que, como paliativo, llenaron los tanques de las casas con agua, pero el problema se mantuvo porque eso no eliminó la turbidez.

En los vecinos se conjuga una mezcla de enojo y resignación ante un problema ya conocido, que los obliga a ingeniárselas con pocos recursos para enfrentar los picos de calor.

"Juntamos en un bidón o en un tambor y con eso nos arreglamos", remarcó María, otra vecina de La Sirena.

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