En YPF, por su parte, ya se exhiben nuevos precios: la nafta super pasó a costar 36,32 pesos por litro y la Infinia, 41,66 pesos. El gasoil recibió el mismo porcentaje de aumento, por lo que pasó a costar 41,90 en su versión estándar y 49,08 pesos en la etiqueta Euro.
Carlos Pinto, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustible de Río Negro y Neuquén, aclaró a LMN que las subas fueron diferentes en todo el país, y oscilaron entre el 1,5% y el 2,5%. Sin embargo, señaló que los clientes no dejaron de comprar porque el aumento no fue tan abrupto como en otras ocasiones, cuando los precios subieron un 7%.
El empresario coincidió que la opinión de otros estacioneros del país, que señalan que los incrementos deberían ser mayores. “Aunque no se pierda plata, la suba de las naftas siempre viene equiparada al incremento de otros insumos como la electricidad, por lo que el margen de ganancia se mantiene estable”, sostuvo y agregó: “Se trata de una rentabilidad baja en relación al tipo de negocio y la inversión que requiere”.
Por otro lado, recordó que el valor de la nafta es más económico en la zona que en otros puntos del país, ya que desde 2015 las provincias patagónicas están exentas del pago del Impuesto de Transferencia de los Combustibles (ITC). “Si se eliminaran todos los impuestos, el precio de la nafta y el gasoil podría ser la mitad del que tenemos hoy”, afirmó.
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