Fabrican artesanías con neumáticos que sacan del mar
Un recolector municipal y un artesano emprendieron la inciativa que conjuga el cuidado del medio ambiente, la creatividad y una posible salida laboral.
Dos vecinos de San Antonio se unieron para formar un equipo que encadena el reciclaje, el arte y una posibilidad laboral, que en estos tiempos difíciles no es un dato de menor trascendencia.
El primer eslabón lo aporta Víctor Velasque, el reconocido empleado municipal del área de recolección de residuos, infatigable defensor del medio ambiente e inspirador de numerosas campañas para recoger basura de playas y otros espacios públicos.
Precisamente “Cholo”, como lo apodan, suele retirar de la ría local cubiertas de vehículos de todos los modelos.
Aquí aparece Mauro Vázquez en el proceso. Él se encarga de brindarles una nueva función a esos neumáticos desperdigados en el cauce marino, y los transforma en piezas de artesanía, como vistosos maceteros, sillones y mesas ideales para ubicar en un patio o jardín.
Mauro es carpintero, experimentado en la construcción de cabañas y bungalows, y hace unos pocos años se mudó de Bariloche a la costa rionegrina. Por su habilidad para realizar labores manuales, y dada la escasez de demanda en su especialidad, se ha dedicado a la albañilería, plomería, herrería, pintura o reparaciones de cualquier tipo.
Ahora, ante la crisis de la pandemia, apeló a su maña de artesano, una veta que conoce de haberla transitado en diferentes momentos, y comenzó a malear gomas de vehículos.
En el taller que armó en el fondo de su casa, contó que hace unos cuatro meses lo alentó su esposa y se animó a indagar en internet, donde encontró tutoriales en Youtube.
Su primera obra, con una cubierta que encontró en un baldío, fue un jarrón masetero.
Entusiasmado por el resultado salió a buscar otras cubiertas para el descarte, pero en la mayoría de las gomerías se las cobraban. Solo en un comercio de la calle Malvinas le entregaron unas pocas sin cargo.
Se le ocurrió entonces contactar Velasque, a quien Mauro conocía por su labor en la recolección de basura, y le pidió los neumáticos que saca de la ría.
“Le damos utilidad a algo que perjudicaba al medio ambiente. En vez de que terminen en el basurero o contaminando en otro lado se convierten en cosas que sirven”, destaca el operario comunal, que accedió a sumarse a la movida.
Una salida laboral
Velasque lleva recogidas más de 20 neumáticos del brazo de mar que bordea al norte de la localidad.
Según pudo averiguar, son las que se desprenden del muelle pesquero, colocadas para amortiguar el asiento de los barcos.
Dice que son difíciles de extraer por el peso que adquieren al llenarse de agua y arena. Pero destaca que de todos modos lo logra.
Cuando las recibe Mauro, la primera tarea es lavarlas. Después las desmonta con un cuchillo asombrosamente afilado. Talón, banda de rodamiento, flancos, aros. Cada parte puede tener una utilidad.
El artesano destaca que con la práctica fue mejorando cada modelo. Tiene una línea de maceteros que recuerdan a la Champions. También un juego de jardín con mesa y sillones con el asiento entretejido muy confortable. Pero puede hacer otras cosas, como juegos infantiles y trampolines para gimnasia.
“Soy un fanático del reciclaje, bastante ciruja también. Y apuesto a que esto sea una salida laboral. Está todo muy difícil por la situación económica, pero confío en que me puede ir bien”, destacó Mauro.
De hecho, Velasque lo promocionó en sus redes sociales e inmediatamente recibió no pocos interesados, y ya tiene varios encargos.
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