Se cumplendos décadas del debut de Juan Ignacio Sánchez y Rubén Wolkowyski, los primeros argentinos en jugar en la liga de básquet más prestigiosa del mundo.
Veinte años no es nada cuando se enciende la memoria y volver al pasado produce esta reacción instantánea de un tiempo lejano, pero a la vez tan cercano. Dos décadas atrás se producía el debut del primer jugador argentino en la NBA, en una noche mágica porque entre las horas de ese día y del siguiente, el primero de noviembre, iban a ser dos los jugadores que saltaron a la cancha: el bahiense Juan Ignacio Sánchez quien seis años atrás había debutado en la Liga Nacional en Deportivo Roca y luego el chaqueño Rubén Wolkowisky, en ese orden.
Claro, eran tiempos en que llegar a la NBA para los argentinos era un sueño inalcanzable. Y más aún después de que fallaron en sus intentos, Jorge “El Gigante” González quien en 1988 jugó partidos de pretemporada para Atlanta Hawks, pero no pasó de eso y luego tampoco pudo ingresar Hernán “El Loco” Montenegro, seleccionado por Philadelphia Sixers en el Draft de ese mismo año aunque todo se truncó luego.
Pero dos años después el milagro ocurrió. El primero en entrar a la cancha, a las 22 de ese martes 31, fue Pepe, quien había llegado a los 76ers de Philadelphia luego de haber brillado en la Universidad de Temple. “Me fui para buscar un salto de calidad, no pensando en la NBA, se fue dando todo”, contó en una entrevista a medios porteños.
El base cumplió un sueño de 2m30s en el Madison Square Garden de Nueva York ante los Knicks, en la victoria de los 76ers por 101-72. En su planilla el bahiense robó dos pelotas en el equipo que incluía, entre otros, a Allen Iverson y Toni Kukoc.
“Ni siquiera estaba en el equipo, pero 48 horas antes me dijeron que estaba entre los 15;24 horas antes, que me iba a cambiar. Yo ni hubiera entrado, pero mis compañeros le pidieron al entrenador (Larry Brown) que me pusiera. De repente me vi jugando en una cancha de la NBA...”, recordó.
Casi sobre el final de ese partido comenzaba a cumplirse otro sueño con la llegada del segundo argentino oficialmente en el mejor básquet del mundo. A las 0.30 del ya miércoles 1°, Wolkowyski era parte de los Seattle Supersonics que debutaban ante los Vancouver Grizzlies en Canadá.
El Colo, que había llegado a la NBA directamente de la Liga Nacional, sumó más minutos, 12, pero, no marcó (0-4), aunque atrapó dos rebotes, metió una tapa y cometió una falta en la derrota 94-88. Dos de sus compañeros eran Patrick Ewing y Gary Payton, nada menos.
“Lo que más me acuerdo son los tiempos de llegada, cuando fui en octubre, cuando se firmó el contrato, después cuando empezamos los partidos de preparatoria, todo lo que fue la movida de mi familia desde Argentina para ir a visitar Estados Unidos, que no es poca cosa, acostumbrarme a un sistema muy diferente. Si bien es un sistema que todo el mundo sueña, nunca me acostumbré. Disfruté del momento y tratar de aprovecharlo. Del día del partido me acuerdo pocas cosas por los nervios que tuve en ese momento. Nunca tuve tantos nervios antes de un partido, ni en la final del mundo (subcampeón en Indianápolis 2002), ni en la olímpica (campeón en Atenas 2004) con la Selección Argentina que también compartió con Pepe Sánchez formando ambos parte de la Generación Dorada.
“El detalle más impactante para mí fue que cada equipo tuviera su avión propio para viajar a todos lados. En Argentina vas en micro... Cuando yo jugaba en el antiguo TNA, íbamos en auto, camioneta, a veces ponían colchones para dormir, veintipico de horas...”, contó el pivote.
Pepe Sánchez, tras jugar 19 partidos, pasó en febrero a Atlanta, jugó cinco y regresó a Philadelphia, donde sumó cinco más, pero si bien quedó en el equipo no participó en los playoffs, incluida la final que los 76ers perdieron ante LA Lakers. Su destino luego estuvo en Grecia, donde fue campeón de la Euroliga con el Panathinaikos. En la 2002/03 volvió al Circo para jugar nueve veces en Detroit y luego pasó a Golden State, donde no llegó a debutar. En el 2003 se mudó a España para nunca más volver.
Wolko acumuló 34 partidos en Seattle y después pasó a Dallas, equipo con el que participó en el campamento de verano pero no quedó; viajó a Moscú para jugar en el CSKA, incluso regresó a la Liga Nacional para sumar partidos en Quilmes de Mar del Plata. En septiembre del 2002 retornó a la NBA tras firmar con los Boston Celtics, donde jugó siete partidos. En febrero del 2003, el pivote desembarcó en el Tau Cerámica español, donde se reencontraria con sus compañeros de Selección, Luis Scola y Andrés Nocioni.
Ambos abrieron el camino para que después otros argentinos llegaran a la NBA. Ya había debutado Manu Ginóbili, el 29 de octubre del 2002, en San Antonio, franquicia en la que jugó hasta el 2018 y ganó cuatro anillos, coincidiendo en la temporada 2006/2007 con Fabricio Oberto, otro de los que llegó también al Planeta Básquet.
El Colo y Pepe comenzaron una historia que luego sumó 10 nombres más durante 18 años, hasta que se cortó, aunque el futuro despierta nuevas ilusiones gracias a aquellos dos pioneros.
En que andan hoy
Pepe es el director general del equipo de Bahía Blanca que se prepara para jugar la Liga Nacional, que comenzará el martes.
Wolkowyski, de 47, en Málaga, España, trabaja con un ex compañero de Selección Walter Herrmann y el voleibolista Macos Milinkovic en en el Cris Martia, en un proyecto para tecnificación de básquet y vóley.
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