Martín Lozada tuvo que intervenir ante la negativa de la esposa del hombre, quien se encuentra muy grave.
Está internado en el hospital zonal de Bariloche a raíz de un choque en el paso Samoré.
Bariloche > Un fallo judicial autorizó una transfusión de sangre a un hombre de 55 años, quien permanece internado en grave estado en la terapia intensiva del hospital zonal de Bariloche como consecuencia de las gravísimas lesiones que sufrió tras un choque en el paso internacional Cardenal Samoré.
El juez Martín Lozada resolvió autorizar la transfusión a partir del pedido que había formulado la doctora Susana Gándara, jefa de terapia intensiva del hospital zonal.
Desde el Poder Judicial informaron ayer que el juez tuvo que intervenir en el caso en las últimas horas de la noche del jueves.
Señalaron que se trata de un paciente que ingresó el pasado martes en el hospital local, luego de sufrir un severo accidente automovilístico en cercanías de Villa La Angostura. El hombre viajaba con su esposa en un Chevrolet Corsa hacia Chile cuando colisionaron con un camión.
Indicaron que su cónyuge, testigo de Jehová, expresó que se oponía a la transfusión que los médicos consideraron imprescindible para mantenerlo con vida.
La mujer se opuso porque se trata de una intervención que está prohibida por el culto de los testigos de Jehová.
“Para resolver la cuestión planteada tomo en cuenta, en primer término, el estado de gravedad del paciente, quien según lo informado vía telefónica por la doctora Gándara, corre serio e inminente riesgo de muerte en caso de no practicarse la transfusión que nos atañe”, destacó Lozada, en el fallo.
El juez indicó que la esposa del paciente relevó “de toda responsabilidad legal a los médicos que tuvieran a cargo la atención” de su esposo, según consta en la historia clínica del paciente.
Lozada tomó en consideración “las manifestaciones formuladas por los progenitores del paciente, en cuanto es su deseo que la intervención médica se practique de modo urgente e inmediato, para de ese modo lograr salvar su vida”.
“No dejo de valorar aquí que no se cuenta con una manifestación de voluntad que en vida, y con pleno discernimiento, hubiera formalizado el paciente en relación a la orientación de su deseo en un caso como el que aquí se plantea”, advirtió Lozada.
Señaló que “se trata de un dilema, claro está, planteado entre dos bienes jurídicos precisos. Por un lado, la libertad personal, la libertad de culto, y la dignidad de la persona humana. Y, por otro, la preservación de la vida a través de un procedimiento médico estimado como clínicamente indispensable para lograr mantener con vida al paciente. Y es sobre este punto sobre el cual gravitará la resolución de la cuestión planteada al suscripto”.
Y consideró que “no corresponde” que sea su cónyuge la que tome esa decisión.
Desde el Poder Judicial informaron que “el paciente se encuentra todavía en riesgo, aunque su situación hemodinámica ha mejorado a partir de la transfusión de sangre finalmente efectuada”.
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