La Ruta 242 quedó intransitable. Este medio es la única alternativa para ir al almacén más cercano. Este lunes intentaron llegar con sus perros, pero no lo lograron. El martes volverán por la hazaña.
Hernan, de 53 años, sabe que vive en un lugar alejado de toda urbanización. Está a tres kilómetros del paso internacional Pino Hachado y a 50 del supermercado más cercano de su casa, en Las Lajas. Reside y trabaja en medio de la naturaleza, y este lunes, junto con su esposa y ocho perros, se adueñaron de un tramo de la Ruta 242.
Si bien este matrimonio y su hijo de 23 años, Pancho, trabajan con trineos y distintas excursiones, nunca “habían hecho algo igual”. La decisión se tomó un poco apresurada. Salieron este lunes en la mañana con destino al súper y descendieron a pie el kilómetro que separa el hogar con la playa de estacionamiento. Pero, al intentar circular en su camioneta con las cadenas y todas las medidas de seguridad, la cantidad de nieve en los caminos les imposibilitó continuar. “La inactividad de la pandemia paró todo, hasta las máquinas que despejan la ruta”, confirmó Hernán a LMN.
Tras la negativa de poder ir en su vehículo, el matrimonio decidió tomar ocho perros y un trineo. “Nunca había hecho algo así, era la primera vez que nos tocó descender por la ruta con destino al supermercado”, aseguró el dueño de Hotel Horses And Huskies.
Primero fueron al Paso a ver si alguien le podía avisar o confirmar cuándo pasaría la máquina para despejar la Ruta 242. Al ver que no había nadie, siguieron para la oficina de Vialidad Nacional que estaba cerrada. “En ese momento comenzamos a bajar para Las Lajas, como una especie de prueba porque en un primer momento no tuvimos pensado hacer esto”, contó.
Recorrieron 11 kilómetros en trineo y al ver que tardaron más de lo pensado hicieron cálculos: “Ahí proyectamos cuánto tardaríamos en llegar a Las Lajas y volver, y nos dimos cuenta que regresaríamos muy tarde, entonces abortamos la misión”.
Tras volver sin complicaciones a su hogar, Hernán aseguró que "están tranquilos” porque tienen reservorios de alimentos para ellos y para sus 36 perros “por unos días más”. “Además de ir a Las Lajas a comprar más provisiones, tengo que atender a mi madre que tiene problemas psiquiátricos y está en Zapala y necesita que le mande alimentos y distintas ayudas”, explicó.
Este problema de conectividad, entre su casa y Las Lajas, es la primera vez que se le presentó a esta familia, ya que “hubo otras nevadas más fuertes, pero acá el inconveniente es que las máquinas no están trabajando por la pandemia”.
Este martes, el matrimonio lo volverá a intentar. Saldrán en la mañana “bien temprano”, a pesar de que posiblemente no lleguen a destino por varias razones. “Primero si escuchamos o sabemos que las máquinas están andando, no lo haríamos por seguridad de nuestros perros. Hay que tener en cuenta que son 8 perros que van mucho más adelante que uno y a alta velocidad, entonces sería muy riesgoso, más que nada en las curvas. Además, en segundo lugar, no creemos que haya nieve hasta Las Lajas, pero lo vamos a intentar igual”, detalló.
Hernán se instaló tras la crisis del 2001 en este lugar alejado y pegado a Chile. Aunque bajar en trineo lo tomó "divertido por la anécdota", sabe “que la situación está muy difícil”, y explicó: “Esto es un desastre, acá no trabaja nadie y uno que vive del turismo sabe que estamos en un momento crítico”.
Con la esperanza de llegar, Hernán cerró la comunicación: “Mañana -por este martes- si recibís una imagen por WhatsApp mía, es que llegamos en trineo a Las Lajas, sino te tendré que avisar por mensaje de texto qué fue lo que pasó, porque acá no tenemos internet”.
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