Refuerzan la seguridad en Porto Alegre con efectivos de otras ciudades. La policía patrulla en lanchas.
Las inundaciones siguen castigando Porto Alegre y otras ciudades del sur de Brasil, una situación que se vio agravaba por la inseguridad. En los últimos días crecieron los robos, saqueos y la violencia de los grupos narcos, que aprovecharon la crisis para incrementar el tráfico de droga.
Efectivos policiales de distintas ciudades fueron derivados a Porto Alegre para reforzar la vigilancia y el control ante este nuevo escenario. Incluso tuvieron que desplegar las fuerzas especiales para poder hacer frente a la ola de violencia.
En los últimos días se vio algo insólito: grupos de policías patrullaban en lanchas la zona céntrica y suburbana de Porto Alegre ya que las calles y avenidas continúan anegadas.
Drogas en lanchas en Brasil
Un informe del diario O’Globo reveló que la Policía Civil de Rio Grande do Sul recibió el dato de que grupos delictivos estaban robando barcos, combustible y jetskis para usarlos en el transporte de drogas desde las áreas inundadas.
El despliegue policial por uno de los barrios más complicados de Porto Alegre, que aún está bajo el agua, permitió incautar once kilos de cocaína almacenadas en cajas térmicas. Luego también descubrieron marihuana potenciada en otra vivienda.
“Llevamos a cabo una gran operación de patrullaje en bote en Mathias Velho. En un principio, nos centramos en el rescate de las víctimas. Una vez que la situación se estabilizó, nos concentramos en el patrullaje para prevenir un aumento de la delincuencia y evitar la sensación de anomia social”, explicó el jefe de la Policía Civil de RS, delegado Fernando Sodré, al diario O’Globo.
Agentes de distintas fuerzas también bloquearon las principales carreteras por donde navegaban los narcos. En una de ellas interceptaron una carga de 124 kilos de “skunk”, un tipo de marihuana potenciada. Fue el cargamento más importante de este tipo de droga hasta el momento.
“Creo que pensaron que la Policía Federal estaba centrada únicamente en los rescates, pero logramos interceptar la droga. Nuestra estrategia es hacer que el poder público recupere los espacios inundados”, dijo el superintendente de la PF de Rio Grande do Sul, Aldrone Rodrigues.
Robos y saqueos en Brasil
En las redes sociales se viralizaron videos de saqueadores y ladrones que aprovechan la grave situación para ingresar a las casas abandonadas por sus habitantes, muchos de los cuales tuvieron que ser evacuados.
Algunos de estos saqueadores son enfrentados por los vecinos que quedaron en el barrio, y otros por las fuerzas policiales que intensificaron los patrullajes.
En uno de los recorridos de la Policía Civil se descubrió una especie de centro de almacenamiento de objetos robados en casas y comercios inundados. Hallaron aparatos electrónicos, electrodomésticos, perfumes y ropa.
También se registraron dos grandes saqueos en un supermercado y una fábrica de electrónicos en Eldorado do Sul, municipio devastado por la inundación en la Región Metropolitana.
“Están robando constantemente aquí y algunos delincuentes están usando jetski. Ayer, una policía que estaba con nosotros tuvo que realizar algunos disparos para asustar a estos delincuentes”, contó a un grupo de periodistas Fernando Silva, del barrio Mathias Velho.
El secretario de Seguridad Pública de Rio Grande do Sul, Sandro Caron, afirmó que se convocaron a 300 policías militares de la reserva para poder realizar un patrullaje más intenso.
El funcionario señaló, además, que se enviaron agentes de Santa Catarina, Paraná, Sao Paulo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Goiás. En total hay más de 27.000 efectivos en la zona de Porto Alegre.
“Los delincuentes no dejan de actuar por cuenta de la inundación, pero estamos con toda la fuerza en la calle en la mayor movilización policial de la historia de Rio Grande do Sul”, remarcó Caron.
Las inundaciones en Brasil ya dejaron 147 muertos y 127 desaparecidos. Más de 2,1 millones de personas se vieron afectadas y 538.000 tuvieron que desplazarse.
De acuerdo al Servicio Meteorológico, un frente frío está provocando nuevas lluvias torrenciales que pueden superar los 150 mm causando más daños a la ciudad y aumento del nivel de las aguas.
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