Sucedió en una autopista del este de Estados Unidos. Qué dijeron los agentes que la salvaron. El video del tenso momento.
En una cornisa de 15 centímetros de ancho, sin calzado y a 30 metros de altura. Así se encontraba una mujer en un puente sobre el río Holston, al este de Estados Unidos. Estaba desesperada y parecía dispuesta a acabar con su vida. Sin embargo, dos policías evitaron que se arrojara. Lo hicieron con una maniobra sincronizada y precisa. Y se transformaron en héroes.
Según informaron medios locales y la Patrulla de Carreteras de Tennessee, eran las 11 de la mañana del pasado viernes cuando el policía estatal Jacob Tizzard oyó al operador que daba cuenta de cuatro llamados a la línea de emergencias 911, alertando sobre una persona en serio riesgo.
Rápidamente, el agente dejó el control de velocidad que realizaba en una zona cercana y se dirigió por la ruta I-81 sur hasta el condado de Sullivan, a la altura del puente que marca la milla 60. Allí, de acuerdo con el reporte oficial, “una mujer se encontraba en un lugar oscuro y estaba considerando saltar”.
Afortunadamente para él y también para la mujer en peligro, el agente no estaba solo. Previo a su llegada, un predicador se detuvo en el carril de emergencia y se arrodilló a orar. También una infante de marina retirada ofreció sus conocimientos como paramérica para intentar ayudar.
“Gracias a la presencia de la gente y al trabajo conjunto, esta noche está viva”, destacó la Policía local, dando cuenta del final feliz de la historia.
Cómo inició el operativo
La respuesta a los avisos sobre esta situación límite incluyó siete unidades de la Patrulla de Carreteras de Tennessee, dos unidades del condado de Sullivan, el Departamento de Policía de Kingsport, el Servicio Médico de Emergencia del condado de Sullivan, dos unidades del Departamento de Transporte de Tennessee (TDOT) y esfuerzos coordinados de los Parques Estatales de Tennessee y la Autoridad de Carreteras de Tennessee (TWRA).
Un agente de ese último organismo, además, estaba apostado en un bote en el río. Eran, según precisó el capitán Kevin Kimbrough, supervisor del distrito de Fall Branch a cargo de Tizzard, unos 100 policías estatales de 14 condados.
"Señora, tiene todas las oportunidades del mundo para cambiar su vida. No hay nada que esté enfrentando ahora mismo que no pueda arreglar”, le dijo Kimbrough a la mujer, según le confesó a The Tennessean.
El experimentado agente, con casi tres décadas de servicio, entabló un diálogo con la potencial víctima, de unos 30 años y cuya identidad no trascendió públicamente. La escuchó por más de una hora y oyó, de su boca, los problemas que la habían llevado a esa situación extrema.
"Sus acciones destrozarán a su familia y seres queridos", le advirtió. En ese momento, de acuerdo con aquella misma fuente, un conductor que pasaba por la ruta bajó su ventanilla y le gritó a la mujer “¡Dios te ama”. A ella, según comentó luego el capitán, se le llenaron los ojos de lágrimas.
El momento más tenso del rescate
Mientras su jefe dialogaba, Tizzard, no menos experimentado, había avanzado paulatinamente hacia la persona en situación de peligro. Ella, al darse cuenta de sus intenciones, le pidió que retrocediera.
El agente estaba a aproximadamente un metro de distancia cuando la mujer les dijo dónde estaba la llave de su auto, para que pudieran comunicarse con su marido y, al parecer, comunicarle que había saltado.
También en diálogo con The Tennessean, Tizzard contó que ese fue el instante en que se decidió a actuar. Tras cruzar una mirada con Kimbrough, y obtener una sutil muestra de aprobación, se lanzó sobre la mujer, la agarró y la tiró hacia atrás.
"No quería soltarla o ambos podríamos caer por el abismo. No había margen de error", recordó. No perder el equilibrio fue difícil, pero lo logró gracias a la ayuda de un compañero que lo sujetó del cinturón.
En paralelo, consiguió lo más importante: salvar a la mujer, que fue trasladada en ambulancia a un hospital de la zona para efectuarle chequeos médicos.
“Esta época del año puede ser especialmente difícil. Muchas personas cargan con cosas que nadie más puede ver. El estrés, el dolor, la soledad y el miedo pueden acumularse rápidamente. Eso no significa que alguien sea débil. Significa que es humano”, mencionó la Policía, a modo de semblanza, en sus redes sociales.
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