El hombre de 34 años, que usaba esa plataforma para atrapar víctimas vulnerables, recibió la pena capital en Tokio.
Takahiro Shiaraishi, un hombre de 34 años al que apodaron el “Asesino de Twitter” tras matar a nueve personas, fue ejecutado este viernes en un Centro de Detención de Tokio, de acuerdo con la pena que le había impuesto la Justicia de Japón por aquellos aberrantes crímenes.
Los episodios ocurrieron entre agosto y octubre de 2017, y el acusado, que contactaba a sus víctimas por intermedio de aquella red social, ahora denominada X, se declaró culpable en 2020, tras lo cual recibió como sentencia la pena capital, que fue aplicada en Japón por primera vez desde 2022, cuando se ejecutó a Tomohiro Kato, condenado por un ataque con vehículo y cuchillo en el barrio de Akihabara que dejó siete muertos, en 2008.
La Justicia determinó que Shiraishi asesinó y violó a ocho mujeres, en su mayoría jóvenes, y un hombre, que al parecer era novio de una de ellas. Lo hizo en su domicilio, sin piedad. Luego descuartizaba a sus víctimas y almacenaba los restos en cajas y heladeras portátiles.
Según la prensa japonesa, el acusado explicó oficialmente que se contactaba en Twitter con personas con tendencias suicidas y les ofrecía ayuda para morir.
Manipuladas, las víctimas, de entre 15 y 26 años, se dirigían a su casa ubicada en la ciudad de Zama, prefectura de Kanagawa, y allí cometía los delitos que derivaron en su pena de muerte.
Qué delitos cometió el acusado, según la Justicia
El ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, precisó ante la prensa que Shiraishi cometió los delitos de "robo, violación, asesinato, destrucción de cadáver y abandono de cadáver".
"Nueve víctimas fueron golpeadas y estranguladas, asesinadas, robadas y luego mutiladas", expresó el funcionario japonés.
Además, explicó que el sujetó llevó a cabo sus aberrantes acciones por la egoísta razón de satisfacer sus propios deseos sexuales y financieros". "Después de una detenida reflexión, ordené la ejecución", manifestó Suzuki.
Según trascendió, las autoridades descubrieron el caso cuando un familiar de una de las víctimas que accedió a la cuenta de su hermana en Twitter y vio una conversación con el acusado. Ante ese escenario, lo denunció a la Policía.
La condena a muerte es altamente aceptada en Japón
Las ejecuciones se practican siempre por ahorcamiento en Japón, nación que actualmente cuenta con alrededor de un centenar de presos en el corredor de la muerte, esperando su ejecución.
Según datos oficiales, los ciudadanos japoneses le brindan un gran apoyo a esta clase de castigos. De hecho, una encuesta encargada en 2024 por el Gobierno señaló que un 83% de ellos consideraba "inevitable" la pena capital.
La ley japonesa señala que la ejecución debe realizarse en un plazo no mayor a los seis meses desde que se dicta la sentencia definitiva. Sin embargo, a veces pasa mucho más tiempo sin que se lleve a cabo.
Japón y Estados Unidos son los únicos dos países del G7 donde sigue practicándose la pena de muerte.
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