Kamala Harris o Donald Trump: cómo puede impactar en la Argentina y en el mundo
Estados Unidos define hoy el próximo presidente. La influencia que pueden ejercer Harris y Trump como líderes de la primera potencia mundial.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de este martes llegan en un contexto de inestabilidad mundial. Los candidatos que disputan el manejo de la primera potencia mundial, Kamala Harris y Donald Trump, representan enfoques similares en algunos puntos y marcadamente opuestos en otros.
Pese a que Estados Unidos fue perdiendo influencia global, el mundo está expectante con estas elecciones que marcarán el rumbo por los próximos cuatro años.
Con altibajos, Estados Unidos tiene aún un rol significativo
Por su poderío económico y militar, la potencia norteamericana sigue teniendo un papel significativo en la resolución de conflictos y alianzas.
Harris, por ejemplo, se inclina por mantener la línea de Joe Biden, enfocada en fortalecer las alianzas internacionales, como la OTAN, y en promover la defensa de Ucrania en su guerra con Rusia.
Trump, en cambio, señaló repetidamente su intención de priorizar los intereses de Estados Unidos por sobre los acuerdos multilaterales, bajo la premisa de “América primero”.
El posible regreso de Trump a la Casa Blanca ya generó alarma entre líderes europeos, especialmente porque ha insinuado la posibilidad de reducir el apoyo a la OTAN, la alianza militar más fuerte del mundo.
Impacto en la Argentina
El presidente Javier Milei es un admirador de las políticas neoliberales de Donald Trump y no tuvo problemas es expresar su respaldo en estas elecciones.
Está convencido de que el magnate inmobiliario, a diferencia de Kamala Harris, ayudará a la Argentina a afrontar sus deudas y la respaldará en organismos internacionales como el FMI.
Un triunfo de Trump, también le servirá a Milei para enarbolar la bandera del crecimiento de la derecha a nivel mundial.
Milei apuesta abiertamente por el triunfo de Trump
Pero lo cierto es que los gobiernos de Estados Unidos, sin importar a quién tengan enfrente, sólo se preocupan por obtener beneficios para su país. Y la Argentina está muy alejada de los radares de la primera potencia mundial.
“Nunca he visto ni a Argentina ni a América Latina ocupar un lugar destacado en la agenda exterior de Estados Unidos”, explica a El País de España el exembajador Jorge Argüello, quien representó a la Argentina en Washington. Para él, es irrelevante quién gane en estos comicios.
El País consultó también a Diego Guelar, otro experimentado diplomático argentino que conoce muy bien la relación con Estados Unidos, China, Brasil y la Unión Europea.
Guelar remarca, al igual que Arguello, que no tiene demasiada importancia si el ganador es Trump o Harris. Ambos, dice, avanzarán hacia un mayor proteccionismo comercial, lo que en definitiva afectará las ventas argentinas a Estados Unidos.
“No habrá una política positiva para Argentina, pero tampoco negativa, gane quien gane. Puede haber elementos de simpatía personal entre Trump y Milei, pero no pasa de la foto”, afirma.
Teniendo en cuenta los datos económicos, al gobierno argentino le conviene estar bien con quien acceda a la Casa Blanca, sea Trump o Harris.
Estados Unidos es el tercer socio comercial de nuestro país, por detrás de Brasil y China. Y también es el tercero en inversiones extranjeras directa, por encima de Brasil y España.
Impacto a nivel global
Kamala Harris y Donald Trump representan, de alguna manera, enfoques diferentes para la política exterior y el liderazgo estadounidense.
El rol de Estados Unidos en conflictos como la guerra de Ucrania y el enfrentamiento entre Israel e Irán es crucial para el equilibrio global, y el próximo presidente decidirá si el país continúa la misma línea o si opta por una postura más neutral.
Observadores como Rose Gottemoeller, exsecretaria adjunta de la OTAN, señalan a la BBC que una presidencia de Harris brindaría continuidad y fortalecería la alianza transatlántica, mientras que el liderazgo de Trump podría sembrar incertidumbre.
Europa teme que Trump le reste poder a la OTAN
Harris también ha mostrado una postura firme sobre Ucrania, asegurando que trabajará para que el país “prevalezca en esta guerra” contra Moscú.
Trump, en tanto, ha sugerido su intención de negociar un acuerdo con Rusia para finalizar el conflicto, lo que podría ser percibido como una concesión a Moscú.
En Medio Oriente la situación es más compleja y ambos tienen una visión similar. Harris defendió la postura de Biden que Israel tiene el “derecho a defenderse” de los ataques de Hamás. Pero también sostuvo que “hay que dejar de matar a palestinos inocentes”.
Trump siempre mantuvo un fuerte respaldo a Israel. Durante la campaña declaró que es hora de “volver a la paz y dejar de matar gente”, mientras, por otro lado, informaba que le había dicho al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que “haga lo que tenga que hacer”.
Trump se trata de mostrar como una especie de líder pacificador. “Tendré paz en Medio Oriente, y pronto”, prometió. Al mismo tiempo, afirmó que él conseguirá detener la guerra entre Ucrania y Rusia.
En cuanto a la relación con China, no se esperan cambios. Trump es partidario de imponer aranceles del 60% a todos los bienes chinos importados por Estados Unidos, manteniendo así la guerra comercial.
Harris no lo hace de esa manera, pero también respaldó la decisión de Biden de aplicar un 100% de aranceles a los autos eléctricos chinos, ante la fuerte competencia.
Ambas potencias seguirán compitiendo por el liderazgo mundial tanto en lo económico como en lo político, sin importar si está Trump o Harris en el poder.
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