Ruptura explosiva entre Donald Trump y Elon Musk: acusaciones cruzadas, amenazas y un terremoto político
El presidente y el empresario protagonizan una disputa pública sin precedentes que sacude Washington y derrumba el valor bursátil de Tesla.
El vínculo que alguna vez fue estratégico entre Donald Trump y Elon Musk se desmoronó esta semana en una tormenta mediática y política que dejó expuestas diferencias irreconciliables. Lo que comenzó como una discrepancia sobre una ley de presupuesto terminó en acusaciones personales de alto voltaje, amenazas económicas y una crisis reputacional para ambos líderes.
Todo se desató este jueves, cuando el presidente de Estados Unidos expresó públicamente su decepción con el empresario sudafricano, exfuncionario de su administración y CEO de Tesla y SpaceX. “Estoy muy decepcionado con Elon. Le brindé mucha ayuda”, declaró Trump desde el Salón Oval, en un encuentro con el canciller alemán Friedrich Merz. Al ser consultado por un periodista, el mandatario añadió con tono de reproche: “Teníamos una gran relación. No sé si eso volverá a pasar”.
Lo que siguió fue una escalada imparable. Desde su cuenta en la red social X —antes Twitter y actualmente bajo su dirección—, Musk respondió con virulencia, acusando a Trump de estar vinculado con el escándalo de Jeffrey Epstein. “Es hora de soltar la bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han publicado. ¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió el magnate, en una publicación que fue replicada millones de veces.
Más temprano, Musk ya había refutado una declaración del presidente en la que afirmaba que él conocía “al detalle” el proyecto de presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes. El empresario negó haber sido consultado sobre la iniciativa y criticó duramente su contenido. “Este proyecto de ley no me fue mostrado nunca y se aprobó de noche, tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo leerlo”, denunció.
Trump, por su parte, insinuó que Musk reaccionó solo al enterarse de que el proyecto recortaría subsidios a los autos eléctricos, una medida que impacta directamente a Tesla. “De repente, cuando se enteró de que íbamos a eliminar el mandato para vehículos eléctricos, se volvió un problema para él”, comentó el Presidente, sugiriendo que la oposición del empresario se debe más a intereses económicos que a convicciones políticas.
La legislación en disputa, aún pendiente de debate en el Senado, reduciría drásticamente los incentivos fiscales que benefician a fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla. Específicamente, podría eliminar los créditos federales de hasta 7.500 dólares por unidad, lo que afectaría gravemente las ventas. La reacción de los mercados fue inmediata: las acciones de Tesla cayeron un 14,3% en la Bolsa de Nueva York, provocando una pérdida de valor de más de 150.000 millones de dólares, el mayor desplome en la historia de la compañía.
Amenazas cruzadas
Lejos de calmarse, el conflicto se intensificó. En su red Truth Social, Trump insinuó que podría cancelar todos los contratos gubernamentales con empresas de Elon Musk. “La manera más fácil de ahorrar miles de millones es terminar con los contratos y subsidios a Elon. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera antes”, escribió. También minimizó el rol del empresario en la campaña electoral, donde había sido uno de sus principales donantes. “Ganamos Pensilvania sin necesidad de Elon”, aseguró.
Musk no se quedó atrás. Además de replicar que sin su apoyo los demócratas hubieran retenido el Congreso, calificó de “ingratitud” las declaraciones del mandatario. En una señal de ruptura definitiva, anunció que SpaceX comenzará a desmantelar la nave espacial Dragon, fundamental para misiones con la NASA hacia la Estación Espacial Internacional.
El empresario también aprovechó para deslizar su malestar con el rumbo del Partido Republicano y propuso en X una encuesta para fundar una nueva fuerza política. “¿Es hora de crear un nuevo partido que represente al 80% del centro del país?”, preguntó a sus seguidores. Más de 2,3 millones de usuarios votaron, con un abrumador 82% a favor de la idea.
Trump, por su parte, atribuyó la reacción de Musk a una suerte de “Síndrome de Trastorno Trump”, término que suele utilizar para describir a exaliados que luego se convierten en críticos. Y anticipó que probablemente el CEO de Tesla “termine atacándolo personalmente”, aunque hasta ahora “solo ha criticado el proyecto de ley”.
El enfrentamiento entre ambos hombres —dos de las figuras más influyentes del mundo político y empresarial estadounidense— representa un quiebre de alto impacto. La disputa no solo afecta relaciones personales, sino que repercute en la economía, la política energética del país y el futuro inmediato del Partido Republicano.
A medida que las repercusiones se multiplican, queda claro que la separación entre Trump y Musk no será silenciosa ni fácil de reparar. Por el contrario, podría marcar el inicio de una nueva etapa de tensiones abiertas entre el poder político tradicional y los líderes de la nueva economía digital.
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