La joven fue hallada desnuda en el balcón del sexto piso y ahora pidieron reabrir la investigación. Un empresario y su pareja son los únicos testigos.
Ivana Smit, una modelo neerlandesa de 18 años, murió tras caer desde un edificio de lujo en Kuala Lumpur, Malasia. Su cuerpo fue encontrado desnudo en el balcón del sexto piso luego de precipitarse desde el departamento en el piso 20 de Alexander Amado Johnson, empresario estadounidense de criptomonedas, y su esposa Luna.
Desde un primer momento, la policía local calificó la muerte como un accidente relacionado con una sobredosis de drogas. Sin embargo, la madre de Ivana, Christina Verstappen, rechazó esa versión y solicitó una investigación más profunda, convencida de que su hija no había muerto por casualidad.
El fatal suceso ocurrió en diciembre de 2017. Tras el inicio de la investigación, la pareja reconoció haber mantenido una relación sexual con Ivana esa noche, pero negó cualquier responsabilidad en su fallecimiento y afirmó que ella estaba dormida cuando ocurrió la tragedia.
A casi ocho años de su muerte, el caso dio un giro y un tribunal de Malasia dictaminó que la pesquisa policial estuvo marcada por graves errores y negligencia. Los investigadores no recolectaron muestras de ADN del cuerpo de Ivana en un primer momento, y cuando finalmente encontraron ADN de Johnson bajo las uñas de la joven, no tomaron medidas para profundizar la investigación.
Además, permitieron que la pareja abandonara el país sin ser interrogados nuevamente. La jueza Roz Mawar Rozain fue contundente al señalar que hubo fallas en la preservación de pruebas, manejo inadecuado de testigos y negligencia forense, describiendo el proceso como una ruptura fundamental en los procedimientos de investigación.
Este fallo cuestionó así la actuación de la policía malasia y pone en evidencia la falta de rigor con que se trató uno de los casos más mediáticos en los últimos años.
Justicia y compensación para la familia
Ante la insistencia de la familia, la investigación continuó y ahora -a raíz de estas irregularidades- la Justicia ordenó ahora que la policía y el Estado de Malasia indemnicen a la madre de Ivana con casi 265 mil dólares por los daños sufridos.
También exigió que se reabra la causa para esclarecer de forma adecuada las circunstancias que rodearon la muerte de la modelo.
Se apartó al principal investigador del caso y se dispuso que se implementen nuevas medidas para evitar que se repitan los errores cometidos. La madre de Ivana había denunciado formalmente al jefe de policía, al investigador principal y al Ministerio del Interior por negligencia y falta de cumplimiento de su deber.
El caso estuvo rodeado de incógnitas desde el principio. La autopsia detectó en la sangre de Ivana cocaína, alcohol y PMMA, una anfetamina peligrosa. No obstante, la pareja negó haber consumido o suministrado drogas a la joven.
El hallazgo de ADN de Johnson bajo las uñas de Ivana volvió a poner en primer plano las sospechas sobre lo ocurrido y motivó la reapertura del expediente judicial. La expectativa ahora se centra en que la nueva investigación pueda descubrir más sobre los hechos y ofrecer respuestas a la familia.
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