La cantidad de gente que concurre a playas no autorizadas en El Chocón y Mari Menuco es descomunal. El peligro de desmoronamiento de rocas está siempre latente.
La ola de calor lleva a los neuquinos a refrescarse en cualquier espejo de agua, y el lago Mari Menuco, en sus 60 kilómetros de costa, parece un lugar ideal para pasar estos días con amigos y en familia. Pero los espejos de agua esconden también un peligro: los acantilados, aleros y cavernas, sitios que pueden ser inestables para los bañistas improvisados.
Es que cada verano parece que concurre más gente a la zona de los lagos artificiales, donde también se suma Los Barreales y El Chocón, donde uno de los atractivos, es acampar y bañarse cerca de los acantilados.
El accidente ocurrido el domingo por la tarde en la zona de los acantilados de la Villa Mari Menuco, con un hombre que se fracturó cuando se bajaba de un kayak, encendió una alarma en los controles, sobre todo en estas zonas peligrosas.
Sólo en los sectores autorizados hay seguridad balnearia son seguros con guardavidas. El resto de los lugares, donde hay que ingresar con vehículos por tierra en las picadas, pueden ser peligrosos si no se toman recaudos.
Uno de esos sitios son las formaciones cerca de los acantilados que son los “aleros”, una formación rocosa que son como cavernas donde los jóvenes suelen protegerse del calor y el fuerte rayo del sol, e incluso, hasta hacer asados y dormir debajo de esas formaciones inestables.
Es que en la mayoría de los lugares no hay señalizaciones de peligro y las rocas vienen cayendo, como sucede desde hace más de 20 años, producto de la sismicidad inducida y la erosión por las aguas del lago artificial.
Incluso el acantilado principal que es un ícono de la Villa del lago Mari Menuco (un peñasco que se podía ver desde la costa), se desplomó hace más de 20 años. Fue en ese sitio donde sucedió el accidente con el kayakista, aunque hay cientos de lugares más peligrosos.
Peligro en los aleros, taludes y cavernas
Silvia Barredo, doctora en Geología, especialista en exploración petrolera y espeleóloga, quien tiene vasta experiencia, se había referido hace dos años ante una consulta de LM Neuquén sobre el fenómeno de desmoronamiento de rocas, acantilados y estas cavernas que se forman en la costa del lago.
“Es un poco apresurado, por lo pronto, asociarlo a algún fenómeno. Hay especialistas en estabilidad de taludes. Lo importante es saber si hay algún estudio, porque cuando se hacen estos lagos artificiales es frecuente que con los años las paredes laterales de rocas se empiezan a aflojar. Esto es por las bajantes y subidas del oleaje, por sequía, por lluvias o por períodos prolongados de invierno donde el agua se cristaliza como agujas entre las rocas y cuando llega el verano, al derretirse, la roca se hace inestable”, sostuvo la especialista.
Barredo fue consultada en febrero de 2022 luego de que un hombre muriera aplastado por una roca en una playa cerca del Club Hidronor. Se había bajado de una lancha y al intentar amarrarla, se desmoronó una roca de miles de kilos.
En esa zona hay centenas de “placas caídas”, arcillosas y varias cuevas donde los bañistas suelen pasar el día, con una forma de buscar sombra, con el peligro que implica ante algún derrumbe.
A lo largo de -al menos- dos kilómetros hay placas sumergidas, producto de la erosión. Algunas están oscuras producto del musgo y otras parecen tener menos años.
Quien recorre las costas del lago Mari Menuco (y también, porqué no, de Villa El Chocón) podrá observar que en algunos puntos se dibujan rocas arcillosas en forma de “aleros”, donde muchas personas se protegen del sol, y hasta suelen acampar debajo de las rocas.
La basura, las parrillas abandonadas donde hacen asado y las botellas en el agua son una paisaje habitual, casi no hay controles y las personas pueden ingresar a la costa desde cualquier lugar. Sobre todo quienes navegan.
“Esos aleros se llaman perfil de erosión, la roca más dura resiste más el embate del viento, la arcilla se desgrana más fácil, sobre todo por el viento o la humedad y se cae sola, no se necesitan vibraciones. Ese techo con el tiempo se torna inestable”, explicó concluyó.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario