La sorprendente, estremecedora y emocionante vivencia de la Tana Valeria Lo Cacciato en la Plaza de San Pedro. Su testimonio a LM Cipolletti.
“Al abrir mi mano para sacar esta foto, brotó un fuerte perfume a rosa... No tengo dudas de tu presencia...”, publicó con emoción en las últimas horas en su cuenta de Facebook la conocida comerciante y ex candidata a intendente, Valeria La Tana Lo Cacciato.
Sin dudas que el posteo de un rosario rojo entre los dedos de su mano y el Vaticano de fondo ya de por sí dejaban entrever un momento muy especial experimentado por quien escoltó de cerca a Rodrigo Buteler en las últimas elecciones en nuestra ciudad.
Aunque, eso sí, quedaba en suspenso a quién le estaba dedicando su sentida historia en redes sociales. Pues bien, LM Cipolletti logró el testimonio esclarecedor de Vale desde Italia, hacia donde viajó con uno de sus hijos, recién recibido de odontólogo (“era un viaje que nos debíamos”).
Pero en su equipaje también llevaba un objeto ajeno de alguien muy cercano a ella con un enorme valor sentimental y otra misión emocionante, más aún para los creyentes.
“Fue un momento muy lindo, muy emotivo. Es un rosario de Luisa Fedeli, una amiga que hacía bordados europeos, todos la conocían por eso. En mi primer viaje a Italia vine a cumplir el sueño de mi mamá que quería llevarle una flor a su hermana, que había nacido acá. Después de ver lo emocionante que es cumplir el anhelo de alguien, quise hacer lo mismo con Luisa ya que siempre la escuché decir querer llegarse al pueblo de su padre, al Norte de Italia, pero tenía miedo y no sabía con quién viajar. Habíamos convencido al marido de permitirle vivir esa experiencia, le pagaba el pasaje y la dejaba a mi cuidado”, comienza su relato y no puede evitar que se le piante un lagrimón.
Es que viene la parte más fuerte de todas… “Lamentablemente Luisa falleció en pandemia, un 24 de noviembre, se acerca un nuevo aniversario. Nos quedó ese sueño por cumplir, ella estaba re contra entusiasmada de hacer ese viaje”, lamenta y la voz se le entrecorta.
Le había quedado esa espina clavada, esa cuenta pendiente, a Valeria. Y no claudicó hasta cumplir con el objetivo más conmovedor de esta experiencia europea.
“Ahora se me dio la oportunidad de hacer este viaje con mi hijo y me traje su rosario. Le pregunté a su marido, Roberto, que era lo más significativo que tenía ella y me dijo su rosario, así que me lo prestó para que me acompañara todo el viaje. Llegamos a la Basílica de San Pedro, un sacerdote le dio la bendición y fue una manera especial de cerrar algo inconcluso”, explica la dueña de una agencia de loterías céntrica.
El momento estremecedor en el Vaticano
“Cuando estaba sacando la foto, el Rosario comenzó a largar un olor a rosas increíble, nos miramos con mi hijo Lucas y sentí una mezcla de emociones, en este mes especial de la prevención contra el cáncer de mamá… Vengo también de perder a mi mamá y mis amigas Andrea, Romina y la propia Luisa”, confiesa Lo Cacciato, con alivio y aún incrédula tras semejante vivencia.
“Lo que pasó me estremeció bastante, es una gran alegría haber cumplido de alguna manera el sueño de llegar a Roma con la compañía de todas las mujeres que hoy no están pero siempre me estuvieron acompañando, personas con las cuales me afianzaron vínculos de mucho amor y amistad. En esa foto y ese brotar de perfume a rosa hay un simbolismo muy importante, estas mujeres están encomendadas y abrazadas por Dios”, culmina Lo Cacciato.
Vaya si “Vale” la pena compartir semejante historia con los lectores… Amigas son las amigas.
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