Dos escritores Sub-16 cuentan historias de este tiempo que les toca vivir
Mateo Gael Barros, de 16 años, y Mai Coletto, de 15, obtuvieron el primer y segundo premio en un certamen literario en San Martín de los Andes, donde viven. Consideran que la literatura los acerca a entender un poco más el mundo actual.
Lo que era un juego compartido con sus padres en cualquier calle de San Martín de los Andes se transformó en el tiempo como una especie de ejercicio literario. El juego consistía en observar a algunas personas en la calle e intentar imaginar, a través de su apariencia, cómo era su vida, qué pensaba, qué soñaba... “De ese juego empezaron a surgir historias que creo fueron las primeras que escribí y las primeras en las que pude crear personajes”, explica Mateo Gael Barros, un joven de 16 años, que actualmente cursa el cuarto año en el colegio San Pablo de San Martín de los Andes.
“Crecí en una casa donde había mucha literatura, mi papá es profesor de Lengua y Literatura, y mi mamá es periodista y bibliotecaria. En la escuela siempre escribía poesías y cuentos cortos”, cuenta Mai Coletto, de 15 años, que asiste al CPEM 13 de la localidad cordillerana.
Ambos comparten desde muy chicos la pasión por la literatura, pero recién se conocieron el domingo 9 de octubre en la inauguración de la nueva edición de la Feria Regional del Libro de San Martín de los Andes donde participaron de la presentación de Relatos de estos tiempos raros, un libro que reúne los textos premiados en el concurso literario organizado por el Centro Editor Municipal (CEM). Mateo obtuvo el primer premio en la categoría Juveniles con su cuento titulado “Fugaz”, y Mai con “Enigmas, polillas y un astrónomo”, logró el segundo premio.
Mateo no sale de su asombro por el logro obtenido, sobre todo porque la reconocida escritora Agustina Bazterrica, autora del libro "Cadaver exquisito", integró el jurado del certamen y elogió su cuento al señalar los muchos aciertos que tiene: “la idea, con gran potencial, la narración y la economía de recursos; además de la tensión que se mantiene hasta el final”.
El relato, señala su autor, tiene como eje la incomunicación entre las personas que provoca el uso excesivo de los dispositivos electrónicos. “Es el virus del tiempo, tené cuidado reduce tu vida”, dice uno de los personajes de “Fugaz”, y en esa frase el autor buscó reflejar la alienación y aislamiento social que provoca su uso.
“Es un cuento de terror y que da cuenta del tiempo que las personas pierden usando el celular originando la falta de comunicación con sus seres queridos o con quienes están a su alrededor. En el relato, quizás fui demasiado extremo, porque lo llevé al tema de la vejez. Muchas veces nos pasa que estamos conversando con un amigo, agarramos el celular para mirar porque nos entró un mensaje y perdemos la concentración de lo que estábamos conversando”, describe a LMNeuquén el joven nacido en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, pero que cuando tenía un año se instaló con su familia en San Martín de los Andes.
“Muy pocos resisten la ausencia del aparato tecnológico por la noche: la oscuridad y el silencio aceleran los pensamientos que solo derivan en la falta. Nos obligan a convivir con ellos, con nuestra propia mente. Es sumamente nocivo, el silencio contradice las afirmaciones más certeras, las cuestiona y las debilita hasta enloquecernos. Comienzan a darse cuenta de que su piel se arruga...”, dice uno de los fragmentos del relato.
Mateo expresa su felicidad por la posibilidad de estar por primera vez en un libro junto a reconocidos escritores y escritoras de la localidad aunque ya obtuvo otros reconocimientos literarios. “Participé en los Juegos Culturales Neuquinos 2020, resulté finalista con un cuento y obtuve el tercer puesto a nivel provincial”, destaca.
Agradece a sus profesoras de literatura, Ailín McCabe y Jenny Parrilli porque lo incentivaron a escribir. “Este año quería comenzar un taller literario con Ailín pero por el estudio no pude y además porque tomo clases de teatro con Mariano Tenaglia”, explica.
Confiesa que sus padres leen mucho y le sugieren autores y libros. “Me gusta mucho el género de terror, leí El resplandor y Todo oscuro, sin estrellas los libros de Stephen King que me encantaron, también leí a Carlos Ruiz Zafón, y mi papá me dijo que tengo que leer La metamorfosis de Kafka”, acota.
Haber sido premiado es para Mateo un incentivo para continuar escribiendo aunque todavía no tiene en claro si le gustaría hacer una carrera como escritor. “Me gustaría ser escritor, es algo que me apasiona pero también me gustan otras cosas como el teatro y la música, me gusta la batería. Mi papá tiene una banda y el otro día pudimos hacer un tema juntos y sonó bastante bien”, comenta. “Está muy bueno compartir con mis papás estas inquietudes artísticas porque desde chico me transmitieron el gusto y el placer por el arte”, asegura.
La presentación del domingo en la Feria Regional del Libro fue para el joven sanmartinense una jornada “hermosa” y que no olvidará jamás. “Es la primera vez que mi nombre y lo que escribo aparece en las páginas de un libro, eso es algo muy reconfortante y la pasé muy bien junto a los otros escritores”, señala.
Agrega que haber conocido a Agustina Bazterrica, a quien había leído en el colegio, “me encantó porque es superafectiva y el hecho de saber que ella me había elegido para darme el primer premio me encantó, pude agradecérselo en persona, abrazarla y sacarme una foto con ella”.
“Soy inquieta, me gusta estar en constante movimiento y reflexionar. Sigo en el viaje de entender el sentido de la existencia”, se define a sus 15 años Mai Coletto. Y esa postura frente a la vida se puede leer en “Enigmas, polillas y un astrónomo”, el relato con el que obtuvo el segundo premio del certamen organizado por el Centro Editor Municipal de San Martín de los Andes.
Confiesa que el relato “es el mejor” que escribió hasta ahora porque pudo plasmar “mis dudas existenciales, qué hago acá, por qué estoy, qué sentido tiene toda la vida en el planeta”. “Es un relato que va más allá de nosotros, da cuenta de la posición humana ante el planeta”, agrega la joven escritora.
Por ello la integrante del jurado Agustina Bazterrica resaltó de este relato que “con un lenguaje preciso nos introduce en el laberinto metafísico de una mente, en los enigmas de la condicion humana y en la insistente indiferencia de la naturaleza”. La reseña que Bazterrica hizo del texto, a Mai le pareció “muy acertado, me encantó que opinara de esa manera sobre lo que escribí”.
La nada y el todo son lo mismo. Quizás la solución no esté en cuestionarnos cómo llegamos a lo que somos o qué será de nosotros. Quizás el universo mismo recomience en un momento dado. Silencio, escuchá el ruido de las raíces que crecen. Escuchá el ruido de las nubes que se mueven. No tengas miedo a lo que sigue, abuelo, no temas. Es todo tan contemporáneo que muy pocas veces nos escuchamos el corazón, nos sentimos. No sé qué sigue después de esto. Pero pienso que seremos polvo de estrellas y, luego, una molécula que será parte de una masa. Y tal vez llegue un momento en que todo retroceda y al final no haya más números ni palabras. Acaso somos sueños que volverán a ser energía y de ahí una explosión que dará inicio a una nueva etapa, quién sabe. (Fragmento de "Enigmas, polillas y un astrónomo").
“Me encanta escribir y esto recién empieza”, dice Mai en relación al camino que inició hace muchos años con las letras. Recuerda que los primeros textos que escribió fueron en las hojas de un diario íntimo que le regalaron para un cumpleaños: “Ahí empecé a escribir todo lo que me pasaba, después en casa y en la escuela escribía poesías cortas y hacía libritos de 10, 20 hojas que me los quedaba yo, no los compartía con nadie”, comenta la joven que en la Feria del Libro fue convocada a decir unas palabras en la inauguración del evento (ver “Nos leemos como forma de conocernos para incluirnos”).
Después de ese diario íntimo, de las poesías en la escuela y los libritos artesanales, el año pasado Mai presentó en la Feria del Libro de San Martín de los Andes su primer libro El mundo oculto: la estufa, el fuego, las hadas. “Es un libro para hacerse preguntas”, aclara Mai que escribió ese libro cuando tenía 12 años. La misma edad que Lia, la protagonista de esta historia y que a través del fuego y una estufa se traslada al mundo de las hadas, donde se presenta un conflicto. “Es un libro de descubrimiento, de aventura, de autoconocimiento, donde Lia se va a cuestionar cosas que están establecidas”, describe.
En cuanto a sus lecturas, la joven prefiere leer “de todo mientras sea buena literatura y esté bien escrito, me atrapa tanto un libro del género fantasía o policial, son los que más disfruto de leer”.
No solo a Mai le apasiona la literatura sino también el deporte, especialmente el running donde también este año se destacó consagrándose subcampeona nacional en el Campeonato Nacional de Trail en su modalidad Junior (6 kilómetros) realizado en la ciudad cordobesa de Capilla del Monte.
Aunque admite que no sabe si se dedicará en un futuro a la escritura, asegura que no la abandonaría “nunca”. “Escribo porque me gusta, me nace, no sé si me dedicaría a eso, quizás no terminas escribiendo cosas que te salen del corazón o porque estás inspirado; por ahora lo hago como una cosa que me gusta y me relaja”, cuenta.
“La lectura y la escritura la llevo en la sangre por mis padres, ellos siempre me inculcaron el tema de pensar, de reflexionar y de dudar de las cosas, y eso es lo que me gusta de la literatura, obligar a hacer pensar al lector”, agrega la joven que está próxima a publicar su segundo libro.
Mai expresa su entusiasmo ante la aparición de este nuevo libro del que no adelante su título. “Es de alguna manera una continuación de mi primer libro ya que es la misma protagonista pero está viviendo otra aventura. Sería como una especie de saga pero temáticamente no está relacionado con el primero, éste podríamos decir que es más filosófico”, adelanta la joven escritora.
“Nos leemos como forma de conocernos para incluirnos”
Además de recibir el segundo premio en el certamen y leer en público, junto con los demás escritores premiadas, un fragmento de su obra, el día de apertura de la Feria Regional del Libro, Mai Coletto fue convocada por la organización para decir unas palabras en la inauguración.
“Estuvo buenísimo, fue un honor para mí que me hayan convocado de la organización para leer un texto en la inauguración de la Feria del Libro”, señala Mai. Además, estuvieron presentes sus padres en la sala Lidaura Chapitel donde se desarrolló el acto.
“Escribí un breve texto pensando en la propuesta para este año de la feria. El lema de la feria es ‘Leer(nos) incluye’. Y es siempre interesante hacer la doble lectura que propone: Leer nos incluye + Leernos incluye. Me gusta mucho la segunda posibilidad, que habla de que ‘nos leemos’ como forma de conocernos para incluirnos y desear ser cada vez más una comunidad que aprende a convivir mejor”, explica.
Mai escribió un texto en el que recrea un diálogo entre una brisa “de color azul” y una joven que está entrando en el colegio. “En el texto cuento que al final del día la brisa azul se quedó sentada sobre una nube tormentosa y reflexionó. Reflexionó sobre el poder de las palabras para expresarse, para demostrar amor en sus distintas maneras, para seguir adelante en los momentos más difíciles. El poder de las palabras como hilos que se van entrelazando, que pueden llegar a todas las mentes, conectarse con todos los pensamientos y las almas; y aún así no poder tocarlas ni destruirlas ni ser su dueño. Entonces la brisa se deslizó en la nube y empezó a lloviznar en la Tierra, mojando a los seres vivientes con palabras pensantes y sensibles”.
Relatos de tiempos raros
“Los diez relatos que conforman esta antología son testimonios de un momento histórico único, abordan las contradicciones y consecuencias de una pandemia: la soledad, los interrogantes sobre el presente y futuro de nuestra especie, la convivencia con miedos desconocidos, la amenaza de enemigos invisibles, nuestro vínculo con la naturaleza y con un entorno que se volvió desconcertante y extraño”, escribió en la contratapa del libro Relatos de estos tiempos raros la escritora Agustina Bazterrica, jurado del certamen del Cento Editor Municipal.
Los textos de los jóvenes Mateo Gael Barros y Mai Coletto, como explicaron ellos, no tratan específicamente de las consecuencias del encierro por la pandemia, sino que se pueden leer como vinculados a este tiempo que les toca transitar referidos a la fugacidad del tiempo, “la finitud del tiempo” como afirma Mateo y en los enigmas de la condición humana.
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