Hace más de 15 días se desató el incendio más grande de la historia de Neuquén. El panorama no es muy alentador y el viento complica la presencia del humo.
Desde hace más de dos semanas que se combate en Valle Magdalena, en el interior del Parque Nacional Lanín, lo que califican como el incendio más grande de la historia de Neuquén. Las llamas siguen avanzando y ya consumieron 15.200 hectáreas. El viento ha complicado en los últimos días las tareas de brigadistas y bomberos en el lugar, y se lleva adelante un imponente despliegue de helicópteros y aviones, que en una tarea sin precedentes, luchan por ayudar a apagar el fuego que sigue activo.
Una densa columna de humo invade la zona y el último parte emitido por el Comando Unificado entre el Parque Nacional Lanín y el Sistema Provincial de Manejo de Fuego, informa que se trabaja intensamente con acciones coordinadas en diversos sectores para combatir el incendio.
Por su parte, desde el gobierno de la provincia de Neuquén informaron que unas 800 personas trabajan en el operativo de combate del fuego. Entre ellos hay 350 brigadistas: personal capacitado para la lucha contra incendios forestales que vienen no solo del Sistema Provincial de Manejo del Fuego de Neuquén, sino también de la Policía, de Parques Nacionales, de las comunidades mapuches y otras provincias, como Córdoba, Santa Fe y Jujuy.
Una de las tareas de mayor despliegue se da en el combate desde el aire, para ello se dispuso una base de campamento de brigadistas y un helipuerto en la estancia Mamui Malal, desde donde se llevan a cabo las tareas aéreas desde horas tempranas.
Allí, a pedido del comando o brigadistas que están en terreno, se solicitan los medios aéreos y se va despachando de acuerdo de la necesidad del momento. Además, una vez que se los ubica, se les da soporte de combustible o logística que precisen en pista.
"Son muchas las aeronaves, es mucho el trabajo, hay un gran despliegue", afirmó a LMNeuquén Jorge Curiñanco, coordinador de medios aéreos, e integrante del departamento ICE (incendios, Comunicaciones y Emergencias del Parque Nacional Lanín.
Los helicópteros despegan de manera permanente, hay helicópteros que hacen transporte de carga y otros que realizan el ataque aéreo con helibalde. "La actividad es muy dinámica, va cambiando según las condiciones climáticas, el viento es un factor que predomina mucho y es lo que limita las operaciones aéreas y la visibilidad con el humo", reconoció.
Y explicó que por la mañana también se complica por la inversión térmica que se genera donde se pierde visibilidad del incendio, "es algo riesgoso y peligroso para las operaciones y los pilotos también", dijo.
Asimismo, Curiñanco explicó que el incendio está dividido en 8 sectores "es complejo, siempre tenemos un flanco derecho y otro izquierdo, pero se lo tuvo que dividir en sectores porque todavía tiene actividad donde no podemos bajar la guardia, hoy nuevamente el viento se hizo presente", señaló.
"Desde el aire se ven las llamas"
En un recorrido por el helipuerto, LMNeuquén pudo conversar con Gustavo Fillipini, mecánico de helicópteros retirado de la Fuerza Aérea y que hoy integra la empresa Pacific Ocean, que contrató la provincia para respaldar el combate aéreo del fuego.
La empresa llegó el sábado con dos helicópteros que están apoyando el arduo trabajo de combate del fuego. "Uno tira agua y otro hace traslado de brigadistas de un lado a otro, y también hemos llevado técnicos para colocar antenas repetidoras", explicó.
Al respecto, destacó que esto permite ganar mucho tiempo a diferencia de la tarea que se hace por tierra, donde muchas veces hay caminos complicados que no permiten el ingreso de una camioneta. Sumado a eso, muchas veces se lleva una cargada pesada que impide subir la montaña.
"Hay días en que la visibilidad complica el trabajo, todos los helicópteros salen durante la mañana y hacen una pequeña inspección de la zona, no se puede ver y es muy peligroso", señaló Fillipini.
Y reconoció que más allá de las complicaciones propias de las tareas, la situación impacta - por su inmensidad - a quienes combaten el fuego a diario. "Hay momentos que dan tristeza, porque hay mucho terreno quemado, no es bueno el panorama. Desde el aire hay lugares en que se ven llamas, hay otros donde hay mucho humo, es inaccesible, no se puede entrar y por parte hay todo quemado", detalló.
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