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El cuestionario de 12 preguntas para detectar adictos al sexo en Neuquén

Vecinos reactivaron un grupo de ayuda para iniciar el camino de la rehabilitación de las personas que padecen adicción al sexo. Cómo detectarlo.

La adicción al sexo tiene su paralelo en el alcohol cuando el deseo se vuelve compulsivo. Hay otro componente clave para detectarlo: los adictos tienen sexo para evadirse de la realidad, y es que la vida les resulta insoportable o no pueden con otra frustración ¿Alguien que se haya masturbado, tenga una fantasía o relaciones sexuales con desconocidos, mire pornografía o sea infiel, es adicto al sexo?

El problema surge cuando la conducta se vuelve sistemática y la persona ya no gobierna su vida. Se convierte en un esclavo. Como puede ser con el alcohol o las drogas, pero con el sexo. "Las consecuencias son terribles, porque detrás de esta adicción hay vínculos que se destruyen, puede haber violaciones y abusos infantiles", comentó una mujer rehabilitada que integra el grupo de ayuda.

Reactivaron el espacio totalmente gratuito hace dos semanas. Decimos que su paralelo es el grupo de alcohólicos anónimos, porque aporta herramientas para la recuperación, sobre la base de los 12 pasos, pero adaptado a la problemática de la adicción al sexo. Funciona en Buenos Aires como grupo de Sexo Adictos Anónimos (SAA) y había funcionado también hace algunos años en Neuquén. Tras una pausa prolongada, dos integrantes tomaron la posta de volver a juntarse como Adictos a las Relaciones y al Sexo Anónimo (ARSA).

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"Queremos ayudar al adicto que todavía sufre, llegar al que lo está necesitando para que se puede acercar", comentó otra integrante del grupo.

Adictos al sexo

En diálogo con LMNeuquén, dieron testimonio de que se puede "romper las cadenas de la esclavitud" que genera la adicción al sexo.

Un primer componente de la adicción al sexo es la compulsión. Después, el para qué se hace. No es tener sexo para expresar amor, sino para relajarse, salir de la rutina o porque no dan más con la vida que llevan.

Se reúnen los jueves, a las 18. El lugar se revela luego de una entrevista telefónica que confirma el deseo genuino de integrar el grupo de ayuda para iniciar el camino de la rehabilitación. Ocurre que en otras oportunidades hubo gente que se comunicó para hacer bromas o coordinar citas. Nada más lejos. Es un grupo de ayuda, como lo puede ser alcohólicos anónimos y otros que abordan consumos problemáticos.

Las 12 preguntas

Desde la agrupación, difundieron un cuestionario de autodiagnóstico que ayuda a las personas a identificar en sí mismas si padecen o no la adicción al sexo.

  • ¿Guarda secretos sobre sus actividades sexuales o románticas? ¿Mantiene una doble vida?
  • ¿Sus necesidades lo han llevado a tener sexo en sitios, situaciones o con gente a la que normalmente no elegiría?
  • ¿Se sorprende a usted mismo buscando artículos o escenas sexualmente excitantes en periódicos, revistas u otros medios de comunicación?
  • ¿Se ha dado cuenta de que sus fantasías románticas o sexuales interfieren con sus relaciones o le impiden enfrentar sus problemas?
  • ¿Siente con frecuencia que quiere alejarse inmediatamente de una pareja después de tener sexo? ¿Siente, a menudo, remordimiento, vergüenza o culpa después de un encuentro sexual?
  • ¿Siente vergüenza de su cuerpo o de su sexualidad, de tal manera que evita tocarse el cuerpo o participar en relaciones sexuales? ¿Teme no tener sentimientos sexuales? ¿Teme ser asexual?
  • Cada nueva relación, ¿Tiene los mismos patrones destructivos que lo incitaron a romper con la última relación?
  • Sus actividades sexuales y románticas, ¿necesitan cada vez mayor variedad y frecuencia sólo para sentir los mismos niveles de excitación y alivio?
  • ¿Lo han arrestado alguna vez, o ha estado en peligro de ser arrestado, debido a sus prácticas de voyeurismo, exhibicionismo, prostitución, llamadas telefónicas obscenas, etc.?
  • Su insistencia en la búsqueda de relaciones sexuales o románticas ¿contradice o interfiere con sus creencias o desarrollo espiritual?
  • Sus actividades sexuales, ¿incluyen riesgo, amenazas, o la posibilidad de enfermedades, embarazo, coacción o violencia?
  • Su comportamiento sexual o romántico, ¿lo ha dejado alguna vez con el sentimiento de una falta total de esperanza, enajenación o con ganas de suicidarse?

Si se contestó con un "sí" a más de una de estas preguntas, desde la organización aseguran que es el momento indicado para asistir a una reunión para terminar de definir -por su cuenta- si realmente se tiene un problema con la adicción sexual.

"Nos volvimos a juntar porque sentimos que hay una necesidad importante en la sociedad y tenemos este espíritu de querer aportar nuestro granito de arena con nuestra experiencia a una problemática que se va agravando", comentaron desde la organización.

Aclararon que no se trata de dejar de tener sexo sino de apuntar a una sexualidad saludable.

Por caso, comentaron la situación de los adultos que empiezan a mirar pornografía compulsiva desde temprana edad. Cuando son descubiertos, el hecho puede destruir una familia.

El espectro de la adicción es muy amplio: va de la masturbación hasta el cambio de pareja, exhibicionismo y sexo con personas desconocidas. Incluso hay aditos a la fantasía romántica, que más que romántica puede ser tremendamente peligrosa. Ocurre cuando por ejemplo una mujer idializa a un hombre con el perfil de un perverso narcisista. "Esa fantasia es puramente de ella. A lo mejor el hombre la maltrata, la humilla y le baja el autoestima, pero la mujer no es capaz de romper con esa fantasía. No se reconoce con esta adicción, es invisible, lo normaliza. Pero en casos extremos puede llegar a cuestiones de tipo penal... femicidios, abusos", advirtieron.

Lo importante, en cualquier caso, es que cada uno "reconzca el núcleo de la adicción -señalaron- muchas veces asociado a traumas de la infancia...no es fácil".

Las personas llegan al grupo de ayuda porque se dan cuenta que ya no pueden gobernar su vida ni son felices. "Hombres que lloran porque no pueden conectar con su pareja. Su mente está con la revista porno que acabaron de ver. La compulsión tiene que ver con no poder parar con ese patrón de conducta. Es más, lo necesitás para exitarte", comentaron.

En el grupo de ayuda las personas que se acercan pueden solo escuchar o contar lo que están viviendo. Por lo general, cuando ganan confianza, están dispuestos a dialogar. "Es libre", aclararon. Hacia el final, tienen un momento de oración y reflexión. "No tenemos una religión, pero creemos en un poder superior que puede ser Dios, si son creyentes; o el mismo grupo. Lo importamos es que confiamos en la voluntad de ese poder que nos ayuda en la recuperación", expresaron.

Las mujeres que incitan a buscar ayuda son testimonio vivo de que se puede dejar atrás la adicción. Una de ellas está rehabilitada hace dos años; y la otra, hace 18.

Lo que pueden sentir los adictos la sexo

“Un gran número de adictos sexuales dice que el uso malsano del sexo ha sido un proceso progresivo. Puede que haya empezado con la adicción a la masturbación, la utilización de pornografía (impresa o electrónica), o con una relación, pero con los años fue progresando hacia conductas cada vez más peligrosas”, mencionaron desde el portal de Sexo Adictos Anónimos.

“La esencia de toda dependencia, es la experiencia del adicto de su impotencia ante una conducta compulsiva, lo que hace que su vida se torne ingobernable. El adicto está fuera de control y experimenta tremenda vergüenza, dolor y odio contra sí mismo”, se indicó.

Además, se agrega que los adictos al sexo pueden terminar experimentando “pérdida de relaciones, dificultades en el trabajo, arrestos, problemas económicos, pérdida de interés en las cosas no sexuales, baja autoestima, depresión, ansiedad y desesperación”. A esto se le añaden las posibilidades de contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual o embarazos no deseados.

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