El clima en Neuquén

icon
-6° Temp
93% Hum
La Mañana emprendedora

Emprender post maternidad, un desafío cumplido con mucho sabor: "Pepona Wafles"

Adriana dedicó su vida a la crianza de sus tres hijos y cuando ellos crecieron transformó ese amor y tiempo en su emprendimiento en Plottier.

Adriana Vilo dedicó su vida a la crianza de sus tres niños y a acompañar a su marido César. Entre idas y vueltas a la escuela, actividades deportivas y actos escolares sus años de juventud se fueron y cuando sus hijos crecieron no dudó en buscarse un nuevo desafío y se dedicó a emprender. Luego de vender puff artesanales descubrió el "gustito" a la cocina y creó "Pepona Wafles", un golpe de sabor en Plottier.

Desde que se convirtió en madre dedicó toda su vida a la familia, su esposo era petrolero y ella la encargada de seguir de cerca las actividades de sus hijos y acompañarlos en su crecimiento. Pero esa dedicación full time hizo que sus ojos estén ocupados en los demás y se olvidaran de ella.

"Muchas veces hablamos a través de nuestros seres queridos y nosotras nos quedamos relegadas en nuestras propias historias. Pero nunca es tarde y hoy se que es muy importante contar la aventura propia", compartió Adriana con mucho entusiasmo a LMNeuquén.

Adriana Vilo- Emprendedora- Waffles (3).JPG
Adriana siempre comparte una charla cuando se acercan a su carrito waflero.

Adriana siempre comparte una charla cuando se acercan a su carrito waflero.

Es que esta mujer de 56 años no para de idear cosas para mejorar su emprendimiento, sumar sabores y también nuevos complementos para que visitar su carrito waflero se convierta, además de una rica experiencia, en una oportunidad de toparse con la decoración y el diseño.

"Mi historia con los wafles empieza casi de casualidad, después de haberme dedicado a criar y a mi casa, cuando mis hijos crecieron, hoy ya tienen 36, 33 y 29 años, una pregunta me irrumpió. ¿Y ahora qué hago? Y así empezó todo, vi una necesidad de poder generar mi propia economía y eso me llevó a emprender", recordó esta mujer de sus inicios hace una década.

En ese momento le vinieron a sus manos las varias capacitaciones de manualidades que había hecho, y también un poco los trabajos que habían realizado sus padres. Su mamá fue embaladora y su papá panadero. "Yo creo que todo eso que se va plasmando en tu cuerpo durante años se convierte en herramientas que uno tiene", aseguró.

Con un poco de cada una de esas herramientas su primer emprendimiento fue hacer puff con filtros de camiones a los que les hacía una funda tejida. Ese producto lo comenzó a vender en la Feria de Productores y Artesanos de China Muerta.

Adriana Vilo- Emprendedora- Waffles (5).JPG
Hay una escuela cercana al carrito y a la tarde muchos estudiantes pasan a buscar un wafle.

Hay una escuela cercana al carrito y a la tarde muchos estudiantes pasan a buscar un wafle.

Ese espacio por aquel momento sufrió un quiebre y varios de los feriantes se fueron a crear otra feria, y en la que ella estaba las cosas quedaron raras. "Había que inventar algo nuevo y me acordé que tenía una waflera doméstica y propuse a los demás feriantes si podía vender wafles y empecé", recordó la emprendedora.

El comienzo del emprendimiento

Y ahí nació Pepona Wafles, como un pequeño puesto en la feria que abre todos los sábados, donde niños, niñas y adultos descubrieron el sabor de sus preparaciones.

Por aquel tiempo, Adriana fue muchas veces la encargada de hablar con los medios de comunicación para dar a conocer los festejos de la feria y desde ahí empezó a descubrir el contacto directo con los consumidores que le dan las redes sociales.

Aunque esperaba sábado a sábado para vender sus wafles, además soñaba con tener su propio carrito en el centro de Plottier.

Uno de sus hijos corría motocross cuando era más chico y se había hecho un carro para trasladar la moto y ese carro estaba archivado en su casa. Así que le propuso a su marido si lo podía reformar para convertirlo en un carro waflero.

Adriana Vilo- Emprendedora- Waffles (1).JPG

Cuando ya tenía la estructura lista, se fue a la Municipalidad para pedir la habilitación municipal y se encontró con que no había una ordenanza que regulara su rubro, y menos de un comercio sobre ruedas.

Así que ahí comenzó un largo camino para conseguir la licencia comercial. "Es que me querían habilitar como un carro de panchos, pero yo decía que no era eso, así que después de varias gestiones en bromatología y comercio conseguí mi licencia comercial como carro de wafles", contó la emprendedora.

Pero no solo las gestiones municipales le fueron un desafío a esta mujer, sino que emprender de "grande", según lo describió ella, fue un desafío constante. "Pensá que para mí las redes sociales eran nuevas, así que aggiornarme para buscar clientes por esa vía también fue algo en qué trabajar. Todo fue prueba y error, miedos que hay que enfrentar para lograr un producto rico. Y hoy la verdad que estoy feliz con mi emprendimiento", aseguró.

Nadie se queda afuera de Pepona Wafles

"Hace un tiempo sentía que me faltaba algo, y ese algo era comunicarme con todos mis clientes que llegaban al carro. Había un grupo compuesto por las personas hipoacúsicas con los que no podía y tomé la decisión de empezar a estudiar lengua de señas", contó la emprendedora, a quien se la ve a través de sus redes sociales convocando a las personas sordas a probar sus wafles.

Una tarde en que esta mujer estaba ayudando a una familia que había perdido todo en un incendio conoció a un joven sordo que fue su primer profesor. Oscar y su familia le dieron las primeras herramientas para esta comunicación y luego comenzó a estudiar la lengua en la Escuela de Idiomas de Plottier.

Y no es lo único que estudia esta mujer, sino que también está aprendiendo a tocar el violín y se recibió de consultora psicológica.

Adriana Vilo- Emprendedora- Waffles (4).JPG

Otra de las formas que esta emprendedora encontró para no dejar a nadie afuera de su propuesta son las redes sociales. Desde su cuenta de Instagram y Facebook Pepona Wafles invita a visitar su carrito ubicado en Perito Moreno 963 de Plottier en el horario de atención de martes a sábado de 16.30 a 19.

"Trato de promocionar mis wafles a mi estilo, a veces lo hago en lengua de señas, a veces me equivoco, pero siempre pido disculpas, estoy aprendiendo", destacó y recordó que fue e la pandemia que empezó a subir videos con una actuación como si fuera una clienta.

Son parodias chistosas con las que además de convocar a probar sus delicias hace reír a los que la siguen. "Busco siempre dar un mensaje, me gusta decirle a las mujeres como yo que estuvieron muchos años detrás de sus familias que emprender se puede, que quizás tienen potenciales ocultos y que pueden ser una posibilidad para desarrollar su propia economía", describió.

Embed

Esta emprendedora compartió que en este país las personas que pasan los 40 años se convierten en viejas para comenzar un trabajo. "Yo empecé con 44 años y para la sociedad era grande, pero se puede, nunca es tarde para empezar", concluyó.

Los más ricos

Los wafles, realizados con harina, manteca y mucho amor salen de este carrito con dulce de leche, crema chantilly, frutos rojos, nueces, rocklets y oreo. Salen 7 mil pesos los dos cuadrados.

Además se les puede poner chocolate derretido, chocolate en rama, otras frutas como durazno, nutella y también salen salados con jamón y queso y a la pizza.

Adriana Vilo- Emprendedora- Waffles (2).JPG

"Las frutillas y frutos rojos que uso los hace una productora de Plottier, Anita, jefa de familia que trabaja la tierra de forma artesanal. Ella me provee de frutillas todos los años, hemos hecho un equipo de trabajo y una linda amistad", contó Adriana y dijo que admira mucho a esta productora por su resiliencia.

La emprendedora trabaja además para sumarle pronto al carrito la venta de mantelería artesanal que planea fabricar junto a su cuñada y de esa forma seguir haciendo crecer su proyecto personal.

Waffles en Plottier.mp4

Te puede interesar...

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario