La Fiscalía acusó al lonco de los Paicil Antriao de querer arrebatarle el celular a un ingeniero que marcaba una tierra para hacer un centro de equinoterapia. ¿Qué pasó?
El lonco de la comunidad mapuche Paicil Antriao de Villa La Angostura, Damián Olivero, fue acusado por el intento de robo de un celular a un ingeniero y turbar la posesión de un campo privado donde se proyecta levantar un centro de equinoterapia. El ingeniero intentó filmar a los mapuches cuando ingresaban al predio con el dispositivo.
La audiencia se realizó el miércoles y el fiscal Adrián De Lillo de esa localidad extendió la acusación a otros integrantes de la comunidad, como Jovita Calfupan, y dio un plazo de investigación de tres meses. Otras tres personas imputadas no se presentaron a la audiencia.
El hecho no es alisado sino que forma parte de un nuevo capítulo de la pelea que tienen los mapuches en el cerro Belvedere, con un relevamiento territorial de por medio y la puja con los dueños de un inmueble, la familia Salamida, que tienen la escritura.
Es otra batalla por un lote, donde los dueños del campo con escritura (nomenclatura catastral N°16200513436) colisionan con los derechos ancestrales constitucionales de la comunidad, en un tema que parece no tener una resolución de fondo.
El conflicto viene desde hace tiempo, pero el pasado 3 de febrero a las 17.30, hubo un hecho puntual en ese campo de las hermanas Josefina y Raquel Salamida, de acuerdo a los datos que se ventilaron en la audiencia.
Conflicto mapuche: posesión de la tierra y emprendimiento
Un grupo de hombres, junto a Jovita Calfupan, irrumpieron en la zona donde tres ingenieros, José Dino, Rafael Ronzone, Hugo Farmetano, y el especialista en caballos Alejando Gali, colocaban estacas para demarcar el lugar donde se levantaría el centro ecuestre.
Hasta acá, la escena describe algo habitual en esa zona, cada vez que alguna de las partes intenta poner un pie (turbar la posesión) en la de la tierra en conflicto, más allá de las escrituras.
Pero la situación fue tensa, hubo gritos y discusiones, y según la descripción de la Fiscalía, el ingeniero Farmentano se le acercó al lonco Olivero que estaba a bordo de una motocicleta, para pedirle explicaciones de porqué habían irrumpido en propiedad privada.
La discusión no terminó de la mejor manera y la denuncia describe que fue Olivero quien de manera violenta. Hubo un forcejeo y Olivero le arrebató el celular al ingeniero.
Forcejeo en la moto por un celular
El conflicto continuó en el campo, de acuerdo al relato del fiscal y el ingeniero Farmentano, el profesional se acercó para hablar con el lonco Olivero que estaba a bordo de un motocicleta.
Los ingenieros y el especialista en caballos no quisieron entrar en problemas mayores y se retiraron del campo, ante lo que consideraban amenazas por parte de los integrantes de la comunidad, pero radicaron la denuncia penal en el Ministerio Público Fiscal.
Los hombres, según la hipótesis que formuló el fiscal De Lillo, entraron a los gritos al campo y amenazaron al ingeniero con "cagarlo a trompadas” para que desistiera del trabajo técnico.
La querella particular en representación de la familia adhirió a la formulación de cargos, mientras que la defensa no planteó objeciones, por lo que el juez Maximiliano Bagnat hizo lugar al planteo tal como lo presentó el fiscal.
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