La empresa anunció un nuevo y poco claro inversor con el que promete mejorar un servicio que, desde que desembarcó en el país, sólo mostró deficiencias.
La aerolínea low cost Flybondi incorporó a COC Global Enterprise, un fondo inversor estadounidense que, según informó la compañía, se dedica al “sector tecnológico y la aviación privada” y que, de ahora en adelante, liderará el directorio, dejando a Cartesian Capital Group (el actual dueño) una parte del paquete accionario.
El anuncio se dio en un contexto en el que arrecian las críticas hacia a una empresa cuyo slogan, “La libertad de volar”, suena más a una broma de mal gusto que a una promoción. Esto, a partir de las innumerables cancelaciones, retrasos y problemas técnicos de los vuelos de Flybondi, del que pueden dar cuenta los neuquinos o cualquier usuario que haya utilizado este pésimo servicio dentro del país o en la región.
Yendo al nuevo inversor, la compañía señaló, a través de un comunicado, que COC es un fondo de inversión privado enfocado en “identificar y expandir empresas con alto potencial en América Latina y Norteamérica”.
Se indicó que su arribo a la low cost marca el inicio de una nueva etapa que incluye “la continuidad de los puestos de trabajo y en la que se buscará consolidar la operación y el servicio, y retomar los planes de crecimiento”.
Lo cierto es que, según publicó el diario La Nación, el dueño de COC es Leonardo Scatturice, un empresario argentino, exagente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), y con pasado en la Policía Federal, que estuvo en el ojo de la tormenta porque un avión de su flota aterrizó en febrero pasado en Aeroparque con una misteriosa carga y que quedó en situación “de tránsito” en un hangar de la empresa Royal Class.
En ese avión Bombardier 5000 de Scatturice viajaba Laura Belén Arrieta, que transportaba más de una decena de valijas. Y que, según también indicó La Nación, cuando la Aduana quiso revisarlas, llegó “una orden de arriba” impidiendo el procedimiento. Scatturice, además, sería cercano al asesor del gobierno Santiago Caputo y proveedor de Trenes Argentinos y de la plataforma Educ.Ar.
Volar o no volar, esa es la cuestión
En medio de este anuncio de un nuevo inversor con antecedentes pocos claros, Flybondi carga con ser la aerolínea más deficiente de la región.
Un informe de Adventus, una consultora especializada en la actividad aerocomercial, detalló que esta compañía encabezó los rankings de impuntualidad, tanto en el último trimestre de 2024 como en el primero de este año.
La consultora publicó, además, un índice que ponderó la cantidad de cancelaciones sobre el total de vuelos. De ello surgió que entre enero y marzo de 2025, Flybondi fue la de peor desempeño, con un índice de 2,04, triplicando en incumplimientos a la segunda compañía de ese ranking, la paraguaya Paranair, que obtuvo un 0,77.
El dato en el ámbito local marcó un pico de 71 vuelos reprogramados durante las fiestas de fin de año de 2024, afectando a 13.000 pasajeros.
Desde que comenzó a operar, lejos de “La libertad de volar” Flybondi hizo uso de su libertad de cancelar, reprogramar y demorar vuelos. Y de un Estado que mira para otro lado a la hora de sancionar. ¿Cambiará en algo la situación a partir de esta nueva etapa? Cuesta creerlo.
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