Lugar de encuentro en el centro de la ciudad de Neuquén, pulmón verde, la plaza en homenaje al general Martín Miguel de Güemes es uno de nuestros tesoros naturales.
En el paisaje urbano conviven multitud de espacios naturales que son considerados pertenecientes al patrimonio natural paisajistico de la ciudad. La plaza Güemes fue emplazada en tierras disputadas por el ejército y la municipalidad neuquina de acuerdo con el material obrante en el Archivo Histórico Municipal. La Intendenta Derlis Kloosterman se opuso a que se vendiera e instaló carteles que decían “Esta plaza es nuestra“ e impulsó una movilización de estudiantes para rodearla en señal de protesta.
La plaza Güemes fue erigida en la manzana 16. El decreto 184 del 18 de febrero de 1973 le impuso el nombre de general Martín Miguel de Güemes y el descubrimiento del busto se hizo el 3 de marzo del mismo año. En ese momento el intendente era Teodoro Federico Micolich. En los actos protocolares asistió en esa oportunidad el gobernador de Salta Ricardo Spangemberg.
La ordenanza 1900/84 cedió espacio de la plaza para instalar una calesita a pedido de LALCEC por un lapso de diez años. En 2004, por decreto 485, fue declarada Patrimonio Natural Paisajístico por solicitud de la profesora Rosana Suther.
Don Martín Miguel de Guemes había nacido en Salta el 7 de Febrero de 1785. Falleció en 1821. Sus padres fueron Gabriel de Güemes Montero y Magdalena de Goyechea y la Corte. A pesar de pertenecer a una familia patricia se enfrentó con familias de clase alta, vascas de signo feudal que se sentían más ligadas al Alto Perú que a Buenos Aires y lamentaban la revolución porque les habían quitado el gran negocio de las mulas. Güemes no solo fue héroe de la emancipación sino constructor de un orden más justo. En 1813 Dorrego fue reemplazado por Güemes, que estuvo enmarcado en el plan de acciones de San Martín y Belgrano: tuvo la misión de reorganizar el ejército para la defensa del Norte.
Era un militar de carrera que había tenido gran actuación en las Invasiones Inglesas. Su posición social le facilitó en 1815 ser aceptado como jefe por sus pares de la clase alta salteña, lo que le permitió el acceso al núcleo que ejercía el liderazgo local. La férrea oposición de Güemes a los grupos pudientes se manifestó en su proclama del 23 de febrero de 1815 dada a conocer cuando llegó a Salta acompañado por su “cuerpo militar de los paisanos de la campaña”. Güemes, con verdadero tino militar, organizó las tropas en guerrillas, dándoles la disciplina de infantería y caballería, de modo que manejaban tan bien el fusil como la lanza y el sable, y maniobraban ya divididas, ya concentradas, según la circunstancias y fuerza enemiga que debían resistir o atacar. Estas tropas no eran, como se ha querido suponer, de montonera, que fuesen a pelear a su discreción, sin plan, sino que obraban sujetos a la dirección del comandante general y a las órdenes de jefes y suboficiales subalternos que las conducían observando una subordinación igual a la de cualquiera tropa de línea.
El busto que lo recuerda
El gobierno de la provincia de Salta donó el busto del general Güemes y el gobierno municipal, por Decreto Nº 184 de fecha 28 de febrero de 1973, impuso el nombre de general Martín Miguel de Güemes a la plaza. Fijando en ese mismo decreto como día de la inauguración de la plaza y descubrimiento del busto el sábado 3 de marzo del mismo año.
Con estos recuerdos homenajeamos a un gran general que defendió la frontera norte ante el avance español y a las autoridades municipales por la iniciativa de la protección de estos espacios naturales y paisajísticos tan importantes de la ciudad.
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