Pichetto criticó a Alberto por haberse reunido en Neuquén con quienes cometen "actos terroristas". Le contestó el diputado Carnaghi. ¿Qué hay de fondo?
El debate de los mapuches o "pseudomapuches", los “buenos” y “malos”, se mete otra vez en la escena de la política y electoral, tras las consecuencias del desalojo de Villa Mascardi, entre el oficialismo y la oposición.
El diputado nacional por el Frente de Todos por la provincia de Neuquén, Guillermo Carnaghi, le contestó a Miguel Ángel Pichetto –un férreo atacante de cualquier tema relacionado con los mapuches- luego de la reunión que tuvo el presidente Alberto Fernández con un grupo, durante la inauguración del hospital de San Martín de los Andes.
Pichetto puso en su cuenta de Twitter que sería bueno que el mismo presidente sepa que los “pseudomapuches” con los que se había reunido, eran los mismos que realizan actos de sabotaje, toma de tierras públicas, e incendios.
El tema no tardó en prender la mecha de la polémica y el mismo Carnaghi, quien es oriundo de San Martin de los Andes, mandó a Pichetto a leer a constitución nacional.
“Las comunidades con las que se reunió @alferdez son mapuches, no 'pseudomapuches', y su preexistencia está documentada, se comprobó científicamente y fue reconocida por el Estado Nacional. Les corresponden todas las garantías que establece la Constitución Nacional”, indicó el diputado peronista.
Lo cierto es que el martes, antes de la visita de Alberto Fernández al nuevo hospital “Ramón Carrillo”, mapuches de las comunidades Curruhuinca, Vera, Cayún y Puel Mapu -todas de esa zona sur- protestaron con una pancarta frente al lugar que rezaba: “Presidente, sepa usted que está en territorio mapuche”.
Más allá de la advertencia y el eufórico reclamo afuera de las instalaciones, donde le pidieron que el mismo hospital respete la “medicina mapuche”, como el hospital intercultural de Ruca Choroi, también se expresaron en contra de las políticas persecutorias y la idea del mapuche asociado a la palabra “terrorismo”.
Pese al tenor de la protesta a los gritos, donde una mujer dijo "presidente, usted se equivocó", en el interior del hospital este grupo no tuvo problemas en sacarse fotos con el presidente y saludarlo con efusivos abrazos.
Se sabe que, más allá del reclamo pacífico, aunque ruidoso, los Curruhinca tienen conflictos con la familia Casanova, crianceros que tienen tierras desde 1903 en la zona alta de San Martín de los Andes. Fueron unos de los primeros pobladores de la ciudad y reclaman 115 hectáreas que, aseguraron, les fuero cedidas a esa comunidad originaria.
“Sería bueno que el presidente le recomiende a los pseudo-mapuches con los que se reunió hoy, que dejen de realizar actos de sabotaje, incendios, y ocupación de tierras públicas y privadas. El presidente recibe a quienes cometen actos de terrorismo. Me parece lamentable”, escribió Pichetto en Twitter.
El hecho ocurre luego del desalojo de Villa Mascardi, en la provincia de Río Negro, con la detención de un grupo de mujeres mapuche (ya liberadas y sobreseidas) y un trasfondo que, por la violencia del reclamo, dista mucho de lo que sucede en Neuquén.
En el territorio neuquino hay 63 comunidades reconocidas con personería jurídica, algunas otorgadas por Nación y otras por la provincia), y otras tantas que no la tienen, como las que reclaman tierras alrededor de Vaca Muerta (como la Fvta Xayen), precisamente, donde se pasará la traza del gasoducto Néstor Kirchner, desde Trataytén hasta Salliqueló.
La escalada de violencia en torno a la discusión mapuche tiene un límite, que es constitucional, donde se reconoce la prexistencia de los pueblos originarios. Sin embargo, el reclamo y la forma de qué territorio les corresponden, es una tarea muy compleja de las provincias, en un debate académico, que se virilizó en las redes como “el estado dentro de un estado”, respecto a la “Nación mapuche” o república de Wallmapu.
Desde ahí, el oficialismo ha sostenido el reconocimiento de los pueblos indígenas, pero a costa de conflictos fuera de control, donde grupos violentos reivindican sus derechos mediante cortes y usurpaciones de tierras privadas. Es el caso de Mascardi y también en la provincia de Chubut.
Tanto Pichetto, como la líder del PRO nacional, ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri y una de las candidatas a la presidencia en 2023, Patricia Bullrich, sostienen la teoría de que los mapuches están asociados al terrorismo.
Incluso, por los actos reivindicatorios de acciones violenta como los de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), un grupo de los que no se le conoce caras visibles, más allá de Facundo Jones Huala, quien está prófugo luego de obtener la libertad condicional de la justicia chilena.
Sobre la RAM se ha escrito mucho, incluso el 27 de diciembre de 2017, luego todo el conflicto político que hubo tras la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, los ministros de Seguridad de las provincias patagónicas analizaron el informe junto a Bullrich. En ese momento, se determinó que el 70% de los ataques violentos reivindicado por este grupo eran en Chubut, el 20% en Río Negro y el 3% en Neuquén con “hechos aislados”.
El planteo de temas relacionados a los mapuches termina en una violencia mediática y de redes, con falsas noticias y desinformación, donde los actores políticos comienzan a mezclar los derechos de las comunidades, las acciones violentas de grupos, la RAM y la confederación Mapuche, todo en una misma y contaminada bolsa.
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