Memorias de un inmigrante: recuerdos de Europa con el corazón en La Plata y San Martín de los Andes

A Domingo Mantella lo marcó el destierro a fondo. Le quedó la impronta del horror de la guerra de Europa marcada en el alma para siempre después de que se fue de Italia a principios de la década del 50 cuando el país estaba sumido en ruinas y la esperanza de millones de jóvenes estaban puestas en continentes que vivieran en paz y que apostaran a la libertad y el progreso. Así llegó y se convirtió en inmigrante. Hoy todos esos recuerdos quedaron plasmados en un libro que escribió con el corazón anclado en La Plata y San Martín de los Andes.

Domingo se jubiló de médico, profesión que abrazó durante más de medio siglo y que aprendió en La Plata, la ciudad que lo recibió cuando llegó de muy joven si siquiera saber el idioma. Sin embargo, tenía otra pasión que era la filosofía y las letras, algo que abordó como hobby y que siempre estuvo presente a la hora de pensar el mundo, de tratar de entender la vida.

Hoy tiene 84 años y retomó el arte de las letras para realizar un homenaje a los miles de inmigrantes que como él llegaron a distintos puertos del planeta en busca de un futuro mejor.

El libro que publicó se llama “Emigrante” y es una obra autobiográfica donde comparte las vivencias de su pasado en aquel rincón de la Calabria que lo vio nacer. Gracias a las tiernas descripciones del narrador el lector puede ser testigo de cómo fueron sus primeros años de vida en el núcleo familiar y de las tempranas responsabilidades que tuvo asumir y atravesar desde que era un niño.

Domingo recupera con nostalgia y también con tristeza la vida de un chico en un país destrozado por la Segunda Guerra Mundial, con familias diezmadas por la hambruna que los expulsó de sus hogares. Pero lo hace con ternura y alegría. Recupera estos recuerdos con pasajes lucidos y nítidos referidos a aquel periodo de su vida.

Desde la madurez, hoy Domingo habla de las raíces del movimiento migratorio, profundizando sobre ‘la importancia de la familia’, el ‘trabajo digno’ y la ‘comunidad de pertenencia’.

Ese sueño, quizá nació de niño caminando descalzo de la escuela a la campiña, arriando animales de una parcela a otra o sobre ese barco que a los doce años lo trajo a estas tierras arrancándolo del seno familiar.

Domingo participó en la Sociedad de Escritura de la Provincia de Buenos Aires y anduvo en diferentes actividades literarias. Actualmente, es socio y forma parte del grupo literario de Aleph, una asociación libre de escritores y poetas hispanos-americanos.

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Domingo y su pasión por escribir como inmigrante, en San Martín de los Andes.

“Siguiendo la filosofía de Marco Tulio Cicerón, un político, abogado y escritor romano de hace casi 2100 años atrás, escribiera que, ‘con libros y huerta nada falta’, me he dedicado a esta actividad desde que dejé la profesión médica”, asegura mientras sigue proyectando ideas para su libro.

Dice que eligió la temática del emigrante considerando que en la Segunda Guerra mundial Italia había movilizado ocho millones de soldados. “Se decía en aquel entonces que eran ocho millones de bayonetas. Si esos recursos, en vez de usarlo para la destrucción que fue mundial, se hubieran dedicado para la producción, otra sería la historia de la humanidad y la tierra podría llegar con ese criterio a ser un paraíso, un verdadero paraíso”, reflexiona.

Indudablemente el tema de los emigrantes lo marcó con todo porque él fue uno de los tantos millones que dejaron su tierra.

“Desde Italia salieron 15 millones de personas buscando un trabajo digno por el mundo, se han desparramado por el planeta y han facilitado la reconstrucción de su país natal desde el exterior y a fuerza de trabajo, enviando recursos para tratar de sostener y mantener a las familias. Han pagado las deudas que el gobierno italiano tomara para su facilitar la reconstrucción, que se logró tras 15 años de esfuerzo”, recuerda.

En Buenos Aires, pero con el corazón en San Martín de los Andes, Domingo piensa, recuerda y escribe. Y en cada idea aparecen imágenes y recuerdos que vuelca en el papel. Su sueño es que este libro que no es otro que un nuevo hijo sea inspiración para muchos emigrantes que se convirtieron en inmigrantes a partir de las raíces que comenzaron a echar en suelo argentino.

Infancia difícil en Europa, el sueño de la América y la vida de inmigrante

Domingo Mantella, nació en Pueblo Maierato, en la actual provincia de Vibo Valentia, cerca del mar Tirreno, el día 13 de septiembre de 1939. Allí, realizó sus estudios primarios en una escuelita rural, a la vez que realizaba tareas campestres en la campiña calabresa.

Emigró a la Argentina en febrero de 1952 y llegó al puerto de Buenos Aires el 3 de marzo del mismo año. Se radicó en la ciudad de La Plata donde completó su formación secundaria universitaria mientras que tuvo que hacer todo tipo de trabajos para sobrevivir.

Terminados los estudios secundarios, comenzó a estudiar filosofía y letras para luego cambiar por medicina, carrera que logró completar en el año 1967.

Como médico trabajó cincuenta años y se jubiló el primero de enero del 2015, tras cincuenta años de actividad en esa profesión.

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Domingo disfruta la belleza y el refugio que le brinda San Martín de los Andes.

Se casó en 1974 y tuve dos hijos. En 1977, una niña llamada Carolina, radicada actualmente en San Martín de los Andes, quien se dedica a la profesión de empresaria en turismo. Y un varón, en 1978, que se llama Marcos Antonio, arquitecto, también instalado en la cordillera neuquina.

Domingo sigue viviendo en La Plata, pero viaja permanente al sur varias veces al año para verlos.

(Los interesados en contactarse con Domingo Mantella pueden hacerlo al mail: [email protected])