La profesora Bibiana Sagripanti indaga sobre la cosmovisión de la mujer en el uso del dinero, y la importancia de la educación financiera en la infancia.
El 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, dicha fecha me llevó a investigar sobre la libertad financiera de las mismas y su cosmovisión en el uso del dinero. Sin lugar a dudas, esta mirada impactará en la educación emocional y financiera de nuestros hijos y en cómo perciben a su madre en relación con el poder y la toma de decisiones con el dinero.
Lamentablemente, seguimos con brechas y desigualdades económicas entre el hombre y la mujer. Hace apenas unas cinco décadas la mujer no podía decidir autónomamente sobre el uso de sus bienes y el dinero sin el consentimiento previo de su marido, padre o tutor. Recién en 1968 con la reforma del Código Civil mediante la Ley 17.711 comienza una igualdad de derechos para la población femenina en relación al hombre. Parece mucho tiempo, pero yo que tengo 46 años, tuve una abuela que no podía decidir sobre su dinero, esto claramente debió afectar a mi madre y sin dudas a mí también. Es por este motivo que comencé este desafío; no sólo hablar de dinero entre las mujeres, sino también entre los niños y niñas de primaria.
Creo firmemente que el hogar es una empresa, la cual debemos administrar de manera responsable, consciente y sostenida. A esto se debe la importancia de incluir a los niños de temprana edad en los temas de la economía familiar, tanto para tomar dimensión del valor del dinero como para poder saber sobre los ingresos y egresos de la familia y la importancia de comenzar a emprender desde pequeños.
Helena Estrada, autora de Dueña de tu dinero cita: “Hablar de dinero con los chicos los hace realistas, no materialistas. Ellos irán internalizando la forma en que encaramos el tema, hablando, explicando, enseñando a usarlo y también lo que hacemos delante suyo”. Acompaño esta postura, hablar de dinero cuanto antes, a partir de los nueve años, ya que según Piaget los niños pueden comprender conceptos abstractos como las matemáticas y el uso del dinero.
Que mamá sea dueña de su dinero y pueda administrarse a sí misma sin pedir permiso a nadie. Ni a su padre, su esposo o tutor, como era antiguamente, hace que la administración familiar sea más clara, consciente y justa entre todos los miembros de la familia. Pero como siempre ocurre en las trasformaciones sociales las leyes van, por un lado, y la realidad por otro, porque aún existen brechas sustanciales. Estas no son sólo en la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres (que son mayor para ellos), sino también en la percepción cultural sobre el dinero en las mujeres.
Gabriela Totario, en el libro "De la incertidumbre a la abundancia. Mi viaje a la libertad financiera", dice que Según la teoría sistemática desarrollada por Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares, cada uno de nosotros integra el sistema vincular en el que vive-la familia- y es parte importante para que ese sistema funcione. Esto determina que nuestras vidas estén atravesadas por las interacciones familiares, hecho que puede impactar en la forma en que nos conectamos con el dinero.
Como desafío social y cultural, los padres debemos impulsar a nuestros hijos en el manejo y uso de dinero para que cuando llegue el momento de afrontar el mundo real, la realidad no sea tan dura. Como padres creemos que todas estas herramientas se la dará la escuela, pero la escuela sigue siendo la misma desde hace más de cien años.
Las madres, ahora empoderadas, y finalmente libres financieramente, somos el pilar fundamental en dar seguridad a nuestros hijos de que ellos podrán ser personas autónomas e independientes. Creo que construyendo un proyecto laboral desde temprana edad, esto hará que lleguen al mundo laboral con herramientas emocionales talladas desde la infancia, donde podrán ser firmes en la toma de decisiones financieras durante su vida.
Mamá es la fuente de la vida y esa misma fuente es la que debe brindar a sus hijos la confianza para que no se dejen silenciar por un sistema que nos forma a ser empleados, a cumplir horarios, a tener un techo salarial.
Mamá, fuente del amor, ese mismo amor, servirá para construir una sociedad más libre financieramente, con mejor calidad de vida y tiempo para estar en familia. Porque nos vienen engañando con conquistas laborales, de vacaciones mínimas o salarios mínimos (todos con un techo y una escasez). Cuando la verdadera conquista es trabajar para de manera autónoma, la verdadera conquista es poner nosotros nuestro propio valor al trabajo y no que corporaciones burocráticas nos digan qué ganar y cuanto ganar. Puede haber un mínimo, pero no debe haber un máximo en los ingresos.
Prof. Bibiana Sagripanti
@finanzas_para_jovenes_y_ninos
Correctora: Sol Moschetti
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