Una nueva ordenanza eliminó la prohibición de asistir a las costas del río con animales domésticos. Sin embargo, habrá zonas delimitadas para pasear a las mascotas.
Tras la aprobación de una nueva ordenanza en el Concejo Deliberante, los vecinos ya no enfrentan la prohibición de asistir a la costa del río Limay con sus mascotas. Esta medida reconoce que los perros son parte de la familia y busca regular una situación que, en la práctica, ya ocurría de manera informal. Después de un relevamiento de la Municipalidad, se informó cuáles son las zonas permitidas para el ingreso con animales.
La concejal del MPN, Victoria Fernández, una de las principales impulsoras de esta normativa, explicó que la decisión de incluir espacios en cada balneario responde a un criterio de proximidad y comodidad para los ciudadanos. Según Fernández, “Neuquén contará por primera vez con sectores habilitados para que los vecinos puedan disfrutar del río junto a sus mascotas”. La intención original de crear un solo balneario exclusivo se descartó pronto: “Los balnearios están distribuidos en toda la ciudad. Si vivís cerca del municipal, no te vas a ir hasta Balsa Las Perlas. Por eso se definió que cada balneario habilitado tenga su propio espacio, delimitado y señalizado”.
Un espacio en cada costa: dónde llevar a tu mascota
La Municipalidad de Neuquén, a través de sus áreas operativas, realizó un relevamiento exhaustivo para determinar las zonas más aptas en cada predio, con el fin de evitar conflictos con otros concurrentes y garantizar la seguridad de todos. Los cuatro balnearios habilitados cuentan ahora con señalética específica que delimita el área de permanencia de los animales.
En el Balneario Albino Cotro, también conocido como Municipal, la zona elegida se ubica sobre la calle Linares, en el tramo comprendido entre el puente de ingreso a la Isla 132 y la calle Purmamarca. Este sector posee una ventaja estratégica, ya que se encuentra alejado de las parrillas, lo que propicia un ambiente más tranquilo para los animales y sus dueños.
Para quienes frecuentan el Balneario Sandra Canale, el área permitida se sitúa sobre la calle Gatica. Al tomar como referencia visual las oficinas de los guardavidas y los baños, los usuarios deben dirigirse hacia el sector izquierdo para encontrar el espacio reservado para sus perros.
El Balneario Brun de Duclot, en el barrio Valentina Sur, también ofrece un amplio sector de esparcimiento. La zona para mascotas se encuentra estrictamente delimitada entre los puestos 4 y 5 de los guardavidas. Al igual que en el Albino Cotro, se buscó una ubicación distante de los fogones para minimizar cualquier tipo de inconveniente con quienes asisten a almorzar o cenar en el lugar.
Finalmente, el Balneario Fahler, conocido como Río Grande, presenta una configuración distinta. Al ser el predio con menor superficie y no poseer sector de parrillas, la zona "pet friendly" se fijó en el ingreso por la calle Río Negro. El espacio abarca desde el puente de acceso a la Isla 132 hasta el primer puesto de guardavidas ubicado sobre la calle Democracia.
Normas de convivencia, fiscalización y multas
La creación de estos espacios no implica un permiso sin restricciones. La ordenanza establece pautas claras de tenencia responsable que cada dueño debe cumplir con rigor. Entre las reglas obligatorias se encuentra el uso permanente de correa, la disposición de bolsas para recoger los desechos del animal y el empleo de bozal en aquellos ejemplares que posean un temperamento especial o agresivo.
La concejal Fernández destacó que la nueva norma llega para ordenar el caos previo: “Hoy había una prohibición que no se correspondía con la realidad. Los animales forman parte de la familia y la gente los llevaba igual. Eso generaba conflictos entre vecinos porque no estaba claro qué se podía hacer y qué no”. En sintonía con esto, el área de Bienestar Animal del municipio incrementará los controles en las costas para asegurar el cumplimiento de la higiene y el buen comportamiento.
El incumplimiento de estas normas derivará en multas económicas basadas en el Código Contravencional. Las infracciones generales oscilan entre los 50 y 100 módulos, aunque situaciones de mayor gravedad podrían alcanzar los 400 módulos. Es importante recordar que el valor de cada módulo equivale al 50% del precio del litro de nafta Súper en el Automóvil Club Argentino (ACA), por lo que el costo de las multas se actualiza de forma automática con el combustible.
Además de la sanción monetaria, el municipio evalúa la implementación de tareas comunitarias para los reincidentes, tales como la limpieza de las costas del río. Con esta estructura, la ciudad busca que la integración de las mascotas al paisaje veraniego sea una experiencia armónica que respete tanto a los amantes de los animales como a aquellos que prefieren disfrutar del agua sin su presencia cercana.
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