La única fábrica de radiadores de la Patagonia cumplió seis décadas con una historia de esfuerzo, innovación y compromiso con su gente.
Este 2025, la ciudad de Neuquén celebra un aniversario muy especial: Radiadores Neuquén, una de las empresas más emblemáticas del entramado productivo local, cumple 60 años de trayectoria ininterrumpida. Más allá de las cifras, los productos o las instalaciones, este aniversario representa una historia profundamente humana, una historia de arraigo, crecimiento, compromiso social y adaptación frente a los desafíos que impuso el tiempo.
Lo que nació como un pequeño taller de reparaciones, impulsado por el esfuerzo de un joven proveniente de Mendoza con sueños grandes y herramientas modestas, es hoy una compañía de referencia regional en la fabricación y mantenimiento de radiadores, calefactores y sistemas de refrigeración, que además ha sido pionera en múltiples áreas del rubro en la Patagonia.
Corría el año 1965 cuando Roberto Berardi, oriundo de San Rafael, Mendoza, llegó a Neuquén capital con apenas 22 años, un puñado de herramientas y un oficio que había aprendido de adolescente. Sin vínculos familiares ni contactos previos en la ciudad, apostó todo a su conocimiento técnico y a la incipiente demanda que percibía en un Neuquén que comenzaba a crecer con vigor.
Instaló su primer taller en un local alquilado en la intersección de Mitre y Tierra del Fuego. Allí comenzó a brindar servicios de reparación de radiadores y tanques de combustible. Pronto, la calidad de su trabajo y su compromiso hicieron crecer la clientela, al punto de necesitar más espacio. Cinco años más tarde, en 1970, Radiadores Neuquén se mudó a su primer local propio en la calle Perito Moreno, marcando el inicio de una etapa de expansión sostenida.
De taller a industria: la transformación productiva
Consciente de que no podía depender eternamente de proveedores externos para cubrir la demanda de piezas, Berardi dio el salto hacia la producción propia. En 1974 inauguró la primera fábrica de paneles y radiadores de agua de la región, lo que constituyó una verdadera revolución en el rubro. Desde entonces, Radiadores Neuquén dejó de ser un simple taller y se transformó en una unidad industrial con capacidad de autoabastecerse y, al mismo tiempo, abastecer al mercado local.
Poco a poco, comenzó a sumar nuevas líneas de productos y servicios, siempre apostando por la especialización y la calidad. Uno de los hitos más importantes fue en 1982, cuando incorporó el servicio de instalación, mantenimiento y venta de equipos de aire acondicionado para automóviles, una prestación novedosa para la época en la zona. Esto implicó capacitar a todo su personal en nuevas tecnologías, lo que marcó también el inicio de una cultura organizacional basada en la formación continua.
Una estructura que creció con inteligencia y esfuerzo
En 1980, la empresa se trasladó definitivamente a su actual sede en la calle José Rosa 440. Con el tiempo, se fueron anexando nuevos espacios y edificios hasta consolidar una planta industrial de más de 4000 metros cuadrados, donde conviven hoy todos los sectores: la fábrica, el taller de reparaciones, la comercialización de repuestos y el área de refrigeración para vehículos pesados.
Actualmente, Radiadores Neuquén recibe miles de vehículos por año, entre camiones, vans, automóviles particulares y maquinaria vinculada a la industria petrolera, uno de sus principales clientes. La planta cuenta con tecnología especializada y una estructura operativa que le permite ofrecer respuestas rápidas y eficientes, con un enfoque local que representa una ventaja competitiva frente a proveedores de otras provincias.
Los productos: identidad y eficiencia
A lo largo de los años, la empresa ha diseñado y perfeccionado una línea de productos propia, que incluye calefactores para vehículos. Estos equipos, fabricados íntegramente en Argentina, se destacan por su alto rendimiento, durabilidad y capacidad de adaptarse a las exigencias del clima patagónico. La empresa cuenta con tres modelos principales: con salida para desempañador, calefactor bajo asiento, y el modelo EVO, con doble turbina y tecnología de avanzada.
Además, Radiadores Neuquén es una de las pocas fábricas del país que aún produce radiadores de cobre y bronce, materiales que garantizan una vida útil más prolongada que los fabricados en plástico o aluminio, predominantes en el mercado actual. La apuesta por estos materiales tradicionales responde a un criterio de calidad que se mantiene desde los primeros años de la empresa.
Las personas, el corazón de la compañía
Uno de los pilares fundamentales de Radiadores Neuquén siempre fue su gente. Desde sus inicios, Berardi apostó por incorporar jóvenes con potencial, a quienes formó desde cero dentro de la empresa. A lo largo de las décadas, muchos de ellos hicieron carrera dentro de la organización, algunos llegando a ocupar puestos jerárquicos. Hoy, muchos de los primeros trabajadores ya se jubilaron, pero algunos continúan vinculados como socios o asesores, aportando su experiencia a las nuevas generaciones.
Actualmente, la empresa cuenta con casi 60 empleados, una cifra significativa para una pyme del sector industrial en la Patagonia. Uno de los mayores orgullos de la firma es haber mantenido todos los puestos de trabajo durante la pandemia de COVID-19 en 2020, una de las crisis económicas más duras de los últimos tiempos.
Para sostener el empleo, Radiadores Neuquén accedió a créditos bancarios y reorganizó sus operaciones, priorizando siempre el bienestar del personal. “Fue una decisión difícil, pero nunca dudamos. El equipo humano es lo que hace que esta empresa funcione, y había que cuidar eso por encima de todo”, señaló Roberto Berardi a LMNeuquén.
Un cambio que avanza: mujeres en la industria
Otra transformación significativa en los últimos años ha sido el ingreso de mujeres a tareas que históricamente estuvieron reservadas a los hombres. Hoy, Radiadores Neuquén celebra que cada vez más trabajadoras se suman en áreas técnicas, de producción y gestión.
“Cuando arrancamos era casi impensado el trabajo de mujeres en esta área, pero los cambios tecnológicos y las capacitaciones y formaciones para todos por igual ha generado que al día de hoy tengamos mujeres trabajando en las distintas áreas de Radiadores Neuquén. Eso nos alegra porque enriquece el ambiente laboral y mejora los resultados”, destacó.
Este avance es reflejo de una política inclusiva que busca derribar barreras y brindar oportunidades equitativas, en un sector que aún está dando sus primeros pasos en materia de género. Radiadores Neuquén apuesta a una industria con más diversidad, no como una consigna, sino como un eje real de crecimiento.
Adaptarse para sobrevivir, reinventarse para crecer
El camino de Radiadores Neuquén no estuvo exento de obstáculos. A lo largo de seis décadas, enfrentó varias crisis económicas y transformaciones tecnológicas que exigieron adaptación constante. Sin embargo, cada adversidad fue también una oportunidad para innovar.
La hiperinflación de fines de los 80, la crisis de 2001 y la pandemia 2020, en cada uno de estos momentos se protegió la estructura humana acudiendo al crédito, pero sin tocar un solo puesto de trabajo.
La empresa también ha apostado a la innovación permanente. Ha incorporado nuevos equipamientos, mejorado sus procesos, actualizado sus sistemas de control de calidad y ampliado su red de proveedores. En los últimos años ha avanzado hacia una mayor eficiencia energética y ha comenzado a trabajar con componentes que respetan los estándares ecológicos, especialmente en lo que refiere a refrigerantes.
Un legado que trasciende generaciones
Pese a sus más de 80 años, con más de 60 de trabajo, Roberto Berardi, continúa vinculado a la empresa. Su presencia en la planta, su estilo cercano y su ética de trabajo siguen marcando el pulso de una organización que él mismo construyó desde los cimientos. “La clave fue siempre elegir bien a la gente, confiar en ellos y darles lugar para crecer”, sostuvo acompañado de su hijo Marcelo, quien además de ser su mano derecha conserva los valores con los que Radiadores Neuquén se fundó.
Hoy, parte de la nueva generación familiar y también profesionales externos se integran a la conducción de la firma, con la misión de consolidar lo hecho y proyectar nuevos horizontes. "Él (Roberto), es fundamental para nosotros, viene, analiza cada caso, hace los presupuesto, recorre todas las instalaciones, continúa charlando con los empleados. Para todos los que estamos acá es imposible imaginarnos no verlo", comentó Marcelo.
La empresa planea ampliar su alcance comercial en la Patagonia, mejorar la digitalización de sus servicios y fortalecer su presencia en el mercado latinoamericano a través de las industrias petroleras con las que ya tiene vínculos.
Celebrar 60 años con los pies en la tierra
En un país donde pocas empresas logran sostenerse durante tantas décadas, llegar a los 60 años con la solidez de Radiadores Neuquén no es un dato menor. Este aniversario encuentra a la compañía en un momento de madurez institucional, con capacidad productiva, una red consolidada de clientes y proveedores, y un capital humano que combina experiencia y renovación.
La celebración de este hito no será solo una ocasión para mirar hacia atrás, sino también una oportunidad para reafirmar el compromiso con la comunidad, con el trabajo bien hecho y con el desarrollo local sustentable. Radiadores Neuquén no solo fabrica radiadores: construye futuro.
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