Este martes declararon tres testigos de la Policía, que habían intervenido tras la explosión de la escuela albergue. Aportaron más pistas para la investigación.
Este martes se celebró el segundo día de juicio por la explosión en la escuela albergue 144 de Aguada San Roque, que ocurrió el 29 de junio de 2021 y se cobró la vida de la docente Mónica Jara, del gasista matriculado Nicolás Francés y de su sobrino y ayudante, Mariano Spinedi. Entre los testigos se convocó a dos comisarios de la Comisaría Décima de Añelo y a un perito en criminalística de Zapala, que elaboró un mapa detallado del lugar del accidente, con el fin de aportar más pistas para determinar las responsabilidades en la explosión.
El comisario Muñoz, que era jefe de división en la Comisaría Décima de Añelo al momento de la tragedia, explicó que fueron convocados al lugar tras recibir un llamado que alertaba sobre la explosión y la presencia de "personas sin vida y lesionadas". Tras recorrer los 65 kilómetros que los separaban de Añelo, encontraron el lugar conmocionado, con Bomberos de Policía y de la empresa Total ya trabajando en el lugar, y la ambulancia ya viajando hacia Añelo para atender a Mónica en el hospital local, ya que tenía el 80% del cuerpo quemado.
"Nos cruzamos a la ambulancia en el camino y trabajamos para preservar el lugar y trabajar al día siguiente. Se veían vestigios de la explosión y un foco ígneo importante", dijo y aclaró que, durante las tareas de enfriamiento, con una retroexcavadora se había levantado parte del techo a dos aguas del edificio para permitir la evacuación del humo y enfriar la zona, ya sin llamas.
Aunque aclaró que fue difícil realizar las entrevistas porque las personas involucradas estaba en estado de shock, sí pudo saber que el gasista matriculado trabajaba para la empresa Arte Construcciones (luego se sabría que había sido subcontratado por Eduardo Afione, quien obtuvo una probation). Además de Spinedi, su sobrino, en el momento se encontraban otros dos ayudantes, de apellido Vinet e Irigoytía, que estaban haciendo arreglos en otro sector de la escuela albergue.
Muñoz aseguró que estos hombres vivían de changas y que no estaban blanqueados en la empresa. Al momento de la explosión, estaban en otro sector del edificio, también trabajando en arreglos de gas, pero las llamas y el humo no les permitieron ingresar al albergue de las alumnas mujeres para salvar a sus compañeros.
El 30 de junio, un día después de la explosión, la Policía requisó una camioneta que pertenecía al gasista fallecido y que había quedado estacionada en el patio de la comisión de fomento de Aguada San Roque, a unos 100 metros de la escuela albergue. Allí encontraron algunos elementos de conexión de gas y también una carta y otra documentación.
"Eran unos planos o croquis poco sofisticados y una nota dirigida a la directora, firmada una semana antes, el 26 de junio", dijo Muñoz. Aunque le costó reconocer si la nota presentada por la Defensa durante el juicio era la que había secuestrado de la camioneta, leyó en voz alta parte del texto: la nota estaba dirigida a la directora, Marta Báez, y firmada por ella misma. No se veían otras firmas en la nota, que indicaba que la obra de gas estaba finalizada.
Muñoz aclaró que, tras el incendio, se hicieron revisiones en los calefactores y pruebas de hermeticidad. Tras las inspecciones, se determinó que la falla había estado en los acoples "que no eran los adecuados", en el sector del termotanque. A su vez, aclaró que los otros dos empleados de Arte Construcciones, la empresa a cargo del mantenimiento, le manifestaron que el gasista había acudido con Mónica al albergue, donde se produjo la explosión, porque sentían olor a gas.
Por su parte, el comisario Jorge Sandoval, que también trabajaba en la Comisaría Décima de Añelo, explicó que acompañó a su superior, el comisario Muñoz, al lugar de la explosión tras recibir un llamado. Al llegar al establecimiento, encontraron el edificio "totalmente incendiado" y a dos cuerpos sin vida, tendidos en el suelo boca arriba "totalmente quemados y con expresión como de querer alcanzar algo".
También identificó a los otros dos operarios, que no sufrieron lesiones porque estaban trabajando en el baño. "Hablaron poco, estaban como en shock, pero dijeron que Francés y Spinedi estaban atendiendo un problema de gas", afirmó.
Los detalles de la escuela albergue de Aguada San Roque
El cuarto testigo del segundo día de juicio fue un perito criminalista de la Policía de Zapala, Marcelo Roldán, que fue convocado por la Fiscalía para realizar un modelo 3D del edificio afectado por la explosión. Entre otros detalles, explicó que la zona de albergue de las alumnas, donde se produjo la explosión, tenía tres calefactores, dos ventanas con rejas y otra ventana sin enrejar.
La habitación medía 8,29 metros por 6 metros, y estaba cerca de un termotanque exterior, que estaba afuera sin nicho protector. Según sus modelos basados en fotografías y mediciones del lugar, la puerta más próxima al exterior se ubicaba a unos metros, por un pasillo que conectaba el albergue con la galería de la escuela. Por otro lado, la salida de emergencia más cercana se ubicaba a 25 o 30 metros del sitio donde se produjo la explosión.
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