Unas 250 mil personas se mueven por noche hacia la Isla 132 y en el barrio no pierden el tiempo, ofreciendo bebidas y alimentos en los portones de sus casas.
Este martes será la última noche de la Fiesta de la Confluencia que movilizó más de 250 mil personas por día en la zona de la Isla 132. Vecinos de ese sector no pierden la oportunidad que ofrece este tipo de eventos y se las rebuscan para hacer unos pesos vendiendo comidas en las cocheras de sus casas.
LMNeuquén recorrió la zona del Río Limay y los clubes de calle Río Negro, con el objetivo de consultar comercios y despensas para conocer cómo resultaron las ventas de estos días. Pero hubo algo aún más llamativo: los portones de casas con carteles de precios de alimentos y bebidas.
Es que el argentino encuentra la posibilidad de sacarle provecho a cada ocasión y ésta es una especial, no solo por la afluencia de gente en la zona, sino porque ofreciendo precios más bajos que dentro del predio, muchas personas eligen comprar antes de entrar a la fiesta y así evitar el agobio de hacer largas filas en los food trucks. Además, siguen vendiendo aún terminado el evento, por lo que quienes se quedaron sin poder consumir algo adentro, aprovechan estos garajes a la pasada.
¿Qué comidas ofrecen?
Desde carteles escritos en hojas de papel, cartones colgados en rejas, hasta pizarrones escritos con tiza, los neuquinos se las ingenian.
En una casa ubicada sobre calle Río Negro, a tan solo dos cuadras de una de las entradas al predio, un portón color negro fue aprovechado a modo de pizarra y con tiza escribieron todo lo que tienen a la venta. Desde hamburguesas a 2000 pesos, choripanes a 2500 panchos a 1000 y hasta sanguches de vacío por 5 mil.
A simple vista se puede ver que de portón a portón los precios varían, porque, por ejemplo, en otra casa los choripanes los venden a 3500 y las hamburguesas a 3000. Las papas fritas, por su velocidad de cocción, también se ofrecen en varias viviendas desde 2500 pesos.
Obviamente, estos alimentos vienen acompañados de la oferta de bebidas que se pueden adquirir, tanto alcohólicas como sin alcohol: Agua desde 600 a mil pesos, agua saborizada desde 1500 a 2500, gaseosas con variados precios, cervezas en lata a 2 mil o 2500 dependiendo el lugar y el Fernet, que es una de los tragos más caros, se consigue a 3500 el medio litro y 5 mil el litro. También hay ofertas más osadas como daiquiris por 3 mil pesos y licuados y jugos a 2500.
Algo llamativo, pero también a lo que ya estamos acostumbrados, es a ver el alias de Mercado Pago escrito afuera, para facilitar las ventas.
La diferencia de precios con el predio
La inflación se sintió a la hora de elegir la comida y la bebida dentro de la Fiesta. Dentro de lo más accesible, se puede comer un pacho supercompleto por 3000 pesos y una gaseosa por $1.500 y a partir de ahí, los precios van en subida.
Si comparamos con los precios de la calle, adentro un choripán cuesta unos 5 mil y una hamburguesa desde 6 mil para arriba, es decir, el doble. Otra de las cosas más consumidas, son las papas fritas, que se consiguen casi al doble que en los garajes del barrio.
En el predio de la fiesta lo que puede conseguirse es variedad y comida más gourmet, lo que capta la atención de los asistentes que buscan probar cosas diferentes como por ejemplo el Shawarma que es la típica comida de Medio Oriente, carnes ahumadas o postres como waffles o manzanas acarameladas.
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