En un exitoso operativo, la Muni de esa ciudad junto con personal de la comisaría 26 lograron rescatar a indefensos animales
Una historia de terror con final feliz. La Dirección de Bienestar Animal de la Municipalidad de General Fernández Oro, junto con el personal de la Comisaría 26, ejecutaron un operativo judicial que consistió en el rescate de tres perros que eran víctima de maltrato animal.
Según se informó desde las redes sociales de la Muni, los animales ahora están recibiendo atención veterinaria para su recuperación y pronto se les realizarán los exámenes necesarios.
“Queremos un Fernández Oro con una cultura de respeto y amor hacia los compañeros de 4 patas”, fue el saludable mensaje de la publicación.
“La Ley 14.346 sanciona a quienes maltraten o cometan actos de crueldad contra los animales”, se recordó.
Y luego se instó a la población a colaborar con esta noble causa: "Tu ayuda como hogar de tránsito judicial es necesaria para realizar rescates cuando se necesite".
"Si querés ser parte de esta causa, inscribite en este link. Si deseás colaborar, contactá a la Dirección al 299 419 4167. Agradecemos a los voluntarios de @apafo.oro por su apoyo incondicional durante el rescate y la recuperación de los animales", culminó el comunicado de la Muni.
Otro caso de maltrato animal en la región
Peteco es un noble y hermoso potrillo que pasó por varios dramas en su vida y solo el amor de la enorme Betty Gallardo lo mantiene vivo. Sí, la vecina, que suele llevarse animales exóticos a su casa de ser necesario, lo hizo una vez más.
Desde ataques de jaurías de perros a intentos de robo y la falta de un espacio. Situaciones angustiantes que atravesó este tiempo el pobre caballo que solo cuenta con el apoyo y cuidado incondicional de la hidalga mujer.
Betty conmovió con su gesto al rescatar al infortunado animal tras el maltrato y las agresiones que había sufrido por parte de feroces perros de Barda del Medio.
Lo bautizó Peteco -aunque ella lo llama ‘Bebé’- y se propuso cambiar el destino, tanto geográfico como de vida, del hermoso pingo, aunque nada ha sido fácil por el momento y la lucha continúa.
"Le puse así porque mis compañeras de Funpabia siempre me decían que yo en algún momento iba a andar por el campo gritando arre Peteco y cuando lo encontramos ellas me dijeron que ese era mi peteco y quedó el nombre", contó a LM Cipolletti.
Tuvo que ir de acá para allá con Peteco en varias ocasiones debido a “intentos de robo y amenazas”. Pese a todo, nunca lo dejó solo, siempre estuvo a su lado para defender al potrillo que estaba al borde de la muerte cuando llegó a sus manos.
“Fuimos con Funpabia, que acá en Cipolletti son los únicos que están al pie del cañón con todos los abandonos que hay. Fuimos a hacer castraciones, la fundación paga veterinarios particulares y nos avisaron que había un potrillo que había sido atacado por una jauría de perros y obviamente que no íbamos a esperar a ver que, si alguien se hacía cargo de él o no”, agregó la mujer.
“Hicimos todo rápido y lo trasladamos a Cipolletti. Como necesitaba muchos cuidados, lo tuve en mi casa, una internación en mi casa, prácticamente en el comedor de mi casa. Porque ni siquiera eso hay acá en Cipolletti, veterinarios que estén acorde a todos estos animales", lamentó en un sorprendente y emocionante relato.
De esta manera, Betty, quien destaca la ayuda de Pedro Gatica, sigue generando admiración y asombro con su ejemplar proceder. Una historia de lucha e incansable labor por los animalitos. Por su casa han pasado desde cerditos hasta corderos, a los que ha albergado, demostrando una vez más su amor por todas las criaturas que necesitan ayuda.
"Lo amo a mi caballito, yo hace años choque por esquivar a un perro y me quebré la rodilla. Cuando rescaté a Peteco lo tenía que levantar todos los días muchas veces al día 50 kilos y fue en aumento, eso me volvió a dañar mi rodilla pero seguí con él, no lo iba a dejar morir. Hasta tuve que dejar mi trabajo y me tengo que operar", indicó.
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