La ANMAT prohibió la venta de un aceite de oliva: ¿Qué marca es?
El producto era mostrado como de origen mendocino y extra virgen, pero era ilegal y nadie sabe quién lo produce.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) tomó una medida que tiene impacto directo en el consumo cotidiano: prohibió la elaboración, distribución y venta en todo el país de un aceite de oliva de la marca Quinta Estación.
La disposición fue publicada en el Boletín Oficial bajo el número 3149/2025 y lleva la firma de la titular de la ANMAT, Nélida Agustina Bisio.
Según se detalla en la resolución, el producto carece de los registros necesarios para su producción y comercialización, y utiliza números apócrifos de RNE (Registro Nacional de Establecimientos) y RNPA (Registro Nacional de Productos Alimenticios), lo cual impide verificar su origen, trazabilidad y condiciones de elaboración. Por esta razón, fue calificado como un producto ilegal.
El producto, que era comercializado bajo la denominación Olive Oil Extra Virgen, presentaba serias irregularidades vinculadas a la ausencia de registros oficiales y al uso de datos falsos en su etiquetado.
Sin registros, sin garantías
El aceite de oliva en cuestión, supuestamente originario de Mendoza, no contaba con la documentación mínima exigida para un alimento que se distribuye en el mercado argentino.
La falta de registro no es solo un incumplimiento administrativo: impide que los organismos sanitarios puedan fiscalizar su proceso de producción, evaluar los estándares de higiene y verificar que no represente un riesgo para la salud.
Además del retiro del mercado, la ANMAT ordenó frenar cualquier intento de elaboración futura en territorio nacional. Esto incluye tanto a los puntos de venta físicos como a las plataformas de comercio electrónico. La decisión se apoya en el Artículo 9°, inciso II de la Ley N° 18284, que prohíbe la elaboración y comercialización de productos alimenticios que no puedan ser identificados con claridad en cuanto a su origen y elaboración.
Este tipo de intervenciones busca evitar que productos potencialmente peligrosos lleguen a la mesa de los consumidores. Sin datos fehacientes sobre quién los produce, en qué condiciones y con qué controles, no existe forma de garantizar su inocuidad ni su cumplimiento con las normas alimentarias vigentes.
El rotulado engañoso, una señal de alarma
Uno de los elementos que más preocupan a los especialistas en control de alimentos es el uso de rótulos falsificados. En este caso, el aceite llevaba impreso un número de RNE y otro de RNPA que no figuran en ninguna base de datos oficial. Se trata de una maniobra que no solo viola la normativa vigente, sino que también engaña deliberadamente al consumidor, haciéndole creer que el producto ha sido aprobado por las autoridades sanitarias.
El rotulado falso genera un doble problema: por un lado, encubre la verdadera procedencia del producto; por otro, debilita la confianza pública en el sistema de control. Cuando los números que figuran en la etiqueta son inexistentes o adulterados, todo el sistema de regulación pierde eficacia, y el riesgo sanitario se multiplica.
Este caso, aunque puntual, pone en evidencia una práctica que puede encontrarse en otros rubros alimenticios. La vigilancia permanente y la denuncia por parte de los consumidores resultan claves para evitar que alimentos ilegales circulen libremente.
Una decisión en defensa del consumidor
La ANMAT justificó su decisión como una medida preventiva para resguardar la salud de la población. En su comunicado oficial, la entidad explicó que, al no poder garantizarse ni la calidad del producto ni las condiciones de su fabricación, resultaba imprescindible retirarlo del mercado de inmediato. También advirtió que todo alimento sin registro carece de trazabilidad y, por lo tanto, no cumple con las normas que aseguran su inocuidad.
Este tipo de intervenciones no responde únicamente a cuestiones técnicas. También cumple una función pedagógica y preventiva: desincentivar a quienes buscan eludir los controles y recordar a los consumidores la importancia de verificar los rótulos y los números de registro antes de adquirir cualquier alimento.
La medida no afecta solamente a los productos en góndolas, sino también a aquellos que se venden por internet. Plataformas de comercio digital suelen ser utilizadas por pequeños productores informales o por distribuidores que buscan evitar los controles tradicionales. De este modo, la decisión de la ANMAT apunta a cerrar todas las vías de comercialización posibles.
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