Todos fueron internados en un centro asistencial de la ciudad de San Rafael. Entre los afectados hay dos chicos de 6 y 11 años.
Consternación en la ciudad de San Rafael, Mendoza, por el caso de una familia que se intoxicó con monóxido de carbono y debió ser internada. El hecho ocurrió este sábado por la noche.
Según el reporte policial, cerca de las 22.15 de este sábado ingresó un llamado al 911 en el que una persona informaba que había llegado a su casa, calle El Moro al 2.500, del distrito Cuadro Benegas y encontró a sus familiares con signos de intoxicación. Se trataba de dos adultos y dos menores de 11 y 6 años.
Una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) y un móvil policial llegaron al lugar y tras asistir a las víctimas, las trasladaron al hospital Teodoro Schestakow, donde quedaron internadas con suero y oxígeno, en observación.
Monóxido de carbono: claves para evitar la intoxicación
Por descuidos o mal mantenimiento de los equipos, en épocas invernales son comunes los casos de intoxicación por monóxido de carbono (CO), un gas altamente peligroso al que se suele llamar “el asesino silencioso” porque carece de olor, sabor y color, lo que lo hace indetectable a través de los sentidos. Se produce por una mala combustión y puede causar dolor de cabeza, mareos, vómitos, desmayos, palpitaciones e incluso la muerte.
En Argentina, se reportan 40 mil casos de intoxicación por monóxido de carbono cada año y fallecen aproximadamente 200 personas por esta causa.
Signos a tener en cuenta
-El mal funcionamiento de los artefactos porque la ventilación no es la correcta. En vez de haber una llama celeste/azulada pasa a ser naranja/rojiza, sinónimo de que hay una mala oxigenación de la combustión y que se está produciendo una emanación de monóxido de carbono.
-Conductos de ventilación que fueron retirados por tareas de pintura o limpieza y que luego fueron mal instalados por falta de conocimiento de la función que cumplen estas instalaciones. La consecuencia es que deja de ser seguro el intercambio de gases con el exterior.
-Rejillas de ventilación obstruidas, que también impiden el correcto intercambio de gases con el exterior, por lo que el monóxido se acumula en el interior.
-Además, hay que aclarar que los calefones suelen ser uno de los principales emisores de este gas tóxico cuando tienen un mal funcionamiento. Esto se debe a que son equipos de muy alto consumo: su uso equivale a 20 hornallas encendidas en simultáneo. Por eso es que está prohibida su instalación en baños y dormitorios.
Toda muerte por monóxido es evitable. Esto significa que con un buen uso y mantenimiento de las instalaciones no debería de haber accidentes. Por eso, es clave hacer revisar todos los años antes de la época invernal los artefactos y ventilaciones por un gasista matriculado, que son las personas con conocimiento idóneo para estas tareas.
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