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La Mañana Chile

Chile autorizó la extradición del femicida que se fugó de Chubut horas antes de escuchar su pena

Si la decisión queda firme, finalmente será enviado de vuelta a Esquel. Escapó hace más de dos meses de lo de su madre, donde cumplía domiciliaria sin custodia.

Miguel Alejandro Vargas Nehuén, condenado por la Justicia de Chubut por el femicidio de Ana Calfín en Esquel, será finalmente extraditado desde Chile, país al que se fugó horas antes de la audiencia en la que, ya condenado, debía escuchar su pena: prisión perpetua.

La justicia del país vecino aprobó el pedido de la Argentina en un proceso de extradición iniciado en mayo luego de su detención en la comuna de Castro, en el archipiélago de Chiloé, Región de Los Lagos, al sur de Santiago de Chile, por pedido de la Justicia argentina.

Según informó este martes el Ministerio Público Fiscal de Chubut, un tribunal chileno de primera instancia falló a favor de la extradición para que Vargas Nehuén sea trasladado a la Argentina y concluya su enjuiciamiento.

De todos modos, los fiscales de la provincia aclararon que "el traslado recién podrá efectivizarse cuando la sentencia de extradición quede firme".

La defensa tiene 10 días de plazo para intentar revertir esa decisión. Si no lo consigue, finalmente la ex pareja de "Anita", como le decían sus familiares y amigos, volverá a Chubut a escuchar y cumplir su pena.

Tras la detención, el tribunal chileno verificó que el prófugo de la justicia chubutense tuvo un juicio en el que fue declarado penalmente responsable de un crimen, que durante el juicio contó con defensa y que estuvo presente a lo largo de todo ese debate, explicaron desde el MPF.

"Estos elementos hicieron concluir al tribunal, que el pedido de la justicia argentina para que sea enviado de regreso al país, es legal y debe ser respondido favorablemente", agregaron.

La causa: de accidente doméstico a femicidio

La captura de Vargas Nehuén se produjo a principios de mayo, luego de que se fugara de su arresto domiciliario en Esquel, Chubut, tras haber sido declarado culpable del femicidio en una causa que llevó años, en la que se logró probar que lo que le sucedió a la víctima no fue un accidente doméstico, sino un brutal ataque de su pareja: la roció con un líquido inflamable y la prendió fuego.

El hecho ocurrió en agosto de 2023 y Ana falleció días después en el hospital debido a las graves quemaduras. Aunque inicialmente había dicho que se había tratado de un accidente, horas antes de morir -acaso viendo un final irremediable- le dio otra versión a sus familiares, que desde entonces lucharon sin pausa para que se conociera la verdad y el responsable del crimen fuera condenado.

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Finalmente, se logró el objetivo. En abril de este 2025 un jurado popular declaró al imputado culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género, figura que contempla la prisión perpetua como única pena posible.

Pero en ese momento, el imputado rompió la prisión domiciliaria que cumplía en la casa de su madre y cruzó la frontera para eludir la decisión de la justicia. Se escapó a primera hora de la mañana del 15 de abril. A las 12 del mediodía debía presentarse en la audiencia de cesura de pena en la que iban a comunicarle su castigo.

Críticas al juez por la fuga a Chile

La fuga activó un operativo regional de búsqueda con colaboración internacional, que incluyó a la Brigada de Investigaciones de Esquel, Interpol y la Policía de Investigaciones de Chile, lo que permitió su captura en territorio chileno. Y también, duras críticas al juez Jorge Novarino, quien está al frente del tribunal que juzgó el caso.

"Es muy indignante. Aunque sea debería haber tenido una custodia afuera de su casa una vez que lo declararon culpable. La verdad que lo teníamos en mente que podría a llegar a fugarse, y lo hizo. Ahora, solo nos queda esperar a que lo encuentren", señaló en aquel momento Daniela, sobrina de Anita y testigo clave del juicio.

Días más tarde, desde el gobierno de Chubut confirmaron que se había podido establecer que Nehuén Vargas, como se sospechaba, había cruzado a Chile. Y a pedido del Ministerio Público Fiscal, el juez ya pidió la extradición.

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En ese momento, el propio ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, se sumó a las críticas contra la decisión de que luego de la condena, el femicida haya continuado con prisión domiciliaria, pese al pedido de la fiscalía.

"Ya me quejé públicamente del dispendio de recursos que implica tener a la DPI de Esquel reforzada por personal de otras jurisdicciones (para buscar al prófugo). Lo que cuesta en términos presupuestarios y de personal es altísimo", señaló el funcionario provincial.

Según detalló Iturrioz en ese momento, una semana después de la fuga, habían logrado determinar con cámaras de seguridad y testimonios cómo salió de Esquel, en qué taxi, con quién y hasta qué punto del trayecto fue trasladado por el vehículo.

A partir de ese momento, se desplegó un operativo internacional con colaboración de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile e Interpol. No obstante, llevó cerca de diez días más dar con el prófugo. Lo mismo que falta para que se confirme, al fin, su traslado a Esquel para que se realice una audiencia que debió hacerse hace más de dos meses.

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