Manifestantes vieron a dos uniformados cerca de la concentración. Afirman que cuando les preguntaron qué hacían, respondieron: “Tranquilos, son temas nuestros”.
La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista realizada el sábado pasado para repudiar los dichos del presidente Javier Milei en su discurso en el Foro de Davos se tradujo en movilizaciones masivas en los grandes centros urbanos de todo el país, y también en pequeñas localidades como Camarones, en Chubut.
En ese pueblo portuario de la provincia patagónica, la convocatoria reunió a un reducido grupo de 15 personas que se concentraron en el paseo costero. Y quizá lo más significativo no fueron ni las consignas ni los carteles de las personas que participaron, como sucedió en la mayoría de los lugares, sino un hecho fuera de lo común que preocupó a los manifestantes: dos efectivos de Prefectura Naval Argentina (PNA) fueron vistos vigilando la protesta y no sólo eso: en determinado momento, comenzaron a filmar y tomar fotografías de los manifestantes.
“Desde el momento en que nos reunimos los vimos detrás de los tamariscos. Al principio no nos dimos cuenta de que nos espiaban a nosotros y hasta bromeábamos con que era la primera vez que veíamos a Prefectura caminando por la costa”, relató a Diario Jornada Graciela Fernández, una de las personas que participó en la movilización, quien trabaja como guía de turismo y es auxiliar de apoyo a la inclusión en la escuela secundaria local.
Según su testimonio, la situación se tornó más evidente cuando los uniformados sacaron sus cámaras y comenzaron a registrar la protesta.
“Empezaron a grabar y tomar fotos. Estuvieron aproximadamente una hora ahí. Subían a la camioneta, después volvían, caminaban cien metros por delante nuestro y después por atrás”, recordó.
Ante la actitud de los efectivos, una de las manifestantes se acercó a preguntarles por qué los estaban filmando, a lo que estos respondieron: “Tranquilos, son cosas nuestras”.
“Con eso que nos dijeron, varios compañeros y yo también nos pusimos bastante nerviosos, entonces, medio en chiste y medio en serio, les pregunté si estaban aprovechando a que salga el mar de fondo también y me respondieron que sí”, continuó Fernández.
La mujer reveló: “Yo ahí estiré mi remera para que la vean bien y les pregunté si entendían lo que significaba: era un dibujo hecho con flores de un pañuelo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que uso siempre. Era el único símbolo que había en toda la manifestación, todo lo demás éramos personas tomando mate”.
Más allá de esos breves intercambios con los uniformados, durante la marcha no hubo reacciones de los manifestantes a la presencia de los prefectos y todo se desarrolló en forma pacífica, y trascendió que posteriormente algunos de los manifestantes aseguraron que intentarán reunirse con el responsable de la PNA en Camarones para pedir explicaciones y garantías.
Tratando de encontrarle un sentido a la presencia de los agentes, la denunciante especuló que para ella no se trató de una coincidencia. “En 15 años que llevo viviendo en Camarones jamás vi a la Prefectura patrullar el paseo costero, porque en todo lo que sucede allí lo interviene la policía provincial. Fue inédito y por eso estamos doblemente alertados quienes estuvimos en esa ronda”, concluyó.
La marcha antifascista en Neuquén
La convocatoria del colectivo LGBTIQNB+ a la que se plegaron organizaciones de distintos sectores, referentes políticos y hasta algunos funcionarios, tuvo impacto en prácticamente todas las ciudades del país, incluida la capital de Neuquén, donde los manifestantes comenzaron a reunirse a las 19 horas para mostrar su rechazo a las polémicas declaraciones del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, donde atacó a la comunidad LGBTIQNB+ al establecer una comparación entre los homosexuales y los pedófilos.
Al menos ocho cuadras se colmaron de gente que recorrió las calles de la capital neuquina con pancartas y consignas como: "Alerta: esta generación no tolera el odio", "Milei te falta ESI", "Existimos y resistimos", "Al closet y al calabozo no volvemos más".
En Davos, el Presidente sostuvo que “en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos”. Además, comentó el caso de una pareja de homosexuales de Estados Unidos que había abusado de los hijos que habían adoptado.
También habló de una ideología "woke", en alusión a políticas de conciencia crítica respecto a temas como la equidad de género, los derechos LGBTIQNB+, el cambio climático y otras causas consideradas progresistas. La calificó como "la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar", cuestionando "el feminismo, la diversidad, la inclusión, el aborto, el ecologismo y la ideología de género".
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