Robo de ganado en Chubut: como operaba la temible banda del Gordo Mandinga

El juez Marcos Nápoli dictó este lunes la prisión preventiva por seis meses para los cuatro integrantes de la banda que se dedicaba al robo de ganado en la zona rural de Paso de Indios, en medio de la meseta de Chubut. La decisión se tomó luego de una audiencia en la sala de la cámara penal ubicada en el sexto piso de los tribunales de Trelew.

Durante la audiencia, el Ministerio Público Fiscal, representado por la fiscal general Mariana Millapi y el funcionario Rubén Kholer, presentó una amplia imputación contra los acusados por múltiples delitos cometidos desde julio de 2021 hasta el 7 de abril de 2025.

Según la fiscalía, la organización criminal estaba liderada por Elena Amigoren, quien actuaba como jefa de la banda y era acompañada por Juan José Tolosa (padre), alias "Chique", Juan José Tolosa (hijo), alias "Kini", y Luciano Tolosa, conocido como "el Gordo Mandinga".

La estructura delictiva funcionaba de manera jerárquica, con Amigoren dando órdenes, impartiendo directivas y autorizando el reparto del dinero producto de la sustracción, faena y comercialización ilegal del ganado robado a los productores de la región.

Una jefa, trampas e inteligencia a ganaderos y policías

La imputación detalla que cada integrante cumplía un rol específico dentro de la organización. La jefa y su esposo Juan José Tolosa padre se encargaban de realizar tareas de inteligencia previa utilizando largavistas y aprovechando su conocimiento de la zona rural.

Como parte de su metodología, los delincuentes colocaban trampas en diferentes puntos de las estancias, como tablas con clavos, y clausuraban tranqueras para dificultar el trabajo de los propietarios y trabajadores rurales.

Los encargados de ejecutar materialmente los robos eran Juan José Tolosa, alias "Kini", y Luciano Bautista Tolosa, alias "Gordo Mandinga", quienes ingresaban clandestinamente a los campos para sustraer el ganado ovino y trasladarlo hasta la estancia "Los dos hermanos" o a potreros provisorios construidos en campos ajenos.

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Los procedimientos para detener a los integrantes de la Banda del Gordo Mandinga se realizaron el 8 de abril en Punta Indios y Trelew.

La fiscalía señaló que la banda fue mutando su forma de operar a lo largo de los años para evitar ser descubierta. Inicialmente sustraían grandes cantidades de animales, pero luego comenzaron a trabajar "de acuerdo a la demanda" del mercado ilegal.

Un aspecto destacado de la acusación refiere a las amenazas y ataques físicos contra propietarios, arrendatarios y trabajadores rurales para que abandonaran los campos o no denunciaran los hechos. También realizaban tareas de inteligencia contra el personal policial para conocer sus movimientos y anticiparse a posibles medidas judiciales.

Las imputaciones de la fiscal de Chubut

Las calificaciones jurídicas presentadas por el Ministerio Público Fiscal varían según el rol de cada acusado. Para Elena Amigoren se la imputa por asociación ilícita agravada por la condición de jefa, en concurso real con abigeato agravado, encubrimiento agravado, daño, amenazas y tenencia ilegal de arma de fuego.

A Juan José Tolosa padre se lo acusa como miembro de asociación ilícita en concurso real con abigeato agravado, encubrimiento agravado y amenaza simple, entre otros delitos. Similares imputaciones recaen sobre Luciano Bautista Tolosa y Juan José Tolosa hijo.

Según informó oficialmente el Ministerio Público Fiscal de Chubut, durante la audiencia se argumentó sobre los peligros procesales existentes, enfatizando el peligro de fuga y el entorpecimiento de la investigación. Se destacó que las penas podrían alcanzar entre los cuatro y veinticinco años de prisión.

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La fiscal de Chubut, Mariana MIllapi.

También se tuvo en cuenta que los integrantes de la familia Tolosa tienen antecedentes penales, ya que habían sido procesados en 2023 por un ataque a la comisaría de Paso de Indios.

La defensa habló de pruebas plantadas

La defensa intentó refutar la presentación de la fiscal sugiriendo que todo podría tratarse de una maniobra policial para "plantar animales" en el establecimiento de los Tolosa debido a diferencias existentes con la familia. Y pidió la libertad de los acusados o, en su defecto, el arresto domiciliario.

Sin embargo, el juez Marcos Nápoli coincidió con la acusación en la existencia del peligro de fuga y de entorpecimiento para determinar la prisión preventiva mientras dure la investigación, establecida en seis meses para los cuatro imputados.

La caída de la banda del Gordo Mandinga fue noticia el miércoles de la semana pasada, cuando en una conferencia de prensa el ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz y autoridades de la policía provincial dieron detalles de los resultados de 12 allanamientos realizados el día anterior, durante unas 20 horas, en Punta de Indios y Trelew, luego de una investigación que duró más de un año y en la que -según informaron- se había detectado que la banda actuaba en complicidad con algunos policías.

En esa oportunidad, el funcionario expresó: “Se creen los dueños del poder, pero les vamos a demostrar que no lo son”, y afirmó que avanzarán para echar de las fuerzas provinciales a los efectivos que hicieron la vista gorda durante años, al tiempo que espera que la Justicia les caiga con todo el peso de la ley.

Además, Iturrioz hizo una advertencia al poder judicial en la previa de la audiencia de control de detención que, por distintas causas, se terminó demorando hasta este lunes: "Si un funcionario judicial accede a darles otra vez estas penas que generan bronca en la sociedad, vamos a denunciarlo por dejar a la sociedad desprotegida", advirtió. Se refería a las condenas que juzgo como muy leves, por el episodio previo en la comisaría de Punta Indios.