Allanan y clausuran desarmaderos clandestinos en Zapala, Centenario y Allen
Fue por una investigación de la fiscal Pizzipaulo por irregularidades en la venta de autopartes. La Policía Federal allanó los establecimientos.
La División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA) realizó este lunes una serie de allanamientos y controles en desarmaderos en las localidades de Zapala, Centenario y Allen. Hubo dos que fueron clausurados y secuestraron autopartes por casi 500 millones de pesos.
Los operativos, que incluyeron dos allanamientos simultáneos en Zapala, contaron con la colaboración del personal de la Dirección de Investigación de Delitos Federales y del Área de Desarmaderos del Ministerio de Seguridad de la Nación, quienes detectaron que algunos establecimientos no cumplían con los requisitos legales para operar y menos aún para la comercialización ilegal de autopartes.
Los allanamientos surgen de una investigación judicial iniciada por la Unidad Fiscal de Zapala que está a cargo de Laura Pizzipaulo.
Mercado ilegal de las autopartes
Para concretar los procedimientos, se convocó a casi un centenar de federales que llegaron a la unidad desde la cual se partió para allanar sin saber el objetivo. De esta forma se protegió la información para evitar posibles filtraciones.
Participaron efectivos de civil y uniformados de la División Unidad Operativa Neuquén de la PFA y personal del Gabinete Científico Neuquén, quienes inspeccionaron minuciosamente cada desarmadero en busca de irregularidades y evidencia.
Este es el segundo operativo de la fuerza federal en lo que va del año en Zapala, lo que demuestra que hay un mercado negro de las autopartes que sigue teniendo vida en la región y más aún con los altos valores de las autopartes en el mercado legal.
¿Qué se detectó?
Simple, indicios de actividad ilegal en estos establecimientos, violando la normativa vigente en cuanto a la venta de piezas usadas y las condiciones en que se almacenan y exhiben las autopartes.
Dos leyes en concreto: la Ley 25.761 y la Ley 24.051.
La primera regula la actividad de los desarmaderos y la venta de autopartes usadas en Argentina. Su objetivo es impedir la comercialización de piezas de vehículos de procedencia ilícita y evitar el desguace de autos robados. Obliga a los desarmaderos a llevar un registro detallado de las partes comercializadas y a operar solo con autopartes de origen legal y comprobable.
La segunda, está enfocada en la gestión de residuos peligrosos y la protección del suelo contra la contaminación. Esto se debe a que los desarmaderos manipulan en forma inadecuada aceites y otros fluidos de vehículos que representan un riesgo ambiental al contaminar el suelo.
Clausuras y millones en autopartes
Durante los procedimientos, las autoridades encontraron una gran cantidad de autopartes y hasta vehículos completos en proceso de desguace. Ninguno de los locales poseía documentación que respaldara la actividad comercial o la procedencia de las piezas, lo cual fue considerado como una falta grave. Por ello, la justicia ordenó el secuestro de las autopartes y la clausura de ambos establecimientos. Además, los responsables de los desarmaderos fueron imputados por infracción a las leyes mencionadas.
El procedimiento incluyó la inmovilización de las autopartes secuestradas, prohibiendo su venta hasta que la justicia defina su destino o los dejen bajo la figura de custodia judicial.
Según datos que trascendieron de la investigación, el valor de las autopartes secuestradas asciende a aproximadamente 473 millones de pesos, cifra que pone en evidencia la magnitud del negocio clandestino que se venía desarrollando y que está más vigente que nunca.
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