Búsqueda de Luciana Muñoz en Neuquén: concluyen los rastrillajes y analizan miles de imágenes
La Policía cierra el periplo de su búsqueda por la meseta y continúa con otras líneas investigativas. En silencio del círculo íntimo es más que llamativo.
A 37 días de la desaparición de Luciana Muñoz, la policía concluye los rastrillajes en la zona de la meseta y continúa la búsqueda con distintas líneas investigativas que sobre las que se avanzan en medio de mucha prudencia y hermetismo.
En LMPlay estuvo el superintendente de Investigaciones Dante catalán y el comisario inspector Juan Barroso a cargo del Departamento de Seguridad Personal quienes confiaron algunos detalles de la búsqueda de Luciana.
En el repaso, brindaron claridad sobre la ventana temporal desde la desaparición hasta la denuncia, el análisis de más de 700 horas de video, miles de imágenes y distintos llamados y aportes brindados por ciudadanos que no sirvieron para dar con Luciana.
La búsqueda desde el abismo
El 13 de julio pasado desapareció Luciana Muñoz quien padecía una adicción a la cocaína y eso la dejó en una situación de vulnerabilidad extrema, lo que en criminología se denomina víctima de alto riesgo.
Su familia, a sabiendas de ciertos hábitos de la joven que solía pasar varios días sin dar señales, la madrugada del 16 de julio la abuela radicó la denuncia en la Comisaría 18.
Ese lapso temporal es sumamente clave en cualquier búsqueda de personas.
Dante Catalán explicó: “esa ventana de tiempo es clave y vital. El tiempo que transcurrió entre la última vez que fue vista Luciana y la denuncia fueron 66 horas. Acá recibimos una imagen de video que aportó la mamá y afirmaba que esa era su hija”.
De inmediato, los investigadores comenzaron a relevar cámaras y logró reconstruir todo el recorrido hasta que llegaron a una vivienda.
“Fue una ardua tarea, de varios días que nos llevó a poder determinar y desestimar esa prueba en virtud del análisis y cotejo que se realizó. Fue así como llegaron al domicilio de una joven de similares características. Costó convencer a la mamá de que no era su hija porque ella insistía asegurando que era Luciana. No obstante, hubo todo un proceso con datos objetivos y testimonios que nos llevaron a descartarla”, confió el comisario general.
Cuando los pesquisas quisieron acordar, ya habían pasado ocho días desde la desaparición y la ventana temporal había dejado la investigación en un abismo del cual debían remontar el caso.
Oficialmente nadie hace declaraciones al respecto, pero todos afirman bajo reserva que buscan a la joven sin vida, de hecho, los rastrillajes fueron en las denominadas “zonas de descarte” y con perros que rastrean cadáveres.
Dos claves en la investigación
Otros dos aspectos que han complejizado la investigación tienen que ver con la ausencia de celular de Luciana y un círculo íntimo muy cerrado que brinda información a cuentagotas.
“Que no haya tenido celular es cierto que dificulta mucho en estos tiempos, pero trabajamos mucho con las amistades, su círculo íntimo y también con cámaras”, explicó Barroso que estima que van a sacar a flote el caso, pero que asume que son investigaciones de largo aliento porque se trata de un contexto complejo y marginal.
“Estamos hablando de un círculo íntimo que cuesta que brinde información y es muy cerrado, pero bueno, obviamente que usando distintas técnicas para lograr que puedan aportar información. Hemos obtenido datos que se ha chequeado, pero bueno, por el momento no hemos obtenido un resultado favorable para dar con Luciana”, sinceró Barroso.
Falsos avistajes y cámaras
Es común en investigación criminal que cuando se lanza la búsqueda de una persona, más aún cuando se mediatiza y viraliza, haya muchos llaman porque creen que la han visto.
Fue así como se aportó datos que de que estaba en Mendoza, Cipolletti y hasta en distintos lugares de Neuquén. Todos esos indicios se siguieron hasta que se corroboró que ninguno se trataba de Luciana.
Pero también hay un meticuloso e intensivo trabajo con cámaras de seguridad.
“Se trabajó con cámaras particulares, esto también es un elemento fundamental porque como decías vos las primeras 72 horas son claves. Encontramos en el relevamiento que se hizo en el sector donde se la vio por última vez muchas familias que tienen cámaras, pero tienen una capacidad de memoria de 48 horas. Es decir que cuando llegamos nosotros ya se había regrabado todo hacía varios días”, describió Barroso.
En paralelo se analizaron 29 domos de seguridad circundante al entorno donde vive Luciana y donde la última vez fue vista.
"Hasta ahora llevamos 772 horas de análisis de imágenes. Hay otro aspecto fundamental, se ha hecho un procesamiento analítico y forense aportados por una empresa tecnológica de La Plata, Buenos Aires”, detalló Catalán.
Para que se entienda, este sistema analiza las características morfológicas que se han cargado en el sistema y va arrojando coincidencias. En este caso, son las características de Luciana, que coinciden con gran parte de la población joven: zapatillas, jean y campera oscura.
"Por día se producen entre 80 y 600 imágenes coincidentes, pero sin resultado positivo”, confió Barroso.
Fin de los rastrillajes
No solo la zona de la meseta se rastrilló, también hubo vuelos y bajadas por el río Limay. “Hay una planificación diaria conforme los elementos que se pueden recabar en las tareas de investigación donde en horas de la tarde se planifica para el día siguiente en este caso. Todo el perímetro rastrillado son 1.558 hectáreas, 1300 mil hectáreas se hicieron con personal a pie, montada y motoristas, 120 kilómetros sobrevolados con helicóptero que tiene la posibilidad de detenerse, descender y focalizar lugares dudosos”, explicó Catalán
Luego explicó el motivo de por qué la búsqueda se centralizó en Choconcito: “la motivación se funda objetivamente en ese lugar a raíz de una información aportada en sede judicial. Es una persona que brinda el dato de que en ese sector se habría visto a Luciana y en base a eso se focalizó el rastrillaje en ese sector. Es la única persona hasta ahora, que aportó información reclamando la recompensa”, contó Catalán.
Posteriormente anunció lo esperable después de más de 20 días de tareas rastrillaje: “concluyen los rastrillajes en la meseta”.
Todo el perímetro que se había contemplado, vasto e indómito, fue recorrido por personal a pie, montada, motoristas y drones. En la búsqueda dieron hasta con animales enterrados, pero no hubo rastros de Luciana.
Ahora que se finalizan con los rastrillajes, se avanza con otras líneas que se están barajando, con las complicaciones de un entorno cerrado que brinda poco porque están acostumbrados a callar en un territorio donde la supervivencia requiere de ciertos códigos, entre ellos el silencio.
Vale recordar que hay una recompensa vigente de 10 millones de pesos para quien aporte información clave sobre el paradero de Luciana Muñoz.
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