Luciana Muñoz: las sospechas sobre el círculo íntimo de una vida arrasada
Sin presunciones externas de la desaparición de Luciana Muñoz, se pone la lupa sobre el círculo íntimo. Surge un dato de última hora que están analizando.
No hay manual de investigación criminal que resista la hipótesis de sobrevida de Luciana Muñoz a 16 días de su desaparición y con una denuncia radicada tres días después. Ahora, oficialmente nadie va a blanquear que a la joven la buscan sin vida, pero extraoficialmente todos lo confirmaron a LMN.
Actualmente está vigente una recompensa de 10 millones de pesos, ofrecida por el Gobierno provincial, para quienes brinden información clave que ayude a dar con el paradero de la joven.
En cuanto a las novedades del caso, hubo nuevos rastrillajes que realizó la Policía, una bajada por el río Limay que concretaron buzos de bomberos y más, pero exploremos el actual escenario.
Kilómetros y horas de búsqueda
Hasta ahora, la Policía ha realizado una búsqueda sumamente amplia por tierra, aire y agua con la participación de la fiscalía de homicidios.
Se ha dispuesto de más de 100 efectivos para las tareas de búsqueda, recurriendo el Departamento Seguridad Personal a los Infantes del DEMOSE, motoristas, montada, canes y aspirantes a agentes penitenciarios.
Se rastrilló en la zona oeste y meseta más de 600 hectáreas y este lunes se realizó una bajada por el río Limay desde China Muerta hasta la Confluencia. Y se sobrevolaron 120 kilómetros en el helicóptero que dispuso la provincia para no dejar ningún aspecto de la búsqueda sin cubrir.
Como les dije, tierra, aire y agua. No se olvide de este detalle porque es importante para entender.
También se analizaron más de 720 horas de material de video correspondiente a cámaras particulares y domos de seguridad. Es decir que se rastrilló la zona donde estuvo Luciana por última vez y se recopilaron todas las cámaras de seguridad posibles, algunas de ellas particulares.
A esto hay que sumar 250 entrevistas tanto formales como informales que surgieron durante los rastrillajes en los que a su vez se entregó folletería con el rostro y características físicas de Luciana.
Además, la fiscalía, a pedido de los pesquisas, concretó cinco allanamientos. Todo lo realizado, hasta ahora, no arrojó un rastro claro y clave sobre la suerte que puede haber corrido Luciana, que a esta altura ya se imaginan que no es la mejor.
A esta larga lista se suma que a cada llamado que se recibió de personas que aseguraron haber visto a Luciana se acudió de inmediato, pero sin éxito.
Acá incide el denominado efecto de “falso avistamiento” que se produce cuando hay una difusión masiva y las personas sugestionadas y con voluntad de querer ayudar creen verla y avisan a la policía.
Esto es un fenómeno típico en las desapariciones, si bien no hay mala voluntad, complican a los investigadores que deben correr detrás de cada dato más aún cuando no hay nada.
Una investigación desde el abismo
Para desentrañar por qué no hay nada, hay que revisar la investigación, esto es una actividad común en análisis criminal. Se repasa una y mil veces cada hipótesis por descabellada que fuera. En ese ir y venir les aseguro que se obtiene mucha claridad y en el caso de Luciana, algo hay, pero no incluye a la joven viva.
Pero arranquemos por el abismo. Sí, el abismo porque la investigación nació a partir de una denuncia que se radicó al tercer día de la desaparición que ocurrió el 13 de julio.
La denuncia la formuló Lila, la mamá de Luciana, la madrugada del 16 de julio en la Comisaría 18. La mujer se tomó su tiempo porque estaban acostumbrados a que Luciana pasara hasta dos días sin dar ningún tipo de aviso.
Esa ventana de tiempo, entre la desaparición y la denuncia, es un abismo muy difícil de remontar. A la vista está.
A esto hay que sumar que Luciana llevaba más de 10 días sin celular porque se le había roto, por lo que utilizaba el celular de la abuela y mediante el chat de Facebook se comunicaba con sus contactos.
Hoy, una persona sin celular es un punto ciego e incómodo. En casi todos los casos los pesquisas tienen información clave a partir del impacto del celular en las antenas, incluso hasta el último impacto es una referencia fundamental, pero en el caso de Luciana llevaba más de diez días sin celular.
Teniendo en cuenta estos dos factores iniciales, los investigadores arrancaron a tientas a buscar a Luciana en un ámbito sumamente marginal, donde se impone la adicción, la desconfianza y la extrema pobreza. Y donde no todos cuentan la verdad de lo poco o mucho que saben.
La teoría de la trata
Cuando en una investigación pareciera no existir un factor externo directo, todos hacen una pausa para revisar.
¿Si no aparece por ningún lado podría ser un caso de trata de persona? En el marco de lo posible, todo lo es. Pero revisemos un poco los antecedentes.
Después que se articuló la ley de trata de personas, en 2008, en Neuquén solo se rescató a una joven oriunda de República Dominicana.
“Neuquén es un lugar de destino y no de captación”, confió a LMN una fuente calificada en la materia.
De hecho, un detalle que se puede observar en la provincia es que hay jóvenes de otros países y provincias que vienen para hacer la denominada “ruta del petróleo” y tras trabajar unos meses regresan. Las que vienen de otros países suelen quedarse en la provincia.
Pero lo que se conoce como captación violenta, es decir un secuestro en plena calle, “esa modalidad de trata dura hace mucho tiempo ha dejado de existir”, reveló la fuente.
Esta dinámica de trata dura es poco rentable para el tratante porque a la exposición pública del caso hay que sumarle los recursos que debe invertir para mantener a la víctima que en todo momento va a estar intentando escapar.
Hoy, la extrema pobreza permite otras dinámicas de trata que no requieren ni retener el documento ni quitarle el celular a la víctima. “Están atrapadas en esa dinámica por una cuestión de necesidad”, destacó la fuente.
Los antecedentes por sí solo descartan la hipótesis.
El descarte
Los datos de los rastrillajes son sumamente importantes para entender la lógica de sobrevida y las expectativas que tienen los pesquisas respecto del hallazgo de Luciana.
Ninguno de los pesquisas vinculados a la investigación imagina encontrar a la joven con vida. Esas 72 horas iniciales que se perdieron porque no hubo denuncia fueron vitales.
A esto hay que sumar que hay una verdad absoluta para los investigadores de la región, si alguien se quiere deshacerse de un cadáver o lo entierra en la meseta o lo arroja al río. Es por eso que se los denomina lugares de descarte.
Si repasamos los rastrillajes realizados desde el jueves, han estado centrados en descampados y este lunes se sumó una bajada por el río Limay.
Es por eso que las afirmaciones se hacen bajo reserva, pero a la vista está en qué condiciones esperan encontrar a Luciana.
Cerrar el círculo
Hay un ABC en investigación criminal por el cual, si no se encuentra nada por afuera, hay que revisar bien adentro. Hay que tener en cuenta que por más que la recompensa trepó a 10 millones de pesos nada nuevo surgió.
En la reconstrucción de la victimología de Luciana se pudo advertir detalles de una relación familiar compleja, donde la adicción ocupa un espacio importante de disputa. Hay mucho más, pero es innecesario sacar todo a la luz.
En el actual escenario los pesquisas acercan más la lupa al círculo íntimo de Luciana. Hay información que no han brindado y que fue ratificada cuando la policía y la fiscalía la descubrió. Es decir, se perdió tiempo en brindar datos que podrían haber facilitado avanzar o descartar algunas hipótesis.
Una de las teorías que no ha sido descartada y sobre la que se trabaja, es el vínculo con un dealer y una deuda pendiente. Esa reconstrucción, de lograrse, podría complicar a parte de la familia.
Al cierre de este artículo, como viene ocurrieron a lo largo de la cobertura del caso de Luciana Muñoz, hay información clave que se está cotejando y que podrían ser crucial para el esclarecimiento, lo que a esta altura sería, literalmente, el hallazgo del cuerpo.
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