Crimen de Titín Lagos: va 8 años a prisión el taxista que trasladó a los asesinos
Mauro Agustín Sepúlveda Díaz admitió su culpa en un juicio abreviado y recibió la condena. Dijo que estaba arrepentido y pidió perdón a la familia de la víctima, de quien era amigo.
El homicidio de Franco Titín Lagos Gacitúa, el carnicero del barrio Costa Norte de Cipolletti, ultimado de un balazo en la cabeza durante un asalto en octubre de 2023, camina al esclarecimiento.
El taxista Mauro Agustín Sepúlveda Díaz, quien llevó a los tres acusados de haber cometido el crimen, admitió su culpa en un juicio abreviado y fue condenado a ocho años de prisión por el delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipe necesario”.
Hay otros dos detenidos por el hecho: Joan Paul Juárez y Aarón López, cuya responsabilidad debe definir la Justicia. El cuarto involucrado es menor de edad.
A fines de diciembre del año pasado los tres mayores llegaron a la instancia del Control de Acusación bajo la dirección del juez Guillermo Merlo, y la actuación de los fiscales Martín Pezzetta y Juan Pablo Escalada; el abogado querellante Damián Torres en representación de la familia de la víctima; el defensor Rodrigo Racca, de Sepúlveda Díaz y el defensor Oficial Marcelo Caraballo, que asistió a López y Juárez.
Al iniciar la audiencia, la parte acusadora y Racca informaron que habían llegado a un acuerdo para someter al taxista a un juicio abreviado, que requería confesar su responsabilidad en el caso, propuesta que no fue objetada por el defensor de los otros dos imputados por “homicidio criminis causa”, figura que solo contempla la prisión perpetua.
Como la pena prevista al chofer superaba los tres años de castigo, se pidió la conformación de un tribunal colegiado, el que tras un cuarto intermedio quedó integrado por los jueces Guillermo Merlo, como presidente, Alejandra Berenguer y Julio Sueldo, quienes le dieron continuidad al proceso.
Golpe planificado
La banda de delincuentes tenía conocimiento que Lagos Gacitúa tenía en su poder un monto de dinero para pagar proveedores. A partir de ese dato planearon el asalto. La noche del 25 de octubre de 2023 lo comenzaron a ejecutar.
Sepúlveda Díaz, que vivía en el barrio y era amigo del comerciante, según afirmaron sus familiares, se encargó de llevar a Juárez, López y al menor al barrio ribereño en el taxi Renault Logan que conducía. Iban firmemente decididos, ya que llevaban armas de fabricación casera, tipo “tumberas”.
El conductor los dejó en las inmediaciones, donde los esperó, mientras sus cómplices fueron a dar el golpe. Alrededor de las 21:45 irrumpieron en el comercio donde un hombre hacía compras acompañado por una menor y, exhibiendo las armas, redujeron a Titín y lo llevaron a la vivienda aledaña, donde estaba su esposa y sus dos hijos pequeños. Bajo amenazas se apoderaron de un monto de dinero y el celular del cliente, elemento que fue relevante en la investigación.
Sin embargo y pese haberse quedado con el botín, uno de los asaltantes le dio un balazo en la cabeza, con el fin de “procurar su propia impunidad”. La bala, calibre 12, mató a Lagos Gacitúa en forma instantánea. Luego los asesinos escaparon en el mismo taxi.
Dos días después se produjo la detención de Sepúlveda Díaz y ceca de tres meses más tarde cayeron los cómplices.
Testigos y cámaras de seguridad
En el debate contra el taxista se destacó que los investigadores lograron pruebas sólidas para incriminar a los sospechosos. Hubo una testigo presencial del hecho y otros vecinos que declararon haber visto el vehículo en el sector con los sujetos abordo, lo que fue corroborado por cámaras de seguridad que reconstruyeron su recorrido.
Una de ellas, de propiedad privada, los captó cuando corrían en dirección al rodado y luego cuando salían del barrio con las luces apagadas. Además hicieron un seguimiento del celular robado al cliente a través de las antenas del sistema telefónico.
Arrepentido, pidió perdón
La propuesta arribada por las partes estableció una condena de 8 años de prisión para Sepúlveda Díaz. Se valoró que carecía de antecedentes penales, tiene hijos menores y trabajaba.
También tuvieron en cuenta que reconocía haber participado en el robo, aunque aclaró que no se hacía cargo del resultado fatal.
En este marco, además de haber brindado “algunas precisiones en derredor del hecho”, el taxista expresó que deseaba, “por sobre todas las cosas, pedir disculpas a la familia”, ya que está “muy arrepentido”.
El tribunal avaló el acuerdo al considerar que se habían reunido los requisitos legales y que la culpabilidad de Sepúlveda Díaz había quedado acreditada por la prueba presentada. Además, contaban con el reconocimiento del mismo hombre.
En el fallo establecieron ponerlo a disposición del Servicio Penitenciario Provincial para que defina el establecimiento donde será alojado para que comience a cumplir el castigo.
En cuanto a los dos cómplices y el menor, se estima que en el transcurso de este año definirán su situación judicial. Se presume que en ese proceso se determinará quién de los tres fue el autor del disparo mortal.
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