Incendio y crimen en el Cumelén: lo acusaron por quemar vivo a su hijo
El hombre se había entregado el jueves a la noche. Este sábado la fiscalía acusó a David Alejandro Costich por el homicidio doblemente agravado de su hijo Nazareno Jara y lesiones leves a su hija.
Lo que comenzó como una tragedia donde se prendió fuego una casa en el barrio Cumelén y en el interior murió consumido por las llamas Nazareno Jara, tomó un giro inesperado y terminócon la acusación del padre, David Alejandro Costich, por homicidio doblemente agravado y con prisión preventiva.
Familiares y amigos de la víctima confiaron a LMN, desde un primer momento, que todo había sido responsabilidad de Costich quien se encontraba prófugo. El jueves a la noche, Costich junto a dos abogados acudió a la Comisaría Tercera y se entregó quedado a disposición de la fiscalía de homicidios.
Familiares, amigos y vecinos de la víctima se congregaron esa noche en la puerta de la dependencia policial y anunciaban: "de acá no nos vamos a mover hasta que nos brinden una respuesta porque nosotros queremos justicia por Nazareno", confió un familiar de la víctima
Lo cierto es que la guardia de los allegados de Nazareno se extendió por un par de horas hasta desde la Comisaría les notificaron que Costich había quedado demorado a disposición de la fiscalía. Posteriormente, los familiares se retiraron del lugar a la espera de los avances de la causa.
La primera hipótesis del incendio
De acuerdo con la información que puedo recopilar LMN, la primera versión de cómo se desató el incendio da cuenta que Costich con su hijo y una mujer habrían estado consumiendo estupefacientes a lo largo de tres jornadas. Entre ellos, "cocaína y pasta base", figura en la declaración de la mujer que estuvo con ellos en la casa del barrio Cumelén.
Acá es donde la versión oficial que maneja fiscalía y policía denota que se podría haber producido un brote psicótico. La secuencia es la siguiente.
Nazareno y su padre comenzaron a discutir alterados por los consumos. Incluso casi se toman a los golpes. Uno tomó un palo de amasar y el otro una jarra de vidrio por lo que se amenazaron mutuamente, pero el ataque no prosperó porque la joven los separó.
Tras tranquilizar, Costich lo manda a su hijo a dormir arriba y Nazareno hace caso. El padre aprovechó la situación para salir a comprar bebidas alcohólicas a bordo de un Citroën color blanco, pero al regresar comienza a tener una suerte de alucinaciones donde asegura que hay sicarios que lo quieren asesinar por lo que Costich comienza a prender fuego unos trapos y arrojarlo en distintos lugares de la casa, inclusive en el interior del auto que estaba estacionado en el garage.
Pero en medio de esa paranoia, también procedió a prender las hornallas de la cocina y encima le arroja un buzo bañado en aceite. La mujer que estaba con ellos intentó frenarlo a Costich que seguía repitiendo que la casa estaba llena de sicarios.
Cuando las llamas comienza a propagarse por la vivienda, Costich termina saliendo y se sienta en la plaza que está enfrente y se queda ahí como perdido, observando como se quemaba todo.
La audiencia
La fiscal Lucrecia Solá y la asistente letrada Guadalupe Inaudi tuvieron una carrera contrarreloj para poder formular cargos a Costich ya que había que analizar mucha evidencia y testimonios que presentaban un escenario que de mínima debía aclararse respecto de los consumos y la permanecencia de los hijos de Costich en dicha vivienda.
Lo cierto es que en la audiencia que se realizó este mediodía en la ciudad judicial y que presidió la jueza Estefanía Sauli, la fiscal acusó a Costich de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un medio empleado para causar un peligro común respecto de Nazareno.
En cuanto a la hija, la fiscalía solicitó lesiones leves, doblemente agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso real con privación ilegal de la libertad.
La jueza aceptó los cargos y los riesgos procesales existentes y terminó dictando prisión preventiva por cuatro meses.
La teoría fiscal
Por lo expuesto en la audiencia por la fiscal Lucrecia Sola, horas antes de la muerte, "el joven y la joven compartieron drogas con el acusado, hasta que en un momento, los dos varones comienzan a discutir. Luego, Costiche le ordenó a Nazareno que fuera dormir a la planta alta y, junto a la joven, se retiraron a comprar bebidas alcohólicas".
Sola relató que al regresar, el imputado comenzó a decir que escuchaba ruidos arriba y que se trataba de un grupo de personas con las que tenía una disputa previa. “Luego inicio un fuego en el garaje, arrastró a su hija al exterior y cerró con llave. Ella le decía que adentro estaba Nazareno, pero hizo caso omiso”, describió la fiscal del caso.
Finalmente, el imputado permaneció sentado en una plaza que se encuentra frente a la vivienda por unos instantes, hasta que, ayudado por familiares, se dio a la fuga y se mantuvo en esa condición por tres días, hasta que se entregó en la Comisaría 3° de Neuquén.
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