Los asesinos del panadero de Senillosa fueron condenados a 25 años de prisión
Se trata de dos delincuentes reincidentes de Cutral Co: Claudio Daniel "El Buey" Antigual y Claudio "El Barón" Ramos.
A poco más de siete meses desde la pesadilla, la familia del panadero asesinado de Senillosa, Cristian Moya, encuentra algo de paz. La fiscalía arribó a un acuerdo de condena para los asesinos, dos delincuentes con prontuarios aterradores, y se los sentenció a 25 años de prisión por el crimen.
Cabe recordar que el hecho ocurrió en los primeros minutos del 10 de enero, cuando el panadero estaba en el patio de su vivienda de calle Calixto Ceballos y dentro de su auto Fiat Cronos hablando por teléfono, cuando fue abordado por los acusados, que le exigieron su auto. Moya forcejeó con ambos, decidido a no perder el fruto de su esfuerzo, y terminó recibiendo cinco disparos de arma de fuego en las piernas y la cadera.
Pese a estar herido, volvió a forcejar con los ladrones que ya estaban en el auto y en ese contexto, le ejecutaron un tiro en el tórax que terminó siendo la herida que le provocó la muerte.
Los delincuentes dejaron al panadero allí abandonado y agonizando, donde lo encontró su hijo, para darse a la fuga en el vehículo, el cual luego descartaron en Cutral Co y quemaron para borrar toda evidencia que los pudiera incriminar.
Aún así, los investigadores trabajaron intensamente y exactamente un día antes de cumplirse el mes desde el homicidio, la fiscal Silvia Moreira acusó a Claudio Daniel "El Buey" Antigual y Claudio "El Barón" Ramos como coautores de homicidio criminis causa, agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con robo agravado por el uso de arma.
Como LMNeuquén informó oportunamente, ambos tenían ya un amplio prontuario con varias condenas por robos, balaceras, intentos de homicidio y homicidio consumado en el caso de Antigual. Este último incluso se encontraba prófugo desde hacía dos meses, fuga que había concretado de la U22 al salir en el marco de una salida transitoria de la cual ya no regresó.
En el caso de Ramos, este gozaba ya de su libertad aunque no sin condiciones; estaba bajo el régimen de libertad asistida, pronto a cumplir su última condena. Con todo este historial, ambos quedaron de inmediato en prisión preventiva.
El acuerdo
Así se llegó, a poco más de siete meses del crimen, al acuerdo de responsabilidad y pena. Los imputados estaban atrapados por la prueba en su contra y un juicio podría haber significado una pena mucho mayor.
Es que aunque inicialmente se los acusó por una figura penal que prevé una prisión perpetua, finalmente la fiscalía morigeró su acusación y los asesinos aceptaron su responsabilidad como coautores del delito de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego.
Por este delito, se acordó imponerles una pena de 25 años de prisión, la máxima en la escala prevista para el delito.
En la audiencia que se realizó el jueves, Moreira detalló los agravantes mediante los cuales se alcanzó el monto de pena acordado, entre los que mencionó que los dos imputados tienen antecedentes penales computables, que Antigual estuvo en rebeldía tras no regresar de una salida transitoria fijada en un caso de homicidio; mientras que Ramos Gatica fue detenido cuando estaba bajo el régimen de libertad asistida cumpliendo una condena unificada por hechos de robo y abuso de armas.
Otros agravantes que la fiscal del caso valoró fueron la naturaleza de la acción, que durante el hecho mostraron un desprecio absoluto por la vida de Moya, los medios empleados para cometer el delito, la extensión del daño causado en la familia de la víctima y el peligro ocasionado ya que fue un hecho cometido en la vía pública, entre otros.
Como atenuantes, la funcionaria de la fiscalía valoró la edad de ambos imputados y su reconocimiento de la participación en el hecho.
Durante la audiencia tanto Antigual como Ramos Gatica, a través de sus defensas, renunciaron a los plazos recursivos por lo que en los próximos días, comenzarán a cumplir la condena.
El abogado particular que intervino como querellante en representación de la familia de Cristian Moya adhirió al acuerdo en relación a los hechos y la calificación legal, como así también, al monto de la condena.
El tribunal colegiado que avaló el acuerdo, declaró la responsabilidad e impuso la pena fue conformado por las juezas Estefanía Saulí y Natalia Pelosso y el juez Cristian Piana.
Con el acuerdo alcanzado hoy, en los próximos días se deberá hacer una audiencia de ejecución, en la que se realizará la composición de las condenas con penas anteriores y se dictaran las reincidencias que le corresponden a cada uno.
La palabra de la familia
En diálogo con LU5, Pablo, hermano de la víctima, se mostró agradecido con el trabajo hecho por Policía y Fiscalía y destacó que "fue un proceso difícil porque a nosotros nos partieron en dos. El ensañamiento que tuvieron con mi hermano (los asesinos) fue de terror".
"Yo lo unico que pedí (ante los jueces) fue que se cumpla la condena porque hay uno de ellos que tiene un homicidio anterior, le dieron las salidas transitorias y estaba fugado hace meses", subrayó indignado. "A mi hermano no me lo van a devolver, pero pido que la cumplan porque que si no, ¿tienen que salir y matar a otra persona más?", expresó.
Por último, agradeció a las personas que se habían ofrecido como testigos acerca del momento del hecho, algo complejo dado que como él mismo señaló, es difícil que las personas quieran hablar por temor a represalias.
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